Desde la costa del Golfo de México, entre los manglares, a la maleza del interior, Yucatán presenta una variedad de nichos ecológicos. La vegetación del estado es tan variada como nuestro ecología, creando hábitats de fauna y fuentes de comida y medicina para la gente nativa.
Plantas de las dunas de la costa forman un red de raíces bajo la tierra que ayudan en prevenir la erosión causada por el oleaje. Saw palmetto, uva de mar, cactus yuca, nopal, avena de mar, y dondiego de día todos ayudan a estabilizar la arena, y todos eran fuentes de alimento y medicina herbal para los Mayas.
Los manglares que crecen en los bofedales de la costa de Yucatán funcionan como filtros de agua naturales y también ofrecen un ambiente importante para la fauna. Dos especies de manglares predominan: Manglar Rojo y Manglar Negro. Manglares Rojos forman los raíces distintos que son hogar para varios animales acuáticos, y son integrales en atrapar sedimento que luego crea nueva tierra. Manglares Negros usan proyecciones de raíz verticales para capturar oxígeno. De gran importancia ecológico, hay muchos esfuerzos en Yucatán a preservar estos nichos ecológicos, por la creación de áreas de conservación y promoviendo ecoturismo.
La interior estropajoso árido de Yucatán es anfitrión a muchas plantas exóticas, como las orquídeas y bromeliades. Mas de 300 variedades de orquídeas crecen salvaje aquí, normalmente anclado a ramas de árboles. Las flores increíblemente hermosas son protegidas, y no se debe recolectarlas de la tierra.
Bromeliades son muy adaptables y tolerantes. Se puede encontrarlos desde la tierra del mar hasta las partes más áridas de la interior. Adaptados únicamente a condiciones adversas, tienen escamas en sus hojas que son órganos que absorban humedad desde el aire.
Henequén, una planta nativa de agave, llegó a ser la cosecha más importante del Yucatán en los principios de los 1800s; de hecho, llegó el momento en que Yucatán estaba produciendo 90% de la soga y las bolsas de arpillera del mundo. Originalmente usado por los Mayas para sogas, cables, redes, lazos, cortinas, hamacas, y telas densas, los españoles también descubrieron que tuvieron muchos usos para la fibra, incluyendo cables para barcos y bolsas para grano. Llegó a ser lo más popular cuando se descubrió que el alambre de embalar usado para el alimento de ganado en los Estados Unidos estaba dañando el ganado. El sisal orgánico no les daño. Algunas haciendas, rodeadas con un mar de plantas de henequén azul-verde, todavía están produciendo henequén hoy, porque las fibras naturales son muy populares.
Palmas de coco crecen naturalmente en las playas de Yucatán, pero después de una infestación de una enfermedad que se llama amarillo letal desde los 1970s a los 1990s, la mayoría de los cocos se plantan a mano. Medran en tierra de arena, mucho sol, y lluvia regular, y son muy tolerante de la sal. Todas las partes de la palma de coco son útiles: la carne se usa para alimento, agua de coco ofrece azúcar, sustancias nutritivas, y electrólitos; la fibra está usada para soga, cepillos, y alfombrillas; las hojas son materiales para canastas y techos; y madera del tronco está usado como sustituto para maderas duras en peligro.
