Si existe un sueño colectivo para los yucatecos y sus visitantes, ese es descubrir el enigma de lo que hay en el interior de la casa marcada con el número 495 del Paseo de Montejo. Claro que no es una ilusión de la que quedo exenta. Desde que tengo uso de memoria, mi padre solía contarme sobre sus visitas a la casa de la familia Barbachano Herrero, hoy Montejo 495. Pero los sueños de conocer la casa, junto con toda imagen creada por las ilusiones, se quedan cortos ante la belleza que uno encuentra en su interior.
La casa fue inaugurada en 1911 y desde entonces mantiene el diseño original en su totalidad. Se observan exquisitos detalles arquitectónicos y decorativos, como esculturas, cuadros, vitrales y tapices, provenientes de todo el mundo; porcelanas chinas, japonesas y francesas; estucos con garzas, patos, dragones, musas, flores, coronas, instrumentos musicales y cameos; 16 columnas de una sola pieza de mármol de Carrara; espacios amplios, frescos y una iluminación natural que entra por las amplias ventanas y baña cada habitación. ¿El resultado? Ha pasado un día desde mi visita y sigo intentando asimilar todo lo que vi para traducirlo en palabras, y créanme que no es fácil. Es divina, necesitarás verla para entender de qué hablo.
Es una casa que porta con orgullo una decoración al gusto yucateco de Don Ernesto y Doña Maria Cámara Zavala, quienes vivieron en una época donde la comunicación, el intercambio comercial y cultural con Europa – en específico Francia – era vibrante. Con el paso de una familia a otra, encontramos conjuntos de piezas asiáticas, turcas, locales y quizá lo más íntimo: oleos de las cuatro hermanas Barbachano, sus padres y fotografías familiares.
Quizá la casa sea fresca, mas no es fría. En esencia, es un hogar que ha sido habitado por dos familias en sus 110 años de vida. Primero, por los Cámara Zavala y, posteriormente, por los Barbachano Herrero. Maruja y Cristina Barbachano rememoran las vivencias de una casa llena de alegría, recuerdos, fiestas juveniles, cálidas Navidades e incluso grandes tristezas.
Resulta fácil evocar la vida juvenil y familiar en Montejo 495, que desde 1964 – año en que se mudaron a la casa – siempre estuvo abierta a toda la familia. “Es una casa que en sí encierra una relación intima entre todos; era el sitio preferido de encuentros familiares”, comentó Cristina Barbachano.
Y ahora este icono de la historia yucateca y de las dos familias que la han habitado abre sus puertas por primera vez, para que el público de Yucatán – especialmente la gente que la ha querido verla durante muchos años, como yo – tenga la oportunidad de conocer su interior.
¿Por qué Montejo 495?
Montejo 495 es el nombre que une a las dos familias alrededor de un sujeto, la casa. Como nos comparte Maruja Barbachano, “ante la admiración a la belleza elegida por la familia Cámara Zavala, apreciada, mantenida y respetada por la familia Barbachano Herrero, uniendo en su interior la historia de dos grandes industrias emblemáticas de Yucatán: el Henequén y el Turismo”.
Montejo 495 Casa Museo
Jueves a domingo 9 am a 5 pm
Entrada general: $250 pesos.
Con identificación del México: $150 pesos.
INAPAM, estudiantes y niños mayores de 11 años: $100 pesos.
Niños de 4 a 11 años: $50 pesos.
Entrada gratuita para menores de 4 años.
Paseo de Montejo #495, Centro, Mérida, Yucatán
Tel. (999) 924 0037 y (999) 995 6761
[email protected]
www.montejo495.com
FB: Montejo 495
Editorial por Olivia Camarena
Asistente Editorial
Fotografías por Olivia Camarena y Yucatán Today para su uso en Yucatán Today.
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