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Las Tías de Kaua

22 julio 2022
/
6 min. de lectura
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Antes de la llegada de la carretera de cuota, la 180 entre Mérida y Cancún era la única ruta entre estas dos ciudades. Muchas personas, en su mayoría mujeres, vieron en este tránsito continuo una oportunidad y comenzaron a ofrecer a los viajeros algo para comer o beber. Estas empresarias continúan hasta hoy en día, vendiendo en endebles puestos al lado de la carretera o junto a los múltiples topes que existen en cada pueblo entre Mérida y Cancún.

 

Kaua es uno de estos pueblos. Y doña Antonia Noh Poot es una de estas empresarias. 

 

  Aun siendo joven y armada únicamente con su entusiasmo, comenzó ofreciendo a los viajeros licuados de dos sabores: plátano y ChocoMilk. Éstos se volvieron cada vez más populares y entonces decidió preparar también una receta que aprendió de su mamá: huevos encamisados.  

 

La-verdadera-tía-de-Kaua-Antonia-Noh-Poot-by-Ralf-Hollmann-4Por si nunca los has probado, los huevos encamisados son huevos, generalmente de patio, que se cuecen dentro de tortillas recién hechas de maíz cosechado en la milpa. ¡Sería imposible un desayuno más fresco! Los huevos encamisados, recuerda doña Antonia, fueron los que sostuvieron a su familia en los días y semanas posteriores al destructivo paso del huracán Gilberto, que dejó sin electricidad a toda la península por mucho tiempo a finales de los años 80.

 

  Regresando a los encamisados. Éstos eran tan populares que los traileros que pasaban frente a su local – hasta 170 al día – paraban desde las 4:30 de la mañana para pedir que les preparara sus famosos encamisados. Ellos, con el afán de ser chistosos, los llamaban huevos sin calzones y a Antonia le causaba tanta gracia, que no le importaba levantarse en la madrugada para cocinarlos.   

 

Poco tiempo después, doña Antonia amplió su menú para incluir una especialidad local: el poc chuc. Y aún cuando actualmente es conocida por este platillo (filetes de puerco marinados y asados) no debes perderte su sublime sopa de frijol negro (frijol kabax) y las increíbles y enormes tortillas hechas a mano. Esta sencilla comida te dejará satisfecho.

 

Durante 11 años, Antonia – ya conocida como la Tía de Kaua – rentaba el local donde servía a sus clientes, hasta que llegó el momento de cocinar desde un lugar propio. Éste se instaló en un terreno de su familia al otro lado de la carretera, a escasos metros del primer restaurante.   

 

La dueña del espacio que dejó Antonia decidió que sería bueno aprovechar la fama del lugar y continuó ofreciendo un menú muy similar bajo el nombre La Tía. Por la cantidad de carros estacionados afuera y el creciente tamaño del local, se ve que es tan popular como siempre… ¡pero no verás a doña Antonia en la cocina!   

 

Al ver el éxito obtenido de las tías, otras familias con ambiciones emprendedoras abrieron sus restaurantes con el mismo menú y llamándose alguna variante de La Tía. Puedes encontrar a la Tía Lizbeth y a la Tía Panchita, entre otras, y hasta algunos tíos! Todos anuncian y venden lo mismo. El nombre ha pasado los límites de Kaua y ahora hay Tías y Tíos en Cuncunul, Valladolid y hasta en Bacalar, Quintana Roo!

La-Tia-de-Kaua-by-Andrea-Mier-y-Teran

 

 

Entonces, cuando llegas a Kaua, ¿cómo saber en cual comer? Y lo más importante, ¿cuál tía es la original? ¿Y qué hay con los tíos?   

Poc-chuc-de-la-Verdadera-Tía-de-Kaua-by-Ralf-Hollmann-5

 

Es muy probable que todos esos otros restaurantes estén bien, muy bien; que la comida que sirven sea también muy buena y sus respectivos dueños, encantadores. Pero el sabor de la comida de doña Antonia es único. Rodeada de algunos empleados y varios miembros de su familia – su nieto Rodolfo habla inglés para aquellos turistas que no hablan español – ella saca plato tras plato de su delicioso poc chuc, una exquisita sopa de frijol kabax acompañada de cilantro, rábanos y limones, una salsa de chiltomate espectacular y sus famosas tortillas. Hay, por supuesto, los huevos encamisados que comenzaron su ascenso al estrellato y una longaniza rostizada directamente al carbón. Si puedes, pide un pedacito de grasa de la lonja que seguramente encontrarás ahumándose lentamente sobre el fuego. Estos trocitos de sabor llegan con su respectiva tortilla caliente y, aunque tu corazón y tus arterias van a protestar semejante ingesta, tu paladar te lo va a agradecer infinitamente. Para acompañar todo, pide una horchata hecha en casa, servida en un contenedor gigante que te mantendrá hidratado por semanas.  

 

Así que si tenias la curiosidad de saber cuál era la historia detrás de todas esas tías en Kaua, ya la tienes. 

 

 El entusiasmo y la energía de doña Antonia, a sus 74 años de edad, sigue impulsando su vocación. Hasta el día de hoy, ella es perfectamente feliz platicando con sus visitantes mientras sus manos no dejan de formar sus bien conocidas tortillas. De igual manera, posará feliz para una foto si se lo pides.  

 

Si estás pasando por ahí, toma un momento y para, no sólo para saludar ¡sino también para comer algo rico! El local de la original Tía está del lado derecho de la carretera, casi saliendo de Kaua, yendo de Mérida a Cancun.   

 

 

  Fotografía por Ralf Hollmann para uso en Yucatán Today.

Ralf Hollmann

Autor: Ralf Hollmann

Autor de Modern Yucatan Dictionary Fundador de Mayan Xic Director de Lawson’s Original Yucatán Excursions

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