Los Yucatecos Ilustres de Nuestro Día a Día - Vol. 1

¿Alguna vez te ha entrado la curiosidad de quiénes fueron las personas que son homenajeadas en los monumentos de Mérida? ¿Por qué lleva una avenida el nombre de una persona? Sin duda, son personas que hicieron un cambio en Yucatán. Hoy te comparto un poquito de cuatro de ellos; más por venir.  

1. Manuel Crescencio Rejón

Si te suena su nombre, quizá hayas visitado el aeropuerto con el apoyo del asistente de Google Maps, pues de él toma su nombre (Aeropuerto Internacional Manuel Crescencio Rejón). Nacido en Bolanchenticul, en 1799, hoy parte de Campeche, fue un abogado y político mexicano con una larga trayectoria a quien se reconoce como padre de la ley de amparo. Como diputado, tras la consumación de la independencia de México en 1821, luchó - entre otras cosas - por la independencia de Tabasco con Yucatán y de la abolición de la pena de muerte, así como de las pensiones y encomiendas, que estaban en manos de los descendientes de los conquistadores, y por los derechos de los trabajadores e indígenas que habían sido sometidos. Siempre del lado de las ideas liberales, federales y republicanas, se opuso al nombramiento de Iturbide como emperador. A la caída de éste, Crescencio Rejón defendió la necesidad de un poder judicial independiente del resto de los poderes. 

  A pesar de haber fallecido apenas a los 50 años, a lo largo de su vida fue diputado, senador, ministro de Relaciones Exteriores (para más de un presidente), impulsor de la constitución yucateca y, en general, un muy activo participante en la vida política de México como país joven, especialmente durante los conflictos con los Estados Unidos.   

2. Agustín O’Horán

El nombre de este médico y político (mexicano, nacido en Guatemala) sale a colación cada vez que se habla de un famoso hospital de Mérida (en Circuito Colonias con Itzáez), pero ¿sabes quién fue este personaje? Para empezar, se trata del cofundador de la Escuela de Medicina de la Universidad Autónoma de Yucatán; estuvo también entre los fundadores del Instituto Literario de Yucatán, además de haber reorganizado la Escuela Normal de Profesores.   

Agustín O’Horán estuvo involucrado también en la Guerra de Castas. Republicano, como Rejón, O’Horán renunció a su cargo como director del hospital San Juan de Dios (en Mejorada) durante el segundo imperio mexicano, encabezado por Maximiliano de Habsburgo. Habiendo pasado esos años, se desempeñó como primer consejero en el gobierno; fue gobernador interino del estado en varias ocasiones, pero renunció a la vida política para dedicarse de lleno a su labor como médico. El Hospital General de Yucatán tomó su nombre desde el año de su muerte, 1884, por decreto del Congreso del Estado.  

3. Manuel Berzunza y Berzunza

Otro nombre que escuché por primera vez con la llegada de Google Maps. Antiporfirista pese a los rechazos que eso le valieron (por ejemplo, por el Instituto Campechano, donde no pudo estudiar leyes), fue diputado local y federal, gobernador interino (a sus 28 años y tras una modificación en la ley) de Yucatán antes de Felipe Carrillo Puerto… y muy cercano amigo de éste último, con quien murió fusilado durante un golpe de estado. Leal y reconocido por su “rectitud y sensibilidad social”, era presidente municipal de Mérida al momento de su muerte.    

Desgraciadamente, mi investigación para conocer sus aportaciones no fue muy fructífera, por lo que sigo con la interrogante de por qué el periférico de Mérida lleva su nombre. Sin embargo, en la revista “El corazón de Ah' Canul” se lee que el gobernador Loret de Mola lo propuso con la intención de “rescatar del olvido a uno de los personajes históricos vinculados con Carrillo Puerto”.  

4. Rosa Torre González

La avenida Rosa Torre González (entre el monumento a la Xtabay y la Hacienda Chichí Suárez) no es tan conocida como otros puntos de esta lista, pero eso es porque apenas recibió su nombre en marzo de este año. Rosa Torre fue una feminista, política y maestra que participó en la Revolución Mexicana desde su trinchera. En 1916, participó en el Primer Congreso Feminista de nuestro estado; en el segundo fue presidenta y, en 1922, se convirtió en la primera mujer en ocupar un cargo público por elección popular en México; esto ocurrió 31 años antes de que las mujeres obtuvieran el derecho a votar en nuestro país. Pese a este hito y su trayectoria como precursora de la lucha por la equidad de género, durante muchos años se desconoció a ciencia cierta la fecha de su fallecimiento; ahora se sabe que fue en 1973, a la edad de 82 años.  

Como datos adicionales, Rosa Torre colaboró en la Liga Rita Cetina Gutiérrez (que estableció con Elvia Carrillo Puerto), luchando contra las drogas, la prostitución, el alcohol y la superstición. Además, la Liga impartía talleres sobre higiene, economía, control de natalidad y el cuidado de infantes. Se estima que Rosa Torre contribuyó a la creación de 45 ligas feministas, organizando a más de 5,500 trabajadoras.