Cuentan mis mayores que, a mediados del siglo pasado, mi abuelo paterno pasó una noche en un campamento chiclero abandonado en la zona donde se juntan Yucatán con Campeche y Quintana Roo. En la madrugada lo despertaron fuertes y violentos golpes en la puerta, pero no se atrevió a ver quién era. Sólo golpes: ni un sonido más, ni una voz. Así como empezaron, dejaron de sonar, pero mi abuelo ya no pudo volver a dormirse.
La selva de Yucatán, y de toda la península, está habitada por seres mágicos e increíbles. Uno de los más temidos es el Sinsimito. Se trata de una criatura de enorme tamaño, gran fuerza y temperamento agresivo, que siembra temor entre quienes se internan en el monte.
Por si fuera poco, roba ganado, rapta mujeres y no lo hieren las flechas ni las balas. De acuerdo con la tradición habita en cuevas y vive solitario, aunque hay una versión en la que anda en grupo cerca de la costa, por la zona de Chicxulub Puerto.
De estatura considerable y musculoso, su cuerpo está cubierto de pelo oscuro, su cara es horrenda y tiene los pies al revés, de modo que cuando camina su rastro indica una dirección contraria a la que en realidad lleva. Por eso se advierte que, si ves huellas enormes en la selva, será mejor seguirlas, porque si tomas el sentido contrario te estarás acercando a él.
Pese a su mala fama, se le considera guardián del monte y al parecer entiende maya. Pero no trates de hablarle. Si llegas a encontrarlo, lo mejor es bailar con extravagancia para hacerlo reír sin control y que pierda el equilibrio, ya que por la deformidad de sus brazos y piernas, le será difícil levantarse, dándote oportunidad de escapar. Otra manera de esquivarlo es meterse a un cenote o una laguna, ya que el Sinsimito teme al agua.
El origen de la leyenda es incierto, pero como todo relato ancestral, suele esconder una reflexión. El Sinsimito sería un hombre que se dedicó a la brujería para apartarse del mundo, hasta que se convirtió en un monstruo. Así, sus pies al revés y aspecto salvaje son una metáfora de su huida de la sociedad: estaría volviendo a una etapa humana primitiva.
Las historias acerca de este ser se extienden hasta Guatemala y Honduras, donde se le conoce como Sisimite. Y por supuesto, es inevitable apreciar su parecido con el Sasquatch californiano y el Yeti himalayo, que serían algo así como sus primos.
Nunca supimos qué fue lo que asustó a mi abuelo aquella noche en el monte. ¿Habrá sido el Sinsimito o algún otro ser desconocido? Quién sabe, pero las leyendas tienen un origen…
Por Alberto Chuc
Me gusta viajar a través de libros y en el mundo real, actividades que combino cada vez que puedo.
Ilustraciones por José de Santiago Torices Montero del libro «El Gran Libro de las Leyendas Mayas»
por Dante Editorial para su uso en Yucatán Today.
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