Chichén Itzá
A excepción de los sombreros de charro, no hay un icono de México más fácilmente reconocible que el Castillo o pirámide de Kukulkán en Chichén Itzá. Miles de turistas de todos los rincones de la Tierra llegan diariamente a tomarse fotos con esta estructura, y aprovechan para curiosear las que se encuentran a su alrededor.
Pudiera llamarse la explanada central y para que tu guía te haga aplaudir y gritar “tequila”, demostrando el fenómeno acústico que permitía a los grandes personajes dar discursos que todos los presentes pudieran escuchar. Luego tendrás una media hora para comprar souvenirs y, listo, vámonos a lo que sigue.
Pero hay mucho más por ver, entender y analizar en Chichén Itzá para aquellos que estén abiertos a hacerlo (y dispuestos a sobrellevar la cacofonía de los grupos masivos y los vendedores de artesanías). Para comenzar, debes saber que tendrás que caminar al menos 3 kilómetros si quieres recorrer toda la zona arqueológica, sin considerar el Cenote Sagrado; si quieres visitar también ése, calcula un kilómetro adicional. Si le agregas la Serie Inicial en Chichén Viejo, ahí hay cuando menos tres kilómetros más.
En otras palabras, si realmente quieres recorrer Chichén Itzá y maravillarte con todo lo que ofrece, necesitas bastante más tiempo que únicamente una hora.
Cómo preparar tu visita a Chichén Itzá
Considera que es posible que no estés considerando lo caliente que es visitar una zona arqueológica. En un día fresco para Yucatán, a las 10 am, hemos visto visitantes echándose agua fría en la ropa para evitar sentirse insolados. Por lo mismo, es buena idea llegar temprano e incluir en tus planes al menos un par de descansos que puedas pasar refrescándote bajo la sombra de algún árbol
Cómo llegar a Chichén Itzá
Si irás en transporte público, lo mejor es llegar a Pisté y de ahí tomar un taxi al sitio arqueológico (a 2.6 kilómetros de distancia). Vayas así o en auto por tu cuenta, no te dejes engañar en el camino; muy probablemente te hagan señas para detenerte (en más de una ocasión) para ofrecerte boletos sin fila o incluso tours. Considera que muchos de estos vendedores incluyen comisiones, cobrándote precios más elevados, y que además no te respetarán descuentos a los que podrías tener derecho, como es el caso de menores, estudiantes y maestros, personas de la tercera edad, etc. No te dejes engañar; no existe venta de boletos oficiales fuera de la taquilla de cada zona arqueológica.
Today’s Tips
- Asegúrate de usar ropa fresca y respirable y zapatos cómodos para caminar, de preferencia cerrados. Necesitarás un sombrero (si usas gorra, cuida bien tu cuello y orejas), mucho filtro solar, repelente de insectos y suficiente agua fresca. Un abanico portátil o una sombrilla nunca saldrán sobrando.
- Toda el área alrededor del Castillo y los sacbés (caminos prehispánicos) que conducen a las demás áreas se encuentran normalmente abarrotadas de vendedores ambulantes y puestos de diversas artesanías, lo que suele ser una sorpresa desagradable para los visitantes.
- Mientras más te alejes de esa área central (hacia el Cenote Sagrado, el Observatorio y el Grupo de Monjas), la cantidad de vendedores disminuye.
- Los vendedores ambulantes, como los visitantes, comienzan a entrar a Chichén Itzá e instalarse a las 8 am. Mientras más temprano puedas llegar, más probable es que disfrutes un poco de paz durante tu recorrido inicial.
- Entre mayo y septiembre, nuestra temporada de lluvias, no está de más cargar un impermeable.
Accesibilidad en Chichén Itzá
Parte del sitio arqueológico es accesible en silla de ruedas. Si tienes un perro de servicio y requieres su compañía, será necesario mostrar su debida documentación.
Un breve vistazo a la historia de Chichén Itzá
Hasta hace relativamente poco tiempo, se creía que la fecha de fundación de Chichén Itzá se encontraba en el siglo X, haciéndola una ciudad bastante reciente en lo que al mundo maya respecta. Son los hallazgos en Chichén Viejo los que nos hablan de un comienzo un poco más temprano para la zona, y también un poco sobre su caída al final de su tiempo.
Sabemos, pues, que Chichén Itzá fue fundada en el siglo VII como un pequeño poblado, que creció para convertirse en una gran capital en los siglos X y XI, reutilizando los edificios en distintas etapas. La ciudad de Chichén Itzá habría sido fundada por pobladores del linaje Cupul, provenientes de Ek Balam. Aunque originalmente el linaje se atribuía a los Itzá, actualmente se piensa que “Itzá” podría haber sido más bien un cargo o nombramiento que se daba a ciertos personajes.
Lo cierto es que la clase gobernante en Chichén Itzá, a diferencia de las ciudades que la precedieron hasta el periodo Clásico (alrededor del 800 d.C.), estaba compuesta por varias familias y linajes que rotaban cargos y responsabilidades, y que, al encontrarse en conflicto con los demás linajes mayas a su alrededor, optó por buscar aliados hacia el centro del país. Esto derivó en una mucho mayor influencia “extranjera” que se hace evidente de varias formas; por ejemplo, la escritura tradicional maya (en glifos) cayó en desuso para dar pie a una escritura más pictográfica que los nuevos aliados pudieran comprender fácilmente.
Arma tu recorrido por Chichén Itzá
Para armar tu recorrido, echemos un vistazo a la zona.
Entrando por el acceso general, lo primero que verás frente a ti es el Castillo. A tu izquierda, hacia atrás, estará el Gran Juego de Pelota, y saliendo de éste, en dirección a la pirámide, pasarás junto al Tzompantli, el Templo de las Águilas y los Jaguares y la Plataforma de Venus. Para cuando llegues al Templo de los Guerreros y el Conjunto de las Mil Columnas, ya estarás atrás del Castillo. Si atraviesas la columnada, llegarás a donde están el Mercado, el Baño de Vapor y otro juego de pelota. Todas estas construcciones se encuentran asentadas sobre una enorme plataforma artificial que se conoce como la Gran Nivelación.
Actualmente vemos Chichén Itzá como un terreno amplio y abierto, pero para tener una mejor idea de cómo era hace algunos siglos, es importante tomar en cuenta que varios de los grupos que lo componen estaban amurallados; en los 180 años de exploraciones arqueológicas en Chichén Itzá, siempre se ha dado prioridad a restaurar las estructuras por encima de las murallas, y aunque se sabe dónde se encontraban, es poco probable que se reconstruyan.
Si regresas a la explanada donde se encuentra El Castillo, el recorrido puede continuar de dos formas. Hacia el norte (a mano izquierda si estás frente a la pirámide), una caminata de quinientos metros te llevará hasta donde está el Cenote Sagrado; hacia el sur, pasarás por el Osario y una segunda Plataforma de Venus; pasarás junto a una zona en excavación (la Casa Colorada) y llegarás al Observatorio o Caracol. Si continúas en la misma dirección, llegarás finalmente al Conjunto de las Monjas, donde se encuentra el edificio de La Iglesia.
Todo lo anterior es lo que se considera el área ritual de Chichén Itzá, como lo señala la presencia de las muchas estructuras piramidales. El área visitable de Chichén Viejo se considera, en contraste, un área habitacional destinada a alguna de las élites gobernantes de la ciudad; aquí la arquitectura es más horizontal, con decoraciones más parecidas a las del estilo Puuc.
¿Buscas un mapa? Yucatán Today tiene uno que puedes usar para planear tu visita.
Las estructuras (Al centro: la Gran Nivelación)
El Castillo
El Castillo De 30 metros de alto, está compuesto por 9 plataformas (que hacen alusión a los cuatro puntos cardinales, más los cuatro puntos solsticiales, más el centro); 91 escalones en cada una de sus cuatro caras dan un total de 364, más la plataforma donde se encuentra el templo, dando un total de 365 que, desde luego, hacen referencia al año solar.
Quizá observes, debajo de las escalinatas, un par de puertas metálicas; éstas son entradas a excavaciones que se han hecho para estudiar el interior de la pirámide. Dentro del Castillo hay dos sub-estructuras (pirámides) más, como era la costumbre maya (“sacrificar” construcciones y usarlas como base para construir nuevas versiones de las mismas).
Puedes también ver, sobre la parte superior del Castillo, rastros de su crestería, que ostentaba símbolos de caracoles cortados que hacían referencia al viento y, por lo tanto, al dios Kukulkán.
El Gran Juego de Pelota
Admirar los relieves que verás a los lados del Gran Juego de Pelota podría tomarte una hora completa. Verás representaciones de guerreros ataviados con las protecciones necesarias para participar en este “juego” ceremonial; verás también representaciones de jugadores decapitados, y de los jugadores que los decapitaron.
Aunque no todas las instancias del juego de pelota mesoamericana terminaban en sacrificios humanos, es importante aquí hacer una pausa para hablar sobre esta práctica, que desde el punto de vista occidental se consideraría “bárbara”. Dejando de lado que la mayor parte de las civilizaciones (e incluso la tradición judeocristiana) incluye el concepto de sacrificios de sangre a el o los dioses, se cree que, entre los mayas, la forma en la que alguien moría determinaba el dios que lo llamaba a su lado. Los prisioneros de guerra, por ejemplo, ya estaban destinados al sacrificio, pero al morir con la gloria de haber ganado el juego, podían contar con el favor de un dios distinto y aspirar a un destino más elevado que si hubieran muerto de otro modo.
Volviendo al Gran Juego de Pelota, quizá su aspecto más notable sea precisamente su monumentalidad: es el más grande de Mesoamérica. Los arqueólogos teorizan que, dada su extensión (aproximadamente 70 m) y la gran altura a la que los aros se ubican, probablemente se haya tratado de una cancha votiva, que representaba el Juego de Pelota tradicional, y donde los señores de Chichén y sus invitados de honor se vestían para representar a los dioses y entidades míticas relacionadas con la actividad, presentando una teatralización de eventos legendarios, como los que se narran en el Popol Vuh.
Templo o Plataforma de las Águilas y los Jaguares
Esta plataforma presenta relieves de, pues, águilas y jaguares en cuyas garras hay corazones humanos, haciendo referencia a los ya mencionados sacrificios; sobre ellos, se presentan los guerreros águila y guerreros jaguar, quienes estaban a cargo de la captura, descansando con sus lanzas. Aquí cabe destacar que, mientras en la cultura maya es muy común encontrar representaciones de guerreros jaguar y los guerreros serpiente, los guerreros águila son otra característica “importada” del centro de México.
Fíjate también en cómo cada una de estas plataformas, que funcionaban a manera de escenarios, sirve a cuatro direcciones. Esto no es únicamente para servir a los cuatro puntos cardinales, sino que refuerza de cierta forma la teoría de un sistema de gobierno conformado por distintos grupos de poder consagrados a cada una de estas direcciones.
Las direcciones sí tenían una carga simbólica: no era lo mismo mirar al sur que al norte, al oriente o al poniente. En Yucatán, el norte siempre es el mar; mirar al este es mirar a donde nace el sol; mirar al poniente, a la oscuridad y a la muerte; y, en el caso de Chichén, al sur siempre habría enemigos, pero también objetos de importación como el cacao, cuyo cultivo local no estaba tan difundido.
Sin embargo, los habitantes de Chichén Itzá sí trataron de cultivar su propio cacao a partir de semillas importadas, utilizando rejolladas como invernaderos especializados.
Plataforma de Venus
Normalmente asociamos “Venus” con la diosa de la belleza; borra esa imagen de tu cabeza, pues esta plataforma está dedicada a Venus Guerrero, que abre la puerta y acompaña al sol cuando éste renace después de haber cruzado el inframundo (es decir, al amanecer).
Es importante mencionar que Venus como dios guerrero no es una creencia maya, sino una también importada del centro de México. Se cree que este dios podría ser producto de la influencia de las culturas del centro de Mesoamérica, entre los aztecas existe como Tlahuizcalpantecuhtli.
En el panel central a los costados de las escalinatas verás una figura de un feroz jaguar emplumado abriendo las fauces; el dios, enfurecido, sale de éstas. A sus costados, dos relieves son fácilmente reconocibles: del lado izquierdo, el amarre o petate que representa a la nobleza que rige la tierra que les fue encomendada; del derecho, la figura de caracol cortado o de la estrella de Venus.
Templo de los Guerreros
Templo de los Guerreros El Templo de los Guerreros tiene la mala fortuna de encontrarse básicamente a espaldas del Castillo; si no fuera así, posiblemente sería una de las estructuras más impactantes de Chichén Itzá. Es más compleja de lo que aparenta, y oculta en su interior una subestructura que también habría sido “sacrificada” y modificada para crear un edificio nuevo, el que podemos ver hoy.
Lo primero que observarás (y si no eres muy observador, lo único) en el primer nivel son las columnas rectangulares, que representan a grandes guerreros de los linajes más importantes y reconocidos en la historia de la ciudad hasta el momento; si eras un personaje de importancia en aquella época, seguramente alguno de tus ancestros estaría ahí representado.
Durante su esplendor, las figuras, que “custodiaban” este edificio principal de la guerra, habrían tenido incrustaciones de concha y obsidiana para resaltar los ojos, que aparentarían ver hacia los lados, de manera que cuando cualquier persona ingresara al templo, sintiera sobre sí el peso de las miradas de estos grandes guerreros en posición de batalla.
El techo plano que las columnas sostenían estaría formado por líneas de dinteles, y transversalmente, rollizos completos de caña; se cubría con argamasa, piedras y estuco, y así se creaba un techo ligero que era más rápido y económico de construir.
En el piso superior hay mucho por ver, así que asegúrate de detenerte, de ser posible, con unos binoculares o un buen zoom. Donde remata la escalinata, verás, a cada lado, una cabeza de Kukulkán; sobre cada una, un porta-estandarte en forma de mono. Entre ellas, la figura de un Chaac Mool (un hombre recostado sobre sus codos, sosteniendo un plato), y, a manera de columnas que formarían un umbral, dos de las representaciones más icónicas de la serpiente emplumada; éstas se reproducen en la Fuente del Parque de las Américas, en Mérida, y en la fuente que da inicio a la Zona Hotelera de Cancún. En los muros, a cada lado, verás nuevas figuras del jaguar emplumado de cuyas fauces surge Venus.
Al norte de la Gran Nivelación
El Cenote Sagrado
Quinientos metros al norte del Castillo, un sacbé te llevará hasta el gran Cenote Sagrado. De entre 50 y 60 metros de diámetro (pues es ovalado) y 13 metros de profundidad, en este cenote se hallaron evidencias de sacrificios de distintos tipos, desde esqueletos humanos y animales hasta piezas de cerámica y joyería. Mucho del material extraído fue originalmente contrabandeado a museos en Estados Unidos; una buena parte ya fue recuperada y se encuentra exhibida en el Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México, y se espera que pronto sea trasladada de regreso a Yucatán y se vuelva parte del contenido del nuevo museo que se inaugurará en Chichén Itzá en los meses próximos.
Cerca de la tienda de refrigerios que se encuentra en el área del cenote, ignoradas por la mayoría de los visitantes, hay unas esculturas con forma de rana. Éstas son una referencia simbólica a la lluvia y a los rituales asociados a Chaac, el dios maya de la lluvia; las ranas se consideraban ayudantes de esta deidad.
No es posible nadar en el cenote de Chichén Itzá. No sólo porque no está permitido, sino porque es inaccesible: la superficie del agua se encuentra 15 metros por debajo del nivel del suelo. De todas formas, el Cenote Sagrado es uno de los únicos en los que de todas formas nadie querría nadar: por sus características, está lleno de microalgas que hacen que el agua se vea verde y fangosa, nada apetecible.
Al sur de la Gran Nivelación
El Osario
Entre el grupo de la Casa Colorada y la Gran Nivelación encontrarás la pirámide del Osario. Es similar al Castillo, en menor escala, y también está acompañado por una plataforma de Venus, con la misma disposición. En su interior hay también una subestructura y un altar circular, parecido a otro que se encuentra en Chichén Viejo (sobre el que, si decides seguir leyendo, leerás más adelante). La pirámide del Osario, de nueve niveles igual que el castillo, presenta en sus niveles superiores tienen relieves que representan guerreros. Junto a una de las esquinas de la pirámide, al nivel del suelo, verás una especie de tótem de mascarones de “Chaac”; éste fue restaurado y exhibido ahí para mayor facilidad, ya que los mascarones originalmente se encontraban en lo alto de la estructura.
¿Por qué “Chaac”, así, entre comillas, te preguntas? O quizá, primero, “¿qué o quién es Chaac?” Chaac es el dios maya de la lluvia, que normalmente se representa con una nariz en forma de gancho. Ahora sabemos que Chaac no es la única deidad mesoamericana que se representa de esta forma, y, si tomamos en cuenta que Chichén en muchos sentidos estaba más alineado y abierto a sus aliados extranjeros, sería poco probable encontrar ahí a Chaac. La representación podría corresponder a algún otro dios del centro del país, como por ejemplo a Wits, el dios maya de las montañas que, comprensiblemente, no tenía un culto muy extendido en Yucatán. Sin embargo, siendo que en el centro de México las montañas sí eran de gran relevancia, es posible que se construyeran montañas artificiales (pirámides) en su honor.
El Observatorio o Caracol
El Observatorio o Caracol Esta estructura tiene dos nombres porque uno hace honor a su función, y el otro a su construcción. Por dentro, el edificio tiene una escalera de caracol que conducía a sus usuarios hasta el nivel superior. Por fuera, habría tenido la forma de un pastel de boda. En el nivel superior, las ranuras o ventanas sobre el muro circular permitían a los astrónomos estudiar y documentar los cuerpos estelares y sus trayectorias dentro de su campo de visión asignado.
Frente al Observatorio, sobre el murillo donde remata la última de las escalinatas visibles, verás unos cilindros de piedra. Si tienes un buen lente, no dejes de echarles un vistazo de cerca: son esculturas de cabezas.
El Conjunto de las Monjas y La Iglesia
El Conjunto de las Monjas y La Iglesia Al extremo sur del sitio principal encontrarás este complejo, que seguramente te impactará por lo distinto que es a simple vista. De estilo mucho más cuadrado (no piramidal) y ornamental, es mucho más parecido, por ejemplo, a Uxmal (a cientos de kilómetros de distancia) que al resto de Chichén Itzá. Si tienes interés en apreciar de cerca el detalle de los relieves, grabados, esculturas y trabajo en estuco que se realizó en Chichén a lo largo de los siglos, verás que los 500 metros de caminata desde el Castillo bien valen la pena.
Chichén Viejo
Como mencionamos anteriormente, la zona ritual de Chichén Itzá (donde se encuentran el Castillo, el Observatorio, etc.) es una de las más “modernas” que hay en el mundo maya. Chichén Viejo, sin embargo, hace honor a su nombre.
Esta parte del sitio, que estuvo cerrada al público durante décadas, corresponde a la zona habitacional de una de las élites que rotaban en el gobierno de la ciudad; verás edificios más planos y alargados (que te recordarán más al estilo de Uxmal que al de Chichén Itzá). Otra diferencia importante con el resto del sitio es la atmósfera: al estar todavía muy controlado el acceso a esta área, impera el silencio, los cantos de las aves, y, si visitas en viernes, los sonidos asociados a las diversas labores que el personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) está llevando a cabo.
Cómo visitar la Serie Inicial en Chichén Viejo
La parte de Chichén Viejo que es posible visitar se conoce como Grupo de la Serie Inicial, en referencia al grabado de una fecha del calendario de cuenta larga que se encontró ahí. Por el momento, el acceso a Chichén Viejo se encuentra controlado, ya que no hay servicios disponibles (sanitarios, andadores, etc.), y en general, por el momento, el área no podría manejar la enorme carga de visitantes que llega a Chichén Itzá todos los días.
No hay un costo adicional para visitar Chichén Viejo; la admisión está incluida con tu acceso a la zona arqueológica (consulta las tarifas de acceso a Chichén Itzá aquí). Sin embargo, esta parte del sitio sólo está abierta a visitantes dos días a la semana, viernes y sábados, en dos horarios: 9 am y 12 pm. En cada horario, sólo se permite el acceso a un máximo de 25 personas, para un total de 100 visitantes por semana. Para asegurar tu lugar, reserva con anticipación (Tel. 985 851 0137), pero si te encuentras en Chichén en viernes o sábado por la mañana, no pierdes nada preguntando si quedan espacios disponibles.
La visita a Chichén Viejo
Tu visita a Chichén Viejo incluye una caminata de poco más de un kilómetro por un sendero recientemente habilitado. Se planea que en el futuro este sendero se habilite como un paseo eco-arqueológico, con áreas de descanso, pero por lo pronto, es importante recalcar que es un recorrido rústico que tomará alrededor de 25 minutos.
Templos del Amanecer y Anochecer
Ya en el sitio, lo primero que pasarás es un arco que marca la entrada. Este arco simboliza las fauces del ser primigenio reptiliano, es decir, al origen de la tierra que surge de este ser. Esto permite vincular al linaje o familia que habitaba en el interior con los orígenes míticos del universo.
Entre las estructuras que te recibirán al cruzar este arco se encuentran los templos del Este y el Oeste, que desde luego funcionan como marcadores solares. Entre ambos se encuentra el Altar o Plataforma de la Tortuga, que hace referencia a la leyenda del renacimiento de Nal o Yum K’áax , dios maya del maíz (dios E), a quien esta parte del complejo está dedicada.
El Templo del Oeste, también conocido como La Tumba, se asocia con la oscuridad y la muerte; de hecho, en él se encontraron restos humanos calcinados de jóvenes ataviados como guerreros. Al otro extremo, el Templo del Este es la única construcción de tipo piramidal en esta zona. Es también la que le da su nombre al grupo, pues en un dintel grabado en piedra aparece una fecha de la serie inicial de la cuenta larga, correspondiente al 13 de julio del 878 d.C. Este dintel está vinculado a la más antigua de sus cuatro fases constructivas.
La Casa de la Luna
La Casa de la Luna cuenta con un adoratorio al fondo de la estructura en la parte oriente, atravesando un recibidor con columnas adornadas con guerreros y pasando una puerta con una representación de un conejo dentro del símbolo que representa la luna. En el centro del espacio donde se encuentran las 36 columnas, las investigaciones apuntan a que el techo contaba con un tragaluz que pudo funcionar para ventilar lo que pudo ser una caja de fuego.
Al atravesar las columnas, fíjate bien, sobre todo en sus bases; quizá puedas distinguir algunos restos de pintura. El piso y zoclo eran negros; seguía una banda roja y una amarilla, simulando un atardecer. Al fondo hay un altar donde se encontraron evidencias de quemas rituales. La actual hipótesis de los arqueólogos es que se trataba del sitio de un ritual de iniciación (es decir, la transición de niños a adultos) que podría haber involucrado algún autosacrificio.
Casa de los Caracoles y Casa de los Falos
Este aparentemente enorme edificio es en realidad dos que terminaron por unirse en uno. Ambos dan a un patio común (llamado Patio de los Hombres Pájaros) donde verás un sinfín de columnas que muestran guerreros parados sobre una base donde se ve la representación de Venus guerrero (dios de la guerra) que, como ya mencionamos antes, acompaña al sol cuando éste resurge del inframundo.
Las figuras que dan su nombre a estas estructuras están en los frisos de las paredes; de abajo hacia arriba, primero verás los falos (que también podrías pensar son caracoles); justo sobre ellos, una primera hilera de caracoles, que parecen marchar en una dirección, y más arriba, por encima de donde en algunos puntos puedes apreciar una serie de relieves, la segunda hilera de caracoles, “marchando” en la dirección opuesta.
Probablemente salgas de la estructura pasando junto a dos columnas en forma de guerreros (lo que comúnmente llamamos atlantes); fíjate en el friso sobre ellos, y ve si puedes divisar las “ramas” que salen del personaje central, una alusión más a la importancia de los linajes en esta área.
Casa de los Escudos
Ésta es una de las estructuras más recientemente definidas, lo que no significa que haya sido recientemente descubierta: ya se sabía de su existencia, pero no se sabía qué era exactamente. Se creía que era un anexo o adición a la Casa de los Caracoles, pero durante las excavaciones de las fachadas a partir de noviembre de 2022, a cargo de los arqueólogos Max Ayala y Arturo Cortés, se descubrió que los muros estaban adornados con escudos de guerra. Se encontraron en total siete escudos completos en la pared sur del edificio, cada uno compuesto por entre seis y ocho paneles.
Uno de ellos, que daba al sureste, presentaba rastros de pintura, por lo que se está estudiando para determinar cómo se habrían visto los escudos a color. Los escudos son circulares, con adornos de lo que podrían ser plumas; por abajo, plumas largas cuelgan como guirnalda. Se entiende que, por atrás, es atravesado por tres flechas; de un lado están las puntas y del otro las plumas o dardos. También se ve un lanzadardo, que es parte del equipamiento de guerra, y, según el escudo, una especie de garrote o arma contundente. También se ve a los lados una bolsa, en la que podrían haberse transportado puntas de flecha u otros artículos rituales. Todos estos son elementos comunes en las representaciones de guerreros, que normalmente llevan en una mano flechas y en la otra dardos, la bolsa colgada, y el escudo en el antebrazo.
Casa de los Búhos
Esta estructura, al sur de la plaza del palacio de los caracoles, se llama así por las representaciones de esta ave en el friso principal, fachada interna y columnas. Hay búhos rodeando las cuatro caras de la parte superior del edificio, además de unas cintillas arriba y abajo que contienen representaciones de tortugas. En las columnas hay también relieves del entrelazado que representa a la nobleza, además de árboles de cacao, que, al igual que los búhos, se asocian con el sur, no sólo en Yucatán, sino también en las civilizaciones prehispánicas que se asentaron en lo que hoy son los estados de Oaxaca y Veracruz.
Casa de los Monos
Casa de los Monos La Casa de los Monos es una construcción muy similar a la Casa de los Caracoles, tanto en longitud como en los relieves que presenta; sin embargo, aquí se representa también a un gobernante cuyo nombre podría ser 10-Perro o 10-Coyote; para no fallar, 10-Cánido. Además de las representaciones de plantas y frutos, verás también en las cuatro caras del edificio representaciones de monos inclinados, como si estuvieran, pues, defecando y así esparciendo semillas.
Al oeste del mismo largo quer caracoles, relieve similar al de caracoles, pero representa al señor llamado 10-cánido (perro o coyote). Representaciones de plantas y frutos, pero también de monos en posición inclinada, como si estuvieran defecando esparciendo semillas.
En la cintilla, tanto arriba como abajo, representaciones de monitos que van alrededor del edificio en la cuatro caras. Dos galeras amplias de bóvedas que abarcan todo el ancho del edificio.
El equinoccio en Chichén Itzá
Chichén Itzá es especialmente famoso por el juego de luz y sombra que ocurre cada equinoccio. Tanto en marzo (equinoccio de primavera) como en septiembre (equinoccio de otoño), podrás observar que la sombra de las nueve plataformas del Castillo o Pirámide Kukulkán se proyecta sobre las alfardas de las escalinatas, formando siete triángulos de luz. Conforme el sol baja hacia el horizonte, los triángulos, combinados con las esculturas que se encuentran al pie de las escalinatas, dan la impresión de una serpiente que desciende del Castillo.
Este fenómeno se aprecia en su punto máximo alrededor de los días 21, tanto de marzo como de septiembre, aunque es visible también unos días antes y después. Apreciar este fenómeno no tiene costo, pero especialmente el día en cuestión el sitio se encuentra todavía más lleno de visitantes; procura llegar temprano para instalarte y protegerte bien del sol.
Today’s Tip:
Si está nublado, el fenómeno arqueo-astronómico del equinoccio puede no distinguirse tan bien. Marzo es el mes más seco del año en Yucatán; sin embargo, septiembre se encuentra todavía dentro de la temporada de lluvias.
El video mapping de Chichén Itzá: Noches de Kukulkán
Chichén Itzá ofrece un espectáculo de video mapping (luz y sonido) proyectado sobre el Castillo, únicamente en español. “Noches de Kukulkán” presenta un recorrido por la cosmogonía maya, creando ilusiones ópticas que seguramente te maravillarán. El espectáculo dura aproximadamente 25 minutos.
Previo al video mapping, tendrás la oportunidad de recorrer las principales estructuras de la Gran Nivelación (el Gran Juego de Pelota, las Plataformas y el Templo de los Guerreros), iluminados de diferentes colores; esto crea una experiencia completamente diferente, en paz y silencio.
Mar. – dom. 7 pm (temporada de invierno) u 8 pm (primavera y verano)
Boletos en taquilla o a través del sitio web: www.nochesdekukulkan.com.mx
¿Te gustaría conocer sobre otros video mappings en Yucatán? Haz click aquí para leer “Noches de Luz y Sonido en Yucatán”.
Actividades cercanas
Chichén Itzá se encuentra, básicamente, en el centro del estado, lo que hace fácil trasladarse hacia y desde varios otros puntos de interés.
Distancias
- Distancia entre Chichén Itzá y Pisté: 3 km (8 minutos en auto)
- Distancia entre Chichén Itzá y Kaua: 20 km (20 minutos en auto)
- Distancia entre Chichén Itzá y Valladolid: 44 km por la carretera libre (46 minutos en auto)
- Distancia entre Chichén Itzá y Espita: 51 km (58 minutos en auto)
- Distancia entre Chichén Itzá e Izamal: 73 km por la carretera libre o de cuota (1:15 horas en auto)
- Distancia entre Chichén Itzá y Mérida: 122 km (1:45 horas en auto)
- Distancia entre Chichén Itzá y Cancún: 205 km (2:30 horas en auto)
- Distancia entre Chichén Itzá y Playa del Carmen: 182 km (2:15 horas en auto)
- Distancia entre Chichén Itzá y Tulum: 154 km (2:10 horas en auto)
- Distancia entre Chichén Itzá y Uxmal: 197 km (2:26 horas en auto) Distancia entre Chichén Itzá y Tekax: 123 km por caminos secundarios (2:13 horas en auto)
Dónde comer cerca de Chichén Itzá
Las opciones más cercanas son Pisté (donde los hoteles ofrecen varias opciones de platillos, ya sea buffet o a la carta) y Kaua (donde hay varios restaurantes y cocinas tradicionales, especializadas sobre todo en el Poc Chuc y la longaniza de Valladolid).
En Valladolid, la autoproclamada capital gastronómica de Yucatán, encontrarás muchas actividades culturales, refrescantes cenotes y un amplio abanico de opciones gastronómicas.
En Espita, hoteles como Casona Los Cedros y Casa K’acaya ofrecen opciones de comida yucateca con un toque gourmet.
Dónde hospedarse
Chichén Itzá cuenta con una zona hotelera, tanto alrededor del sitio como en Pisté, pero puedes también elegir quedarte en alguno de los Pueblos Mágicos más cercanos, ya sea Valladolid, Espita o incluso Izamal.
- Pisté
- Hacienda Chichén
- Carretera Libre #180, Km 120
- Tel. 999 920 8408
The Lodge at Chichen Itzá
Agradecemos al equipo del Proyecto Chichén Itzá, liderado por el Arqlg. José Osorio, por las facilidades otorgadas para la realización de este artículo, al Arqlg. Arturo Cortés por su apoyo con la verificación de los datos aquí presentados, y a los Arqlg. Francisco Pérez, Rest. Claudia Mei Chong, Arqlg. Julio Alonso, Arqlg. Miguel Salazar y Arq. Aurora Peña por su tiempo y apertura.