Debido a su ubicación geográfica, no sorprende que Sisal se sienta como una isla en medio de tierra firme. Caracterizada por la arquitectura colonial y los murales que invitan a la reflexión, cuando llegué a Sisal me sentí confundida. Había explorado todas las otras playas en Yucatán, pero nunca había visitado Sisal. ¿Cómo podía habérmela perdido? Sisal puede que sea la más hermosa de todas.

Situada junto a la reserva estatal «El Palmar», Sisal es una pequeña población dentro de un gran tramo de playa virgen. A solo 50 km de Mérida, Sisal parece remota, principalmente porque la carretera costera no llega a sus orillas. Aislada de esta carretera principal, Sisal permanece como una isla, creando un ambiente de playa muy diferente a cualquier otro puerto yucateco.

El pueblo, de aproximadamente 2,000 habitantes, debe su arquitectura a su pasado histórico. Sisal fue el primer puerto internacional importante de Yucatán. Establecido a principios de 1800, fue la respuesta a la creciente industria del henequén. Las granjas con hileras de estas plantas espinosas surgieron en toda la península, convirtiéndose en el producto de exportación más importante de la región. Es por las cajas de madera estampadas con el sello del puerto «Sisal», que la gente de todo el mundo todavía se refiere hoy día a esta fibra como «sisal». A finales de los 1800s, Progreso había reemplazado a Sisal como el puerto más importante de Yucatán, asumiendo la exportación de henequén al mundo.

Con el tiempo, este cambio dio como resultado una cultura local fortalecida y proyectos de conservación impulsados ​​por la comunidad. En conjunto con la gente local, una de las universidades más grandes e influyentes de México, la UNAM, estableció un centro de investigación ecológica en Sisal, dedicado a estudiar el complejo sistema de manglares y lagunas, las carreteras de agua dulce que conducen al océano de agua salada y a la biodiversidad marina.

Debes visitar Sisal por sus amplias playas de arena y dunas salvajes que te invitan a correr y jugar en sus costas. El muelle está rodeado de aguas turquesas brillantes y olas bravuconas. Disfruta del néctar de la naturaleza directamente de un coco o disfruta de la pesca del día sintiendo la blanca y fina arena entre los dedos de los pies.

Antes de regresar a Mérida, visita el «puerto de abrigo» y no dejes de fotografiar los innumerables barcos propiedad de pescadores locales. Nuestra foto de portada se inspira en el gran número de estas sencillas embarcaciones, que te hacen pensar en la importancia del trabajo en comunidad, a diferencia de la comercialización en la industria pesquera local.

Cómo llegar:

Llega a Sisal tomando la carretera a Celestún, a través de Hunucmá, en dirección noroeste desde allí.

 

Editorial por Amanda Strickland
Fotografía por Amanda Strickland para uso en Yucatán Today

 

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