Izamal, un sueño amarillo

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Después de lo que parece haber sido uno de los inviernos más largos de Yucatán, finalmente llega la primavera. Normalmente, esto no es una novedad, ya que normalmente tenemos un verano que dura todo el año, con un puñado de días frescos entre diciembre y febrero. Este año, sin embargo, este puñado de días se convirtió en un puñado de semanas, en las que apenas pudimos descansar de los pocos suéteres que teníamos. Entre el inusual invierno y las restricciones sanitarias de principios de año, no es de extrañar que estemos 100% preparados para recibir el calor, con amigos y familiares, al aire libre: en playas, cenotes, haciendas y jardines. En este número nos esforzamos en ofrecer un abanico de opciones lo suficientemente amplio como para que llenes tus días de aventuras en lugares que no habías visitado, o desde un ángulo que no conocías. ¿Estás listo para un cambio de aires? Nuestro estado y su gente lo esperan con los brazos abiertos y estaremos encantados de acompañarlo.