<span id="hs_cos_wrapper_name" class="hs_cos_wrapper hs_cos_wrapper_meta_field hs_cos_wrapper_type_text" style="" data-hs-cos-general-type="meta_field" data-hs-cos-type="text" >Un paseo por las pirámides de Izamal</span>

Un paseo por las pirámides de Izamal

29 enero 2024
/
8 min. de lectura
Compartir

Seguramente escuchas Izamal y en automático piensas en el color amarillo, el convento de San Antonio de Padua o el yacimiento arqueológico Kinich Kakmó. Sin embargo, la Ciudad de los Cerros es mucho más que eso. Quédate con nosotros para disfrutar de cinco lugares para visitar en Izamal de los que poco se habla y que podrían hacer de tu itinerario algo especial.  

 

Izamal, la Ciudad Amarilla de los Cerros y las Tres Culturas

Izamal Arco Plaza Zamna by Laura PasosIzamal es conocida por ser la Ciudad de los Cerros; se dice que esto es debido a que las construcciones mayas que en ella se encuentran estaban en tal grado de abandono que aparentaban ser pequeñas colinas. Incluso, hasta hace poco tiempo, los izamaleños continuaban refiriéndose a las pirámides como cerros.    

 

Por otro lado, la convivencia de estos vestigios mayas con construcciones coloniales (como el convento de San Antonio de Padua) y, desde luego, la vida del México moderno, le han dado también el sobrenombre de Ciudad de las Tres Culturas  

 

Su tercer “apodo” es la Ciudad Amarilla, y no es difícil ver por qué: toda la ciudad se encuentra pintada de ese alegre color. Las leyendas sobre por qué esto es así abundan; lo cierto es que en Izamal las fachadas de las casas son amarillas desde la década de 1960, y que el tono de amarillo se estandarizó en 1993, coincidiendo con la visita del papa Juan Pablo II a esta ciudad.     

 

Habuk Izamal by Elena Murillo Piramide¿Qué tiene de especial Izamal?

Izamal narra una historia de más de 2500 años de ocupación. Como ciudad maya, su apogeo comienza en el Protoclásico (150 - 250 d.C.), y su declive en el Posclásico temprano (1000 - 1200 d.C.), cuando Chichén Itzá cobra mayor auge. Desde su plaza principal cuatro sacbés (calzadas prehispánicas) se extendían hacia cada punto cardinal; de ellos sólo sobreviven los que conectan con el sitio arqueológico de Aké (32 km hacia el oeste) y con Kantunil (22 km al sur).    

 

Fue la importancia de la ciudad y la monumentalidad de sus construcciones la que llevó a los españoles a fundar ahí el convento de San Antonio de Padua y hacer de Izamal un “poblado de indios” (a diferencia de ciudades como Mérida y Motul, que se consideraban “villas españolas”). Las pirámides que sobreviven hasta hoy son parte de la ciudad y, por lo tanto, su acceso es libre y gratuito todos los días de 8 am a 5 pm.         

 

Plaza Zamná 

Antes de comenzar tu recorrido, la plaza principal de Izamal te espera. En ella respirarás un aire lleno de tranquilidad mientras te atiborras los sentidos con toda la intensidad del color amarillo tan característico del Pueblo Mágico.  

 

Además de tomarte todas las fotos que quieras en las coloridas letras que deletrean “Izamal” o disfrutar la vida y la vista desde las bancas de la plaza (acompañado de algún antojito o un helado), también podrás surtirte de artesanías para ti o para tus seres queridos. Encontrarás sombreros, joyería, ropa típica, hamacas, artículos tejidos a crochet y accesorios bordados para el cabello, entre muchas cosas más.

 

2402-Artesanias-Izamal-Plaza-Zamna-by-Elena-Murillo-1
2402-Habuk-II-Izamal-Elena-Murillo-1

 

Sitios arqueológicos en Izamal

Si de sitios arqueológicos en Izamal se trata, todo mundo habla sobre Kinich Kakmó (y con justa razón, pues es una de las más grandes en México). Por eso, en esta ocasión, decidimos romper el molde y contarte un poco sobre cuatro pirámides recién abiertas al público: Habuk, El Conejo, Itzamatul y Chaltun Ha. Todas ellas son de acceso gratuito en un horario de 8 de la mañana a 5 de la tarde.     

 

Habuk

Ubicado a sólo metros del centro de Izamal está el sitio arqueológico Habuk, un lugar sobre el cual la información no abunda, pero que, por lo mismo, te invita a abrir tu imaginación a las más de mil posibilidades. Sólo piensa: ¿qué pudo ocurrir ahí? ¿por qué fue construido y para quién? ¿cómo habrá lucido sin el pasar del tiempo?   

 

Pese a esto, la visita al lugar no representa problema alguno, pues es público y gratuito. Además, al ser poco concurrido y tranquilo, resulta ideal para despejarse. El área está bien resguardada y sin problemas te puedes subir a lo más alto (es un decir, no está tan alto) de la construcción. La visita no te tomará mucho tiempo ni esfuerzo físico, así que, puedes disfrutar plenamente.   

 

Y si al salir tienes hambre, justo enfrente puedes comprar algo refrescante de beber o un antojito mexicano. ¡Todo resuelto!    

 

Conejo Izamal by Elena Murillo

El Conejo (T’u’ul) 

Si no tienes mucho tiempo y quieres hacer una visita de “pisa y corre”, T’u’ul es lo que le hace falta a tu itinerario. El sitio arqueológico popularmente conocido como “El Conejo” está ubicado a cuatro cuadras del convento de San Antonio de Padua, distancia que fácilmente puedes hacer caminando.   

 

La pirámide, que tiene un cimiento de 50 metros de frente, aproximadamente 40 de fondo y cuatro de altura, te da la bienvenida con una barda pequeña color amarillo, una reja amplia de color negro y el simpático grabado de un conejo cuidando una casa de paja. Puedes entrar libremente y subir y bajar de ella con bastante facilidad. Eso sí: cuidado con las ramas secas rebeldes al caminar. ¡No queremos accidentes!  

 

Si la comparas con otras estructuras del área, te puede parecer pequeña, pero no por eso menos interesante. Quizás no sabías, pero durante los trabajos de excavación se han encontrado objetos antiguos de la vida cotidiana como puntas de pedernal, tiestos -vasijas de barro- y malacates (contrapesos para el huso) antiguos para hilar.  

 

Hasta el momento no se tiene mucha información precisa acerca de la función de la pirámide del Conejo; sin embargo, se cree que pudo haber sido basamento de la habitación de un importante dignatario maya.

     

Itzamatul

Itzamatul Izamal by Elena MurilloTercera parada: Itzamatul. A escasos pasos del centro histórico, en la calle 26, encontrarás en toda su grandeza el sitio arqueológico de Itzamatul: la segunda pirámide más grande en la ciudad, solo después de la de Kinich Kakmó (¡que está a solo unas cuadras!).   

 

Al llegar, una reja negra te conducirá hasta la entrada principal, esto mientras te das un buen vistazo de lo que te espera: una construcción dedicada al Dios Zamná compuesta por tres etapas, cada una acompañada de vegetación fundida sobre ella.  

 

La primera etapa, edificada entre el 400 y 600 d.C., consta de un basamento escalonado en cada costado y una ligera inclinación, llamada talud ; fue en la construcción de la segunda etapa que aparecieron las esquinas redondeadas y se levantaron muros verticales, o por lo menos así lo explica la placa informativa del sitio. Mientras, de la tercera se conserva únicamente el gran basamento de más de 100 metros de lado y la escalinata en su costado, que datan del 950 al 1150 d.C.  

 

¿Lo mejor de todo? ¡Puedes subir a su cúspide y disfrutar de la vista! No es un ascenso que requiera muchísimo esfuerzo, pero sí es recomendable hacerlo con unos zapatos que no te compliquen la vida.   

 

Chaltun Ha

¿Quieres visitar un lugar que te haga sentir que lo tienes todo para ti solo? ¡Éste es! Casi en las afueras de la ciudad, se erige Chaltun Ha (que en lengua maya significa “lajas de agua” o “lajas con agua”), un sitio arqueológico del cual no se tiene mucha información, pero lo conforma una pirámide en la cual pueden identificarse tres épocas o fases constructivas.   

 

“Casi en las afueras de la ciudad” no es un decir. Desde el centro de Izamal es una caminata de 20 minutos y en automóvil escasos cinco. El lugar no cuenta con estacionamiento como tal, sin embargo, hay espacio suficiente para acomodar con toda tranquilidad tu vehículo.   

 

Por otra parte, no está de más decir: lleva zapatos cómodos y de preferencia cerrados. La entrada al lugar es un camino de tierra y piedra delimitado por vegetación que reclama libremente su territorio. Ah, y cómo olvidarlo… carga con tu repelente y agradécenos después.  

 

Si al terminar tu recorrido te preguntas “¿dónde comer?”, puedes visitar el mercado municipal o los restaurantes Kinich y La Casona de Izamal. Solo prepárate para esperar, porque éstos dos últimos son bastante conocidos y, por tanto, se llenan bastante.     

 

Después de todo lo dicho, es justo decir que ya estás más que listo para planear tu visita a Izamal. S i quieres, nos puedes contar del proceso en nuestras redes sociales. ¡Hasta la próxima!     

 

Fotografías por Elena Murillo y Laura Pasos para su uso en Yucatán Today

Elena Murillo

Autor: Elena Murillo

Yucateca narradora de historias, sucesos y momentos a través de letras e imágenes, curiosa por naturaleza y en la búsqueda constante de espacios que me hagan sentir y pensar.

¡Recibe en tu correo los últimos artículos y mucho más de lo mejor de Yucatán!



Artículos relacionados