
Estos “baq” pueden ser huesos de animales pequeños, obsidiana, pedazos de cerámica antigua, o piezas de Jade antiguos. El huesero usa estos objetos al realinear los huesos y luego usa las manos en el área para finalizar el tratamiento.
Confiando en la ayuda divina así como en la habilidad innata de sus manos las utilizan para diagnosticar y tratar las lesiones, usando una combinación de intuición y experiencia.
Los hueseros Mayas practican un arte eminentemente manual, caracterizado por la habilidad de las manos para indagar y tener acceso a la información del cuerpo. Los hueseros dicen que sus manos pueden directamente detectar los problemas del cuerpo. Ellos refieren a menudo cómo sus manos sencillamente «conocen» el cuerpo, tanto en la superficie como por debajo de ésta, y que cuando ponen sus manos sobre un cuerpo doliente, las manos actúan por propia cuenta y localizan las áreas con problemas. Los hueseros no «guían» sus manos en torno a una lesión o alrededor de ésta; son las manos las que los guían a ellos.
Más aún, insisten en que esta habilidad creció dentro de ellos, y que allí ha permanecido. La empatía corporal revelada a través de las manos es de fundamental importancia para los hueseros Mayas, y la mayoría de estos curadores confían únicamente en ella para diagnosticar y tratar los cuerpos enfermos. Su método podría ser descrito como un modo somático de atención, una capacidad del cuerpo para asistir a otros cuerpos, incluyendo los que sufren, a un nivel no consciente.
Cuando una persona lesionada visita a un huesero Maya, el huesero en principio hace que el paciente se relaje y le explique el problema que lo aqueja. El huesero se muestra muy interesado por el tipo, la severidad, y la antigüedad de la lesión. Los signos corporales visuales, como pueden ser las deformidades, los enrojecimientos, los edemas, y las magulladuras, sugieren el tipo de lesión en cuestión y ayudan a que el huesero la ubique con mayor precisión. El huesero también puede controlar el rango de movimiento del miembro o el torso lesionado del paciente, cuando esto es posible.
A continuación, el huesero puede preparar al paciente para palparlo, aplicando sobre sus manos y sobre el cuerpo del enfermo, un agente lubricante y/o que de calor, como por ejemplo pomada, aceite o crema. Los hueseros Mayas necesitan que sus manos puedan moverse sin trabas por el cuerpo del paciente, permitiéndoles obtener más información sobre la lesión que deben tratar. El huesero mueve sus manos alrededor de la lesión mientras que presiona suavemente la carne, tratando de ubicar indicios de molestias o dolores. Cuando localiza y palpa los puntos con problemas, sus manos detectan irregularidades y cambios en la tumefacción, la suavidad y la temperatura.
Para contactar con un huesero estoy a su disposición.
Por Anabell Castañeda
Email: [email protected]
Lectura recomendada:
– Medicina Tradicional Maya
– Los Culebreros Mayas
– Las Parteras Mayas
– Los Yerbateros Mayas
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quisiera saber como se puede curar es y en cuantas sesiones