Rituales Yucatecos
Desayunar cochinita o lechón el domingo
Comencemos con los rituales de comida. Todo yucateco ha desayunado cochinita o lechón, en tacos o tortas de barra de [pan] francés; claro, en el puesto de la esquina o en el mercado más cercano. Aunque esta costumbre no se limita al domingo, la realidad es que en este día de descanso es más común ver puestos ubicados en las esquinas con una lata de este manjar yucateco, así como largas filas para comprar una deliciosa torta o taco, o raciones si la familia es numerosa. Y todos dicen lo mismo: la mejor cochinita es la que está cerca de su casa.
Recomendación: Visitar el mercado más cercano para vivir esta experiencia muy yucateca.
Chicharra
Siguiendo con los rituales de comida, también hay otro platillo botanero o fuerte, según se prepare: la chicharra, que no es más que carne de cerdo frita en su propia grasa. Preparada con aguacate local y tortilla o cortado en trozos con cáscara, trozos de puyul (grasita crujiente), acompañados de naranja agria, chile habanero, tomate y aguacate, este alimento es popular, económico y muy rendidor.
Recomendación: Ir a la zona sur de Mérida, a Xcalachén para comprar chicharra es toda una tradición; anímate a prepararla o compra alguna de las charolas que ya venden preparadas.
Enterrar el cuchillo para evitar la lluvia
Aunque no es un ritual exclusivo de Yucatán, es común que se vean cuchillos enterrados en la tierra, sobre todo si hay eventos al aire libre o en el campo si se quiere evitar un diluvio. Pareciera sencillo y tiene orígenes ancestrales; consiste en clavar un cuchillo ancho en la tierra apenas aparezca la primera nube de lluvia; esto también puede hacerse en el jardín o hasta en una maceta si no es posible hacerlo en la tierra. El resultado es el favor de los dioses al detener una tormenta. No podemos decirte si funciona en todas las ocasiones, pero sí hemos sido testigos de que muchas veces ha detenido lluvias que parecían inminentes.
Dormir en hamaca
O leer, o pasar el rato, arrullar al nené o simplemente patear la pared. Algo muy yucateco es encontrar hamacas en las casas de las familias yucatecas; desde niños, es el espacio donde se nos enseña a dormir, con las orillas bien altas y un mosquitero para protegernos de los insectos. Cuando crecemos, también se vuelven el sitio cómplice de lecturas, siestas, de disfrutar la existencia simplemente estando ahí, pateando la pared, para obtener un ritmo cadencioso que sólo se explica en Yucatán y en el Caribe. No importa si es individual, matrimonial o de colores; de algodón o de crochet… al ver una hamaca la atracción es inevitable; querrás disfrutar un rato de descanso ahí.
Recomendación: Cómprate una hamaca para gozar de tardes y noches frescas y lee nuestro artículo (poner aquí alguno que tengamos de la hamaca).
El habla
Por último, el español yucateco y peninsular es único por la mezcla de español con maya al hablar; por algo tenemos hasta un diccionario yucateco que explica el origen y significado de las frases comunes que decimos para expresarnos usando palabras mayas. Y así llegamos al Xiix de este artículo; ¡gracias por leerlo!Autor: Violeta H. Cantarell
Nacida en Mérida, Violeta es una comunicóloga dedicada a escribir y crear contenidos en temas de turismo, moda y emprendimiento. Recientemente incursionó como traductora inglés-español.