La Danza de Señores es una profunda tradición maya que comienza la noche del 5 de enero y se repite durante varios días más. Se celebra en el municipio de Chikindzonot, al oriente del estado de Yucatán, a poco menos de una hora del Pueblo Mágico de Valladolid. Los pobladores de Chikindzonot, cuyo nombre significa “cenote del poniente”, están muy orgullosos de una de sus tradiciones más importantes: la Danza de Señores o Abuelos, en la que niños, adultos y ancianos festejan juntos el inicio de año.
Personajes y simbolismo: La burla oculta
Los personajes principales son Abraham, Isaac y el Diablo. Los “Señores” representan al bien: portan máscaras de madera con características de ancianos y batas en colores oscuros. El Diablo, por otra parte, lleva camisa y pantalón oscuros y una máscara alargada, hecha de cuero de cerdo. Se ha dicho que esa máscara en forma de trompa podría representar a Chaak, dios maya de la lluvia; por eso sería considerado como el demonio, pues para los conquistadores los dioses prehispánicos eran representaciones del mal. Entre la gente de Chikindzonot, las máscaras de los Señores se usan para satirizar a los hombres blancos barbados: es una burla oculta en contra de los altos mandos en una celebración ritual católica.
El ritual y el limosneo en Chikindzonot
La danza principal se realiza en dos ocasiones. La primera tiene lugar antes de la Navidad, en el ritual del Nacimiento. El segundo momento en que se realiza es el 5 de enero a media noche, durante el ritual del Alto del Niño Dios. Durante los seis siguientes días, se realiza una colecta de ofrendas donde los personajes de la Danza de Señores bailan de casa en casa; a este recorrido por las calles del pueblo se le conoce popularmente como limosneo. Acompañados de la imagen del Niño Dios, colocado en un altar-cuna decorado con flores, solicitan un aguinaldo o propina a cambio de sus bailes. Las principales ofrendas son velas, dinero en efectivo y maíz.
El recorrido casa por casa
Los rezadores y “padrinos” (custodios) del Niño Dios se reúnen a las seis de la mañana en la iglesia del pueblo mientras que los danzantes se visten ahí mismo. Dando las 6:30 am, el contingente sale a las calles con la imagen en brazos; los padrinos entran a las casas y ahí reciben las ofrendas. Los habitantes de cada casa disponen un altar donde colocan al Niño Dios, encienden velas y colocan alimentos o bebidas. Después, los rezadores y custodios realizan una oración y un canto, y posteriormente reciben maíz que colocan en costales.
Música y baile de la Danza de Señores
Afuera de la casa se quedan los músicos tradicionales con sus instrumentos: una armónica, dos silbatos con forma de gallos, dos senojas (así llaman a las sonajas de madera que utilizan), un güiro o rascabuche, un tambor y un cencerro. Por lo general se bailan tres piezas musicales: una jarana, una cumbia y un son de jaleo o paywakax (el torito, el toro grande o algún son para la lidia de un toro).
Los Señores siempre bailan encorvados, con desplazamientos sencillos, pisadas de jarana peninsular y zapateados básicos; el Diablo, por su parte, representa un toro. Su baile suele ser más ágil y realiza construcciones graciosas, “embistiendo” a los Señores y, en ocasiones, a los espectadores; también se dedica a asustar a los niños pequeños que pueden estar presenciando los bailes.
Las actividades de la Danza de Señores se repiten de la misma forma durante todo el trayecto. El recorrido casa por casa termina a las 8 de la noche aproximadamente y se repite hasta visitar la totalidad de los hogares católicos del pueblo.
Si tus aventuras te llevan por los caminos de Chikindzonot en enero, mantén los ojos bien abiertos: ¡podrías encontrarte con estos personajes!
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