
Juegos de azar entre los antiguos mayas: Patolli, Pitz y Bul
Los juegos de azar han estado ligados a la humanidad desde hace siglos. Y por extraño que parezca, cada civilización ha contado con distintos juegos y formas de apuestas como medio de entretenimiento. De hecho, los antiguos mayas en la Mesoamérica celebraban distintos juegos de este tipo.
Tres de los juegos de azar más relevantes en la antigua cultura de los mayas son el Patolli, el Pitz y el Bul.
Patolli
En toda la Mesoamérica, el juego de azar por excelencia era el popular juego de Patolli. Este juego funcionaba enteramente orientado por la suerte, donde se desplegaba un tablero en forma de cruz, o aspa, el cual se dibujaba sobre una estera o se grababa en los pisos de estucos. Todo funcionaba al azar, y claro, había muchas apuestas sobre el mismo, por lo que podemos decir que era un juego de apuestas en su forma básica.
El mecanismo del Patolli era simple y muy entretenido. Primero, los participantes movían sus piezas (generalmente piedritas o semillas) a lo largo de las casillas del tablero, estas piezas se movían con los “dados”, los cuales eran 5-6 granos o cañas con un lado con un punto blanco y otro negro. Luego, el juego empezaba a desarrollarse con los jugadores usando los dados para colocar y avanzar sus piezas por el tablero, tal y como son los juegos de ludo.
La tradición sobre el Patolli era apostar, se ofrecían pertenencias de valor o, en casos realmente extremos, los nobles eran capaces de apostar sus títulos y sirvientes. Y debido a que funcionaba con una especie de dados, realmente no había habilidad de juego en sí, sino que era la suerte quien realmente determinaba el jugador ganador.
Pitz (Pok-ta-Pok)
El Pitz, más que un juego de azar, es un deporte. Se trata de un deporte donde había que utilizar codos, caderas y rodillas para golpear una pelota hasta lograr hacerla pasar por uno de los aros de juego. Esto quiere decir que se trataba de una disciplina desarrollada por atletas cuyas habilidades influyen directamente en el resultado. Sin embargo, aunque el azar no jugaba un papel en el resultado, sí que lo hacían en la percepción del mismo, pues el juego en realidad era un mito sagrado que representaba la lucha de Los Héroes Gemelos, Hunahpú e Ixbalanqué, frente a los señores del inframundo. La cancha era vista como el universo y la pelota era el movimiento del sol, la luna y las estrellas.
La derrota no era tomada a la ligera por los participantes. En algunos casos extremos se llegaba a sacrificar al capitán o al equipo perdedor. Y es que el mito del juego era visto como un oráculo, un veredicto divino sobre los grandes asuntos del universo y de la comunidad. En otras palabras, la suerte y el azar dictaban el destino de todo.
Bul o Buul
Además del Patolli y el Pitz, existió otro juego donde la suerte y el azar dictaban el resultado ganador entre los participantes, el Buul. Este juego incluso se mantiene popular en países como Belice, donde se sigue practicando. El juego consistía en una carrera donde se usaban granos de maíz como dados, y los jugadores arriesgan sus piezas en una guerra para capturar las de su oponente. Este juego era muy social, por lo que era bastante común como forma de entretenimiento.
El Bul o Buul también tenía un uso en la adivinación. Muchos sacerdotes y chamanes utilizaban su mecánica para interpretar los patrones y tomar decisiones como cuándo sembrar el maíz o si era el momento de ir a una guerra. Básicamente, el azar de los granos era el lenguaje de los dioses, y el interpretar los resultados era la capacidad de comunicarse con ellos y ser guiados.
Como puedes ver, la atracción hacia los juegos de azar es una actitud natural en los adultos de todas partes del mundo. Esto es lo que principalmente ha impulsado al juego online, donde hay cada vez más sitios web para jugar, e incluso hay sitios web de expertos que están dedicados a la valoración profesional de casinos en línea con el objetivo de instruir a todo el gremio de usuarios apostadores a nivel mundial. Dicho en otras palabras, es la demanda de juegos de azar motivada por la naturaleza humana lo que ha impulsado el juego online a lo que es hoy en día, y no al revés.

Autor: Claudia Ramírez Mendoza
Mexicana, periodista y colaboradora habitual en medios digitales y prensa escrita en América Latina. Egresada de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México. Especialista en redacción editorial y comunicación digital.
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