<span id="hs_cos_wrapper_name" class="hs_cos_wrapper hs_cos_wrapper_meta_field hs_cos_wrapper_type_text" style="" data-hs-cos-general-type="meta_field" data-hs-cos-type="text" >La Leyenda del Wáay Kot, el Pájaro Brujo</span>

La Leyenda del Wáay Kot, el Pájaro Brujo

24 agosto 2022
/
3 min. de lectura
Compartir

“Esa historia que preguntas ocurrió aquí; casi todos la conocemos”, me dice Ismael, un taxista de Yaxcabá. “Desde la casa había un túnel que iba muy lejos, hasta Mérida, y desde allá traían la mercancía de la tienda en caravanas de mulas”. La historia a la que se refiere nuestro amigo es la leyenda del Wáay Kot, un relato que combina magia, asombro y sucesos históricos reales.  


La leyenda dice que en el pueblo, allá por mediados del siglo XIX, había un próspero comerciante cuya tienda era visitada por clientes de comunidades cercanas y lejanas, pues siempre tenía abasto de todo. Tal era la afluencia de compradores que los anaqueles se vaciaban rápido, pese a lo cual siempre aparecían resurtidos a tope al día siguiente. Lo extraño es que no se veía a nadie que llegara con mercancía nueva, lo que empezó a desatar suspicacias.   


Ante la duda, los pobladores comenzaron a vigilar la tienda. Una noche, descubrieron el secreto: en el traspatio, un hombre se transformaba en un pájaro descomunal que emprendía el vuelo acompañado de un séquito de palomas hasta perderse en la oscuridad. A la mañana siguiente, la mercancía estaba depositada en el piso. Era el Wáay Kot, el pájaro brujo.  


Hasta aquí la parte central de la leyenda, que luego adquiere variantes insospechadas. En una, el Wáay Kot volaba hasta Honduras Británica por la mercancía; en otra, robaba los bienes de los pueblos vecinos. En una más, atacaba a cualquiera que maltratara a un maya; en otra, el trasiego era por mulas a través de sacbés larguísimos, o por túneles, como ya vimos. Su identidad también es incierta: en unas versiones es el comerciante, y en otras es el hijo de un empleado de la tienda que se dedicó a la brujería.   

 

Tekax - Wáay KotLuego está la parte, digamos, real: la tienda existió en un edificio todavía en pie, la Casa del Wáay Kot, también conocida como la Casa de las Mil Columnas, que pese a su fama está cerrada y en semiabandono. El comerciante también fue real: se llamó Claudio Padilla, y era un residente notable de Yaxcabá: la biblioteca local lleva su nombre, y su lápida aún puede verse en la iglesia principal. Incluso se dice que, para evitar saqueos durante la Guerra de Castas, aventó sus riquezas a un cenote.  


El pueblo de Yaxcabá, algo apartado de las rutas turísticas, deja ver en sus fachadas y edificios un pasado próspero y augura un futuro prometedor. Algunas de sus construcciones más sobresalientes son la iglesia de San Francisco de Asís (única en la región con tres torres en su fachada), una coqueta ermita casi adjunta, un cenote a un costado del palacio municipal, la citada Casa del Wáay Kot, una zona arqueológica cercana (Yaxunah) y una creciente industria herbolaria que atrae pacientes de todo Yucatán.    


En cuanto al Wáay Kot, el pájaro brujo, podemos concluir que era un ser sobrenatural respetado en la comunidad, hasta que un día desapareció y no se lo volvió a ver. Sin embargo, persiste el rumor de que en las noches más oscuras, se puede escuchar un misterioso aleteo sobrevolando el pueblo…  

Yaxcabá: Carretera libre Mérida - Chichén Itzá, km 110 (a 18 km de Libre Unión).

Casa del Wáay Kot: Calle 20 x Calle 21 Diagonal, Yaxcabá.  

 

Biblioteca municipal Claudio Padilla: Palacio Municipal, frente al parque principal. Se pueden consultar libros de historia local y regional, y exhibe piezas mayas encontradas en el pueblo.   


Fotografías por Yucatán Today para su uso en Yucatán Today.

Alberto Chuc

Autor: Alberto Chuc

Me gusta viajar a través de libros y en el mundo real, actividades que combino cada vez que puedo.

¡Recibe en tu correo los últimos artículos y mucho más de lo mejor de Yucatán!

Temas principales que te pueden interesar
Tabla de contenido


Artículos relacionados