
La foto de nuestra portada de este mes es la Danza de las Cintas ejecutada bajo de las ramas de un árbol sagrado para los Mayas, la ceiba, y fue tomada en “Momentos Sagrados Mayas”, donde se invita al espectador a disfrutar de la belleza de un espectáculo de profundas raíces Mayas que al mismo tiempo beneficia a los artistas y las comunidades indígenas participantes. El espectáculo de 90 minutos se lleva a cabo cada año en un escenario natural de enero a principios de marzo, al aire libre en X’ocen, cerca de Valladolid. Hay 270 actores Mayas de ocho comunidades del oriente de la Península de Yucatán: Dzitnup, Nohzuytún, San Silverio, Tikuch, Xuilub, Yalchén, Zací y X’ocen. El Baile de las Cintas es sólo uno de los momentos mágicos incluídos en el programa, que se centra en la vida del día a día en un típico pueblo Maya.
El origen del Baile de las Cintas es europeo. Se inició en Bavaria en el siglo XIV con el nombre de Maiphahl (Palo de Mayo). También se baila en Inglaterra y los países bajos, y también se conoce como el baile de Palo de Mayo, o Maypole. Llegó a España durante el reinado de Carlos V y fue conocido como la Danza del Cordón.
La siguiente parada en su migración a Yucatán fue el estado de Veracruz, pasando por Puebla, Jalisco e Hidalgo, con cada grupo regional dando a la danza su propio toque especial. Por último, llegó a Yucatán con los inmigrantes austro-húngaros quienes llegaron aquí durante el gobierno de Maximiliano.
La danza es parte tradicional de una vaquería, un festival que se cele-braba en los ranchos de ganado para honrar a los vaqueros de la región. Se inicia con la búsqueda y preparación de un tronco de árbol, una ceiba, si es posible, o otro árbol propicio para el palo de mayo, de 5 a 6 metros de altura. Se coloca en la posición deseada con cintas atadas a la parte superior del palo. Diez o más bailarines, alternando hombres y mujeres, bailan hacia el palo, y cuando llegan al palo cada uno toma una cinta, formando un círculo alrededor de la base. En Yucatán se toca la música de una “jarana”, en ¾ tiempo, y los bailarines tejen alrededor del palo, uno alrededor del otro, en una compleja serie de pasos que parecen totalmente aleatorios, pero que no lo son; el resultado final es una hermosa trenza tejida alrededor del palo, de arriba hacia abajo. Luego, repiten los pasos en reversa, y destrenzan las cintas, todo esto se hace a tiempo con la música. Por último, dejan el palo y bailan hacia el lugar donde la vaquería se llevará a cabo. Hoy en día, esto normalmente sucede fuera del palacio municipal de pueblos y ciudades de todo Yucatán. Hay pocos espectáculos de danza regional que puedan superar el alegre espíritu del Baile de las Cintas.
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