Desde el 7 de julio del 2007 cuando se nombró a Chichén Itzá una de las Siete Maravillas Nuevas del Mundo, este sitio arqueológico ha estado inundado con turismo que llega de Yucatán, México y todo el mundo. Al mismo tiempo, Uxmal y la Ruta Puuc tienen cada vez menos visitantes. Por eso sentimos que ahora es el momento de visitar esta área del Mundo Maya, porque hay tan poca gente para interrumpir la sensación de paz, tranquilidad y serenidad que permite sentir el misticismo de los sitios arqueológicos que la componen.
El equipo editorial de Yucatán Today recorrió esta área hace 15 días para actualizar nuestra información, ver qué hay de nuevo, y tener un domingo tranquilo y diferente. Regresamos de la excursión llenos de ideas después de ver una Ruta Puuc nueva. Con tan pocos visitantes en los sitios, nos sentimos como Catherwood y Stephens.
Éramos las únicas personas en Kabah (fue temprano) lo cual nos dio la oportunidad de tomar unas fotos increíbles. El Codz Poop, el Palacio de las Máscaras de Chaac con todas las máscaras en la fachada de enfrente y los dos estatuas enormes en la parte posterior del edificio estaban en todo su esplendor ese día.
A diez kilómetros visitamos Sayil, donde una vez más, el sitio era solo para nosotros. Las estelas en la entrada son muy impresionantes especialmente cuando uno trata de imaginar a los Mayas tallándolas hace varios siglos. Aquí en Sayil es donde está el palacio que está en la portada.
Xlapak, a 5 kilómetros de Sayil, es un sitio pequeño pero interesante. Y la entrada es gratuita.
Cuando entramos al sitio de Labná, a 4 kilómetros de Xlapak, de repente me di cuenta de que esta ruta ya no es únicamente para los visitantes, sino también para la gente local. La esposa del cuidador tiene un mini-vivero donde compré unas ocho plantas – todas bonitas, sanas y diferentes. Aquí es donde imaginé a las señoras de Mérida comprando plantas durante una excursión dominguera con la familia. El famoso arco de Labná está aquí y también un edificio con crestería en un montículo. Los dos edificios son los marcos perfectos para tomarse una fotografía.
De Labná seguimos a Oxkutzcab, la huerta del estado, donde pasamos al mercado y compramos calabaza, naranjas, limones, guanábanas, mañanitas, una mata de lima y otra de toronja. También entramos a la catedral que es enorme y muy bonita.
De Oxkutzcab seguimos a Ticul donde subimos la “montaña” para llegar al Restaurante El Mirador donde comimos una exquisita comida Yucateca y tilapia que allí mismo producen. Todo estaba rico y la vista ni que decir. Después del almuerzo compramos unas macetas de barro para las matas que compré en Labná.
Fue un día increíble y tan cerca de Mérida. Hay señales por todos lados, lo que hace muy fácil la manejada. También fue muy agradable que no había vendedores ambulantes molestándonos y rompiendo la paz de los lugares. Fue un día perfecto. Si eres ciudadano mexicano, la entrada a los sitios es gratuita los domingos.
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