La elegancia es un aspecto clave de la cultura yucateca. La puedes notar en las enormes casas que adornan Paseo de Montejo, en las propuestas gastronómicas que ofrecen los mejores restaurantes de la península y en las finas guayaberas que visten los hombres del sureste mexicano.
Las guayaberas son populares en diferentes partes de América Latina y el Caribe, cambiando de nombre dependiendo de la región. Según una publicación del Museo de Historia de Miami, en República Dominicana se les conoce como “chacabanas”, en Trinidad y Tobago como “shirt-jacs” y en Haití como “guayabelas”. A pesar de sus variantes, la guayabera es parte fundamental de Yucatán, pues no hay vaquería o evento de gala en la que falte.
Como mencionamos en nuestro artículo sobre las guayaberas de Tekit, la guayabera se diferencia de otro tipo de camisas para caballero por poseer cuatro bolsillos en su parte frontal y por estar adornada con alforzas, que es como se le llama a los pequeños pliegues tubulares que recorren la prenda de forma vertical. Los abuelos yucatecos más sabios predican que a mayor cantidad de alforzas y menor ancho de los pliegues, más fina es la guayabera.
Pero, ¿cómo se hacen las alforzas? Existen diferentes métodos para crearlas dependiendo de la habilidad y tradición de cada fabricante. Los costureros y diseñadores más jóvenes, que poseen menos equipo, suelen utilizar zapatillas compensadas, que son aditamentos de metal que pueden ser integrados a cualquier máquina de coser y que se consiguen fácilmente en tiendas de costura. Las zapatillas compensadas originalmente fueron creadas para coser dobladillos en telas gruesas, pero los yucatecos, ingeniosos como de costumbre, se dieron cuenta de que esta pieza se puede usar para costurar alforzas de manera rápida y sencilla.
Sin embargo, la forma más tradicional de crear alforzas es usando alforzadoras. Se le llama “alforzadoras” a las máquinas industriales de costura recta que son modificadas con placas y un gran brazo metálico para la tela. Al trabajar con esta máquina, los sastres utilizan el brazo metálico para acomodar la tela entre las placas, las cuales crean dobleces que, después de ser costurados, se convierten en alforzas. Este mecanismo, bien usado, genera las alforzas más finas del mercado, dándole un aspecto mucho más sofisticado al producto final.
En los últimos años, las empresas más grandes han desarrollado métodos para costurar alforzas de manera automática. Aún así, la tradición no se pierde. Basta con visitar cualquier pueblo del interior del estado para encontrarte con antiguas máquinas alforzadoras de pedal, que todavía son usadas por hombres y mujeres para crear guayaberas de todos los colores y tamaños y mantener vivo el legado textil de Yucatán.
Agradecemos a la empresa familiar Wortex por dejarnos entrar en su taller para tomar fotografías de su maquinaria.
Por Carlos Argüelles
Diseñador de moda y gestor cultural. Amante del arte, la historia, el café y la comida yucateca.
Fotografías por Carlos Argüelles para su uso en Yucatán Today.
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