Si googleas el nombre de Miguel Cabrera, encontrarás que se trata de un beisbolista venezolano de grandes ligas con un impresionante récord de bateo... pero ése no es el personaje del que te queremos hablar. El Miguel Cabrera a quien nos referimos vivió hace más de tres siglos y fue un pintor muy conocido en su tiempo y entorno.
Miguel Mateo Maldonado y Cabrera, que ese era su nombre completo, nació en 1695 en San Miguel Tlalixtac, un pequeño pueblo oaxaqueño del entonces Virreinato de la Nueva España, cuando Yucatán era una remota Capitanía General que abarcaba toda la península y parte del actual Tabasco, Guatemala y Belice; es decir, antes de que México fuera independiente.
¿Qué tan bueno era? Digamos que en el cuadro de honor de los mejores pintores de su época, estaría entre los tres primeros; así de famoso y cotizado fue, y de hecho lo sigue siendo, pues cuando alguno de sus cuadros sale a subasta, la puja alcanza miles de euros. 
La mayoría de su obra, enmarcada en el estilo barroco (recargado de elementos iconográficos) es de corte religioso, sobre todo imágenes de la Virgen María, pero también pintó escenas de la vida cotidiana y retratos. Y aunque hasta el momento su nombre quizá no te suene, seguro has visto su trabajo: el famoso retrato de Sor Juana Inés de la Cruz, reproducido en libros e ilustraciones, es suyo. Su obra se halla repartida en templos (las catedrales de Ciudad de México y Puebla) y museos del país (Nacional de Arte, Nacional del Virreinato) y el extranjero (De América en Madrid, De Bellas Artes de Boston), así como en colecciones particulares.
Fue presidente de la primera academia de pintura en la Nueva España y su fama fue tal que llegó a ser pintor de cámara del arzobispo novohispano de aquel tiempo, un honor al alcance de pocos. Recibió además numerosos encargos de la Compañía de Jesús, una de las organizaciones religiosas más importantes de su época, y fue autor de un texto famoso: "Maravilla americana y conjunto de raras maravillas", un librito en el que hace un análisis, desde el punto de vista artístico, del lienzo de la Virgen de Guadalupe que se exhibe en la basílica en Ciudad de México.
Por fortuna, no tendrás que salir fuera del estado o del país para admirar obra suya. Aquí en Yucatán sólo tienes que ir a Tecoh, una de las comunidades que integran la Ruta de los Conventos. Allí está la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, que en su retablo principal alberga cuatro cuadros salidos de la mano de don Miguel y que representan a los arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael, y a San Juan Bautista.
Las pinturas fueron descubiertas en 1985 durante trabajos de restauración hechos por el INAH y, aunque no se sabe cómo llegaron hasta ahí, por el prestigio del artista no es extraño que sus obras se desperdigaran por todo el territorio del antiguo México. Miguel Cabrera era, al igual que su homólogo pelotero actual, un superestrella que pegaba de hit con cada cuadro.
Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, calle 28 x 27 y 29, Centro,
Tecoh Tecoh se ubica a 34 kms al sureste de Mérida, en la Ruta de los Conventos
Lun. - dom. 7 am a 12 pm y 3:30 a 7 pm
Entrada gratuita
Fotografías por Alberto Chuc para su uso en Yucatán Today.
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