Janal Pixan, Finados o Día de Muertos en Yucatán
La segunda quincena del mes de octubre se ha convertido en una de las más populares para visitar Yucatán. El calor ha amainado, igual que la temporada de huracanes, pero la belleza del estado se resalta de mil maneras, incluyendo las que rodean a la celebración de lo que en el resto de México (y buena parte del mundo) se conoce como Día de Muertos.
En Yucatán, la celebración mexicana de Día de Muertos se llama “Días de Finados”, o simplemente “Finados”; en Mérida y poblados más turísticos se conoce más ampliamente como Janal Pixan, que significa “comida de las ánimas”. Continúa leyendo para conocer la distinción más a detalle.
Los Días de Finados
Los Días de Finados son días de encuentro amoroso entre vivos y quienes se adelantaron de manera física, cuya alma permanece y viene a visitarnos; más que días de celebración, son días de respeto. En los Días de Finados, recordamos a quienes ya no están con nosotros: el finado don Elut, la finada Pelipa (N. de la E.: en maya, el sonido de la F es inusual, y mucha gente la pronuncia como P). Un finado es aquélla o aquél cuyo camino ha finalizado en la vida terrenal.
Como sucede con otras celebraciones de Día de Muertos, los días de más devoción a los “Finados” comienzan a finales de octubre. El día 31 está dedicado a las ánimas de los niños, el 1 de noviembre, a las ánimas de los adultos y el día 2, a todos los santos. La creencia es que las ánimas permanecen entre los vivos todo el mes de noviembre; incluso, en algunas comunidades, aún se acostumbra a realizar rezos y preparación de alimentos el último día de noviembre. A esto se llama biix mes; esto viene de la palabra biix, que significa ochovario (u ochavario), refiriéndose a los ocho días posteriores a un fallecimiento.
Como puedes ver, los Días de Finados contienen un gran sincretismo religioso, ya que si bien el día 31 de octubre y primero de noviembre en las casas se ofrendan alimentos, incienso y flores para las almas de los parientes que llegan a visitar, el día 2 la iglesia lo ofrece para todos los santos, mediante misas y visitas al cementerio.
Janal Pixan
De acuerdo con datos recabados, es a partir de 1995 que se estableció de manera oficial llamar Janal Pixan a las fechas de finados en las comunidades.
Cabe resaltar que, de acuerdo con la norma de escritura de la lengua maya, publicada por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) en el año de 2014, Janal Pixan debe escribirse con J, a pesar de que cada año se debata y algunas personas continúen escribiéndolo con H (Hanal Pixan). Como mencionamos anteriormente, Janal Pixan significa “comida de las ánimas”, en referencia a la mesa-altar que se pone, invitando a las almas de nuestros seres queridos ya difuntos a compartir los alimentos con nosotros.
El pixan es el regalo de los dioses a los humanos al nacer, un fluido que indica la energía e intensidad de la persona, su fuerza y lo que los acompañará al inframundo. Se dice que el mundo de los vivos, muertos y el de los dioses está unido por caminos en forma de serpientes donde las ánimas transitan.
Es a partir de 1995, pues, que la observancia de los Días de Finados comienza a salir de los hogares yucatecos. En este año se inicia la muestra de altares en la Plaza Grande de Mérida como parte de las celebraciones. Paulatinamente también escuelas, universidades, restaurantes y hoteles, de Mérida y del interior del Estado comienzan a hacer sus propias muestras, volviéndolas incluso concursos a los que año con año se invita como jurado a personalidades que sean conocedoras de las tradiciones. Estos concursos muchas veces se desvirtúan, ya que se presta a que se incluyan elementos que no pertenecen a la práctica cultural con el fin de crear altares más “vistosos”, pero menos auténticos.
Con el tiempo, las celebraciones han ido creciendo tanto en número como en popularidad. Ya son varios los municipios que organizan festivales con actividades alusivas, como es el caso del Festival de las Ánimas en Mérida; las actividades mencionadas incluyen procesiones, tours, muestras culinarias y exhibiciones fotográficas. El evento más popular, sin duda, es el Paseo de las Ánimas, que comenzó en Mérida en 2008. Consiste en una procesión compuesta por cientos de personas, vestidas con trajes típicos yucatecos y las caras pintadas como calaveras, que parten del cementerio general y caminan hacia el norte, pasando por el barrio de La Ermita y terminando en el parque de San Juan.
Desde la creación del Paseo de las Ánimas en Mérida, se han sumado actividades similares en el interior del estado, además de versiones que se llevan a cabo en bicicleta, con mascotas y de varias otras formas. Cada año Yucatán Today compila un listado de los distintos eventos que se darán, organizados por ubicación y por fecha, para que no te pierdas de los que más te llamen la atención. Haz click aquí para el calendario más reciente de eventos de Janal Pixan (Día de Muertos) en Yucatán.
En su conjunto, los eventos que ocurren en estos días suelen agruparse con los del resto del país; es esto a lo que se conoce como “día o días de muertos”. En las escuelas se refuerza este vínculo, pues los niños aprenden sobre el Día de Muertos al tiempo que instalan altares (ya sea en la casa, escuela o ambos), y hasta suelen ir a clases con su ropa típica de Yucatán, acorde con la celebración de Finados o Janal Pixan.
¿Desfile de catrines o calaveras?
En años recientes se ha creado una confusión entre los términos de “catrín/catrina” y “calavera”. Esto se debe a que una de las calaveras más famosas, la Calavera Garbancera de José Guadalupe Posada, fue luego llamada “la Catrina” cuando Diego Rivera la reprodujo en uno de sus murales más famosos, “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”.
La Calavera Garbancera representaba una crítica social hacia los mexicanos (sobre todo aquéllos de origen indígena) que renegaban de sus orígenes buscando aparentar provenir de una clase social acomodada, y cómo la muerte se los llevaría a todos por igual. El término catrín (y catrina), por otro lado, se usaba para referirse a personas vestidas muy elegantemente, y también a los indígenas que, dejando de lado su vestimenta tradicional, se vestían a la usanza europea.
Así es que la Catrina de Diego Rivera se refería a una calavera muy “emperifollada”, con un elegante sombrero de plumas de avestruz; la imagen se hizo tan icónica que hasta el día de hoy se asocia más la palabra “catrín o catrina” con la calavera que con la vestimenta.
En el marco de la Noche Mexicana organizada todos los sábados por el Ayuntamiento de Mérida, el Festival de las Ánimas suele incluir un desfile de catrinas. Ésta es distinta a los Paseo de las Ánimas organizados por distintos ayuntamientos, que a su vez representan la salida de las almas del cementerio, y de regreso a sus hogares.
Preparación de los días de finados
Ahora volvamos a la tradición de los días de finados, que se lleva a cabo de forma más familiar e íntima en los hogares yucatecos. Los días de finados implican una serie de preparaciones anteriores para el recibimiento. En algunas familias ésta comienza desde inicios del mes de octubre; en estos días, incluso el aire huele diferente; se siente una sensación de tristeza y nostalgia; en los montes se pueden mirar flores silvestres de diferentes colores, que en ocasiones se usan para los altares. Las creencias han sido transmitidas de generación a generación sin cuestionar si son o no reales, y los preparativos se realizan con mucha devoción. Éstos incluyen la limpieza de los patios y las casas; es importante no dejar nada sucio, ya que, de hacerlo, al llegar nuestras visitas se pondrán tristes y harán la limpieza.
En algunas comunidades aún se pintan las albarradas de blanco y se colocan velas para iluminar el camino de las ánimas que año con año llegan a visitar a sus parientes en la tierra. A las ánimas se les recuerda como estaban en vida; se recuerda qué alimentos les gustaban, y se platica con ellos de lo que ha sucedido en el año que no han estado. Es una fiesta de convivencia, de reunión familiar para la preparación de la comida que el difunto disfrutaba y del píib (el horno subterráneo) en el que ésta se elaborará.
Lo siguiente es preparar la mesa-altar donde se colocarán las ofrendas.
Altares de Finados o Janal Pixan en Yucatán
La preparación del altar de Finados en Yucatán es una tradición que fusiona elementos mayas y españoles. Algunas variantes más modernas hacen alusión a la cosmovisión maya colocando el altar en tres niveles. Sin embargo, tradicionalmente, el altar consiste en una mesa simple, que puede ser cubierta con un mantel blanco y/o bordado; en algunas comunidades, en vez de mantel el altar se cubre con hojas de plátano o de palma. También suelen colocarse imágenes religiosas, destacando la cruz verde de madera que, al representar también el árbol de la ceiba (símbolo del universo maya), suele encontrarse con mucha facilidad en los hogares, herencia de los antepasados.
Actualmente, los días de finados en Yucatán se manifiestan de un sinfín de maneras diferentes; incluso dentro de un mismo municipio, la forma de celebrar puede variar y tener sus propias particularidades. No hay que dejar de resaltar que no hay una sola regla sobre qué colocar en los altares; mucho tiene que ver con el sentimiento y la creencia de cada familia. Según testimonios recogidos en las comunidades, hasta un vaso de agua con un pan en la mesa del altar es suficiente, si se realiza con verdadera voluntad.
Sin embargo, los elementos que más comúnmente se encuentran decorando una mesa-altar son fotografías de los difuntos, velas, copal o incienso y flores silvestres; entre éstas resaltan las flores de xté, xpujuk y jmul, así como las virginias, teresitas y flores de San Diego. Lo que no debe faltar, sin duda, es la comida que el difunto acostumbraba comer.
Puedes leer más sobre los altares, sus elementos principales y dónde encontrarlos en nuestro artículo Los altares de Janal Pixan o Día de Muertos en Yucatán.
La comida de Janal Pixan, Finados o Día de Muertos en Yucatán
La comida juega un papel central en la conmemoración de los difuntos; no por nada el Janal Pixan significa “comida de las ánimas”. Se cree que, durante los Días de Finados, las almas de los fallecidos regresan a la Tierra para disfrutar nuevamente de sus platillos favoritos, que se les preparan especialmente y ofrecen en la mesa-altar.
Los platillos que se colocan en el altar varían según el gusto del difunto; durante los días dedicados a ellos, se hacen rezos antes de cada alimento, y éstos se van cambiando según la hora del día (desayuno, comida y cena). Los platillos se acompañan con otras delicias como el xe’ek’ (ensalada de jícama y cítricos), pibinal (mazorca de maíz cocida en el píib) y calabaza melada. Además, se ofrecen bebidas como el atole nuevo y chocolate caliente, así como dulces tradicionales y pan. Todos estos alimentos, después de ofrecidos a los difuntos para que ellos los disfruten, se comparten en familia y con amigos.
Lo que todos los altares yucatecos tienen en común es el plato estrella de la temporada: el mukbilpollo (o pib), un tamal de pollo y/o cerdo envuelto en hojas de plátano y cocido en un horno subterráneo llamado píib.
El mukbilpollo o pib se prepara, ofrece y sirve en el último día de rezos, cuando se considera que las almas regresan al inframundo; en algunas poblaciones de Yucatán se come el día 2 de noviembre; en otras, en el biix u ochovario (ocho días después del día 2); y en algunas más, en el biix-mes, que es el último día de noviembre. Esto es debido a que se considera que el pib es el único platillo que los difuntos pueden llevarse consigo de regreso al inframundo.
La tradición de compartir el mukbilpollo mientras se recuerda a quienes ya no están presentes físicamente está sumamente arraigada, y es esperada con ansias por yucatecos de todo el espectro social.
Lee más sobre el mukbilpollo o pib en nuestro artículo “Todo sobre el mukbilpollo”. Por otro lado, si deseas probar un mukbilpollo o pib, participar en un taller para aprender a prepararlo, o hacerlo por tu cuenta en casa, tenemos varios artículos por donde puedes empezar.
Finados, Janal Pixan, Día de Muertos, y ahora también Halloween
Existe todavía una aculturación más que con el tiempo se ha venido dando en Yucatán. Con la llegada de personas de otras partes, la tecnología y la influencia de los medios, se puede observar cada vez más alusiones al Halloween, más relacionado con espantos y monstruos, y que conlleva fiestas de disfraces. Cada vez se hace más popular que los niños se disfracen y salgan a pedir dulces, una tradición que nunca había existido en Yucatán.
Por Ely Chavarrea y el equipo de Yucatán Today.