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Cómo se elabora el azul maya

24 abril 2024
/
5 min. de lectura
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Si has visto la luz del sol iluminando un cenote, y las espectaculares tonalidades que el agua toma, o alguna reproducción (o el original, por qué no) de los murales de Bonampak, en Chiapas, tus ojos probablemente se hayan llenado de un vivo color azul turquesa. Ese tono es el que se conoce como “azul maya”, y todo acerca de él es, en una palabra, fascinante.

 

2405 Añil plantas yucatecas endemicas para el azul maya by atnavarreteQué es y cómo se produce el azul maya

El azul maya, ahora sabemos, viene de la mezcla de una planta llamada añil o índigo (Indigofera suffruticosa) con la tierra blanca que tanto abundaba en Sacalum y Ticul, y que hoy sabemos es un mineral llamado palygorskita. Una vez cocido y teñido el barro, la mezcla que origina el azul maya se convierte en un pigmento altamente durable, resistente a la corrosión, a la decoloración y a la humedad, como lo demuestran los mismos murales de Bonampak.

 

A pesar de lo anterior, el uso y la elaboración del azul maya en Yucatán (y en todo México) se perdieron después de la Conquista; fue hasta el siglo XX que, por medio de tecnología como la cristalografía por rayos X y la espectroscopia infrarroja, se fue redescubriendo su composición; esto, sin embargo, no es lo mismo que obtener una “receta” para recrearlo.

 

El azul maya en nuestros días

En la localidad de Dzan, en el sur de Yucatán (entre Ticul y Maní) vive un artista/artesano con una historia de vida realmente interesante. Obligado por su familia a convertirse en maestro (profesión que continúa ejerciendo), la verdadera vocación de Luis May siempre fue el arte.

 

2405 Horno Azul Maya en Dzan by atnavarreteComenzó, en sus ratos libres, trabajando la madera como tallador y escultor autodidacta (y destacando en el ámbito por su talento, cabe mencionar). A pesar del éxito que halló, el nacimiento de su primera hija y algunas complicaciones de salud lo obligaron a dejar de lado la madera. Fueron la comezón de seguir creando y la cercanía de su natal Dzan con Ticul, tierra de alfareros, que lo llevaron a experimentar con el barro. Pero, pensó él, ¿cómo decorar el barro de sus antepasados con pintura vinílica? No; Luis se decidió a usar colores naturales en su obra, y descubrió que la tierra era fuente de colores minerales como el amarillo, el rojo y el negro. Pero ¿y el azul? Así fue que Luis May comenzó a interesarse en el azul maya. 

 

No fue tarea fácil, nos cuenta. Le tomó años de investigación sólo encontrar la planta del añil (llamada Ch’ooj, o azul, en maya) localmente; gracias a conversaciones que sostuvo con ancianos de su comunidad (tanto en Dzan como en Cobá, donde está la escuela donde se desempeña como profesor), sabía que la planta de Ch’ooj se usaba para “blanquear” la ropa de los mestizos (hipil y guayabera) dándole una ligera tintura azul, para crear un blanco brillante. Sin embargo, la noble planta de añil o Ch’ooj había sido reemplazada por los detergentes y blanqueadores industriales, y, como ocurrió con el azul maya, cayó en desuso. 

 

Otros usos de la planta de añil, índigo o Ch’ooj

La planta de Ch’ooj o añil comenzó a usarse únicamente como planta medicinal entre aquéllos que todavía sabían de herbolaria maya. Sus propiedades, dice Luis, se asocian al alivio de dolores de estómago y padecimientos pulmonares, pero también al tratamiento de la epilepsia. 

 

Cómo Luis May Ku “redescubrió” el azul maya

2405 Luis May de Dzan Taller Azul maya by atnavarrete

Fue prácticamente una providencia del destino: cuando por fin encontró la planta, ésta se encontraba en su centro de trabajo, cuidada por un señor que precisamente la usaba para tratar algunas dolencias. A partir de entonces, Luis se dedicó a tratar de recrear el proceso para la elaboración del azul maya, y todo apunta a que ya lo logró. 

 

De la plantita que encontró, Luis cuenta ahora con todo un sembradío de Ch’ooj. Con él, elabora pigmentos que combina tanto con resinas de árboles locales como con minerales de la zona, a través de un proceso que él mismo desarrolló a través de múltiples ensayos de prueba y error. ¿Qué tan auténtica es la recreación del pigmento vegetal del azul maya de Luis May? Según él narra, instituciones tanto nacionales como internacionales lo han estudiado y determinado que las moléculas de añil y de palygorskita se encuentran intercaladas en las creaciones de Luis; esto significa que son de auténtico azul maya, y que mantendrán su maravilloso color al menos unos 1,400 años. 

 

Dos talleres de azul maya en Dzan, Yucatán

Si quieres aprender sobre la planta de Ch’ooj, el azul maya y las distintas técnicas a las que puede aplicarse, te tengo buenas noticias: Luis May ofrece talleres de teñido textil usando la planta en dos técnicas diferentes, para que te lleves a casa tus propias prendas en auténtico azul maya. Estos talleres se imparten los fines de semana con reservación previa, y un mínimo de 10 participantes ($500 pesos por persona). Si quieres ir todavía un paso más allá, también puedes participar en un taller de cerámica de una semana, donde aprenderás a trabajar el barro y a aplicar el pigmento azul, junto con otros pigmentos minerales, al fresco, como los antiguos mayas lo hicieron hace siglos. 

 

Dónde comprar (¡o probar!) el pigmento azul maya

Para participar en estos talleres o adquirir el pigmento, comunícate directamente con Luis May al Tel. 997 113 6803, o contáctalo a través de Facebook: https://www.facebook.com/yunkashh

 

2405 Pigmentos de colores mayas azul maya by atnavarrete-1

 

Fotografías por Alicia Navarrete para su uso en Yucatán Today.

Alicia Navarrete Alonso

Autor: Alicia Navarrete Alonso

Comunicóloga nacida circunstancialmente en la Ciudad de México, pero que dice “uay” desde 1985. La vida me ha dejado ver el mundo, lo que a su vez me ha permitido descubrir cuánto amo el lugar en el que vivo.

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