Léeme. Encuéntrame, y léeme, pues estoy perdido. En mí está escrito todo: cómo es el mundo, cómo se hacen las cosas y cómo se acabará lo que conoces y desconoces. Soy u n libro elegido para extraviarse de las manos del pueblo maya.
El libro del que hablamos no es cualquier libro. Sus medidas, dicen, son de un metro por un metro; se dice que está vivo porque se abre solo y únicamente una hoja da vuelta cada día (o cada año, según otras versiones). Si uno quiere abrirlo más adelante, el libro sangra…
Así lo describieron los ancianos: libro sagrado, libro de las profecías, o libro vivo de Xocén (Xo’oken), pueblo en el municipio de Valladolid, Yucatán. Es también el nombre de un extravío: entre 1880 y 1945, el volumen que contiene el conocimiento íntegro del cosmos fue visto por última vez.
Qué sabemos del Libro de Xocen
Su origen, como su imagen, son inexactos. Algunos dicen que este libro sagrado para los mayas se encontró cierto día al pie de la Santa Cruz Tun, perdiéndose en la villa de Zací, también en Valladolid. Según los relatos, un cazador anduvo hasta encontrarse con una cruz de piedra, en cuya base reposaba el inmenso libro. Los animales del monte cantaban a sus páginas, adorándolo. Era el tiempo en que los humanos lo desconocían.
En 1990, el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari visitó Xocén como parte de la promoción del Programa Nacional de Solidaridad. La necesidad más apremiante de los habitantes, según la Relación de Proyectos Solicitados al Presidente de la República, era obtener ayuda para encontrar el libro vivo, perdido desde el siglo XIX. La petición fue aceptada; sin embargo, al día de hoy, el paradero del libro vivo de Xocén es un misterio.
Se conformó una comisión de búsqueda del Estado que no rindió frutos. Se supo luego que, a finales del siglo XIX, el libro había sido prestado a mayas rebeldes de Chichimilá durante la Guerra de Castas.
Teorías sobre el paradero del Libro de Xocen
Más adelante, en 1943, el libro fue visto en la celebración del cuarto centenario de la fundación de la Valladolid yucateca. Dicen que gente de Mérida llegó para llevárselo a la Ciudad de México. Hay quienes aseguran que el libro está en alguna universidad de los Estados Unidos. Es así que, dicen los creyentes de esta teoría, los estadounidenses “logran inventarlo todo''. Incluso en Xocén se asegura que han recibido fotocopias de las páginas sagradas. Una relatoría más detallada se encuentra en “Breve reseña del pueblo de Xocén, ‘El Centro del Mundo’”, libro de Andrés Dzib May y Fulgencio Noh Dzib.
Aun así, nadie sabe dónde se encuentra el Libro de las profecías. Las distintas reconstrucciones de su historia llevan a la perdición. Una de las más recientes se titula “Elucubraciones sobre el posible paradero del libro vivo de Xocén”, realizada por Teatro Ojo. Quien desee conocer qué relación guarda el libro con el fin del mundo, con la guerra, con las sublevaciones indígenas en busca de su soberanía perdida, encontrará tres actos audiovisuales gratuitos en línea: yuc.today/TeatroOjo
Héctor Bourges, director de Teatro Ojo, se permite sospechar: el libro podría referir a algo distinto de un conjunto de hojas empastado. El libro vivo podría ser un paisaje, un códice, una oportunidad para repensar todo lo que conocemos desde un principio. ¿Qué podría ser algo que contiene todo y que, a la vez, puede sangrar? En sus palabras, podría tratarse del mismo pueblo de Xocén.
La naturaleza se esconde a simple vista. El poder que puede señalarla es la palabra viva. Y si en tu recorrido llegaras a encontrar el libro sagrado, por favor, háznoslo saber.
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