Ejido San Crisanto: Un oasis ecológico en la costa
En algún lugar de la costa yucateca hay una serie de canales de agua cristalina rodeados de árboles que te llevan a lo que aparenta ser un pequeño paraíso escondido. Una vez que llegas a tu destino te preguntarás cómo una experiencia tan maravillosa se ha mantenido en un secreto a voces por tantos años.
El Ejido San Crisanto, ubicado en la costa norte de Yucatán, es un tesoro que ha surgido de las adversidades y se ha convertido en un ejemplo de éxito en términos de restauración ecológica y turismo sustentable. Todo comenzó en la década de 1980, cuando un grupo de 35 ejidatarios comprometidos, decidieron emprender pruebas de restauración en la zona con el objetivo de impulsar la producción de sal, una de las principales fuentes de ingreso de San Crisanto, aparte de la pesca y el cultivo de coco.
Sin embargo, en octubre de 1995, dos huracanes (Opal y Roxana) azotaron la región, trayendo consigo una cantidad inmensa de agua que inundó la comunidad. A pesar de las dificultades, los residentes se unieron y tomaron medidas audaces para enfrentar la situación. Decidieron romper la carretera y construir drenajes para desalojar el agua estancada. Esta acción marcó el inicio de un proyecto ecológico integral para restaurar hidrológicamente el manglar y proteger a la comunidad contra futuras inundaciones.
Con el apoyo de organizaciones y el esfuerzo conjunto de los habitantes, se abrieron canales en el manglar para mejorar el flujo del agua. La bondad del proyecto fue percibida por todos, y poco a poco comenzaron a buscar financiamiento para ampliar sus esfuerzos. En 1999, su dedicación y logros fueron reconocidos cuando ganaron una mención honorífica al Mérito Ecológico en un concurso organizado por la Secretaría del Medio Ambiente.
A medida que continuaban ganando premios y reconocimiento, el turismo emergió como un fruto del arduo trabajo comunitario. Lo que comenzó con la venta de 75 boletos para el acceso al manglar, se convirtió en la impresionante cifra de 25 mil boletos pagados en un año, previo a la pandemia . Aunque la pandemia afectó su capacidad de visitantes, actualmente se encuentran en un 80% de esa cifra y trabajan incansablemente para recuperarse por completo.
Pero, volviendo al fascinante manglar que abraza y resguarda el enigmático cenote Dzonot-Dzik en el corazón de sus canales, el ejido brinda la oportunidad de embarcarte en un paseo relajado y cautivador por solo $180 pesos por embarcación (mínimo 2 y máximo 5 personas). Es la escapada perfecta para aquellos que anhelan un respiro del frenesí de la vida diaria durante una hora y media.
Los canales, cuyas prístinas aguas parecen ser infinitas, garantizan deslumbrarte y dejarte maravillado por las increíbles labores de preservación llevadas a cabo en este mágico lugar. Si pones atención, serás recompensado con el avistamiento de diversas especies que habitan este lugar, desde osos hormigueros y mapaches, hasta tigrillos y una sinfonía de aves que brindan color y música a la experiencia. Incluso podrías tener la suerte de toparte con la presencia de algún lagarto, todo dependiendo del momento del día en que decidas visitar el manglar.
Además de un tour por el manglar, también brindan servicios en su hermosa playa Zac-Há, como pasadías ($110 pesos por persona, 9 am -5 pm) y pases nocturnos por $180 pesos por persona, que incluye el espacio para acampar, baños y regaderas. El hospedaje también es una gran opción, ya que cuentan con cabañas frente al mar y rodeadas de plantaciones de coco.
El Ejido San Crisanto tiene grandes planes para el futuro para consolidarse como un atractivo turístico completo. Además de realizar modificaciones en sus embarcaderos, muelles y palapas , su objetivo principal es fomentar una cultura de apreciación de la naturaleza y el turismo sostenible. Buscan que el costo ambiental de sus actividades sea cero, lo que implica llevar a cabo todas sus operaciones de manera respetuosa con el entorno natural. Por otra parte, se esfuerzan por administrar cuidadosamente el proceso de desarrollo del área, evitando el crecimiento inmobiliario descontrolado que podría dañar el ecosistema y la identidad de la comunidad.
Con una combinación de iniciativas, el Ejido San Crisanto ha creado un tejido de conservación y sostenibilidad que deja una impresión duradera en cada visitante. Si deseas vivir una experiencia en donde la preservación de un ecosistema a través de una comunidad comprometida es la fuerza impulsora de su turismo, no dudes en visitar el Ejido San Crisanto.
San Crisanto-Sinanché, San Crisanto
Cel. 991 105 3710
FB: San Crisanto - Página oficial
Horario de atención: Lun.- dom. 9 am – 4 pm
Tours del manglar y Cenote Dzonot-Dzik
De 2-5 personas
$180 pesos por embarcación
Servicios de playa Zac-Há
Pasadía: $110 pesos por persona
Pase nocturno: $180 pesos por persona
Hospedaje en cabañas K’anab-Nah
Horario de entrada: 2 pm.
Horario de salida: 12 pm.
Capacidad máxima de 4 personas
$1,400 pesos por noche
Fotografías por Alicia Navarrete, MKCT y Sara Alba para su uso en Yucatán Today.
Autor: Sara Alba
Panameña con acento mexicano desde 2005. Asistente Editorial, rocola andante y siempre acechando en redes, en la constante búsqueda de joyas escondidas por visitar y compartir.