“Caíste en el embrujo de Maní” fueron las palabras exactas de mi papá tras contarle mi segunda aventura por Maní… en menos de un mes. Sí, leyeron bien. Maní es pequeño, tranquilo y una curiosidad en el corazón de Yucatán. Escucharás el susurro del maya en el viento, en las conversaciones de sus habitantes y si te involucras, quizá termines en un diálogo a dos lenguas. Maní es mágico, ¿cómo no iba a quedar hechizada?
Su historia se remonta a la época de los mayas, en cuya lengua Maní significa “Lugar donde todo pasó” (y realmente ha pasado de todo). Formó parte del cacicazgo dirigido por los Tutul Xiú y fungió como centro ceremonial que recibió ofrendas para el festival anual a Kukulkán. A la llegada de los españoles, Maní era una de las grandes capitales en Yucatán e incluso fue una de las sedes de evangelización.
Ex Convento de San Miguel Arcángel
En tu visita a Maní puedes apreciar el antiguo Convento de San Miguel Arcángel, construido con piedras de edificios mayas. Algunas de ellas se asoman con relieves prehispánicos, ¿qué tal pasar el rato buscando pistas del pasado en las paredes del convento? Quizá soy yo, pero suena entretenido.
Apreciar la magnitud del convento (tanto del exterior como el interior), es toda una experiencia. Además, al fondo se alcanzan a ver los retablos dorados que constituyen la principal decoración. A la izquierda de la iglesia – en el exterior – verás el enorme arco de la capilla abierta.
Cabe mencionar que el convento se asocia históricamente con el Auto de fe realizado por Fray Diego de Landa en 1562, evento que conllevó la quema de documentos e ídolos mayas.
Las Bordadoras de Maní
¿Te gustan los bordados? ¿Eres tan fan de las flores como yo? Déjame decirte que vas a enloquecer una vez que pises cualquiera de los talleres donde se confeccionan prendas bordadas como hipiles, ternos, blusas y vestidos. También encontrarás cubrebocas con motivos florales e inspirados en guayaberas.
Nuestra primera parada fue con Doña Micaela, una bordadora ubicada en la calle principal de Maní, a la vuelta del ex convento. Su casa-taller no tiene número, pero la puedes distinguir por su alegre fachada naranja, una barda blanca y techo de huano. Hasta el día de hoy, Doña Micaela lleva 61 años creando prendas bordadas esencialmente a máquina. Con un poco de suerte la verás prender su herramienta de trabajo y comenzar a hacer magia. Sus manos se mueven para formar las curvas – finas y más gruesas en un solo jalón – que dan vida a sus dibujos.
Más adelante nos paramos en el taller familiar U Najil Chuy, ubicado a un costado del Palacio Municipal. Ellas se reconocen como “Las Jiménez”. Al igual que Doña Micaela, las Jiménez trabajan el bordado a máquina y en menor medida el punto de cruz y otras técnicas locales. En tu visita verás que tienen gran cantidad de prendas en exhibición, a veces hasta te puedes encontrar un terno de boda (verídico), también hacen pedidos personalizados.
Artesanías en Guano
Don Abuch, como se le conoce al artesano, es todo un personaje que trabaja con palma de guano. Te puede hacer lo que tú desees, desde un tortillero, bolsas y tapetes hasta sombreros y abanicos de mano. Si no lo tiene en existencia, puedes pasar a buscarlo en un par de horas o días después.
Su taller lo encuentras fácilmente en Maní, tan solo tienes que preguntar a alguien en la calle por Don Abuch o teclear su nombre en Google Maps.
Meliponarios
Maní tiene alrededor de 30 meliponarios, yo también quedé con los ojos cuadrados cuando me enteré. Nosotros visitamos dos de ellos, el Meliponario Lol-Ha y U Naajil Yuum K’iin.
El primero está dirigido por mujeres de la comunidad que buscan proteger y rescatar a las abejas sin aguijón, en específico la Xunán Kab (melipona beecheii). La visita inicia con una ceremonia en lengua maya para equilibrar las energías y posteriormente se pasa al meliponario, donde te explican sobre estas abejitas, la cosecha de su miel y las propiedades curativas. Por último, puedes apoyar comprando productos derivados de la miel de melipona.
El segundo meliponario, U Naajil Yumm K’iin, se encuentra a las afueras de Maní. Aquí igual aprenderás de las abejas meliponas, en esta ocasión, de la mano del padre Luis Quintal y rodeado de amplios espacios llenos de árboles y cabañas.
Come en Maní
Te va a dar hambre. La tradición dicta que si vas a Maní, debes parar en el Príncipe Tutul Xiú por un delicioso, jugoso y bien servido Poc Chuc. Procura llegar temprano porque se llena.
¡Aviso! Lleva efectivo y cambio (billetes de $20 y $50) para realizar tus compras. Es común que los artesanos no acepten tarjetas de crédito y el banco (Citibanamex y Banorte) más cercano está a 10 minutos, en Oxkutzkab.
Editorial por Olivia Camarena
Comunicóloga yucateca. Escritora, blogger y bookstagrammer en su tiempo libre; experimenta con TikTok.
Fotografías por Olivia Camarena y Natalia Bejarano para su uso en Yucatán Today.
Directorio
Taller de Doña Micaela
Cel. 997 977 92 51 (con Rosita)
Taller U Najil Chuy
Calle 25 #202 x 26 y 28, Maní, Yucatán
Cel. 999 907 07 78 (con Candy Jiménez)
Taller de Don Abuch
Calle 31 #194 x 24 y 26, Maní, Yucatán
Tel. 997 978 4115
Meliponario Lol-Ha
Elizabeth Interian
Cel. 997 111 85 72
Meliponario U Naajil Yuum K’iin
Calle 34 S/N x 29, Maní, Yucatán
Príncipe Tutul Xiú
Calle 26 #208 x 25 y 27, Maní, Yucatán
Tel. 997 978 4257
FB: El Príncipe Tutul-Xiu
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