Si alguna vez has ido de paseo a Uxmal, lo más seguro es que hayas notado algunos lugares con nombres interesantes como Xtepén, Yaxcpoil, Peba y Cacao. Estos son pequeños pueblos que se formaron alrededor de las plantaciones de sisal. Entre ellas, Yaxcopoil es la más grande.
El dueño actual, Miguel Faller, compró la propiedad por pedazos, ya que varias personas tenían diferentes áreas después de que la hacienda se heredó y dividió de generación en generación. Desde 1994, Miguel ha estado restaurándola (lento pero seguro) a su antiguo esplendor arquitectónico y ha creado un espacio único: una hacienda con muebles y accesorios originales que te da un verdadero vistazo a cómo lucía una hacienda yucateca en su apogeo.
Empezando con reparaciones básicas y trabajo estructural, la restauración ha sido continua y constante. En una construcción como esta, la humedad de la temporada de lluvias en Yucatán y los ardientes meses de abril y mayo causan estragos en las paredes y los techos que se comprimen y expanden constantemente. Las paredes se acomodan y comienzan a inclinarse hacia dentro y hacia fuera, debilitando los techos que requieren de refuerzos de hormigón para mantener la contrucción de pie.
La pintura de las paredes siempre es temporal, ya que la piedra caliza la absorbe y hace que pintar sea una necesidad cada año. Hablando de pintura, algo que puedes notar en los recién reparados y restaurados cuartos y acabados de la Hacienda Yaxcopoil es lo que parece ser un delicado papel tapiz en cada uno de los cuartos. Distintos diseños y patrones se encuentran en cada cuarto; los colores y temas complementan a los azulejos de sus pisos de pasta. Lo que es realmente fascinante es que todas las paredes han sido pintadas a mano, basándose en los diseños originales encontrados debajo de una capa de pintura amarilla que fue aplicada. Esta pintura jamás se adhirió a la pared así que mientras se desprendía, se revelaban los verdaderos detalles que yacían detrás.
Don Miguel había contratado a un rotulista del pueblo vecino de Umán para que hiciera unos letreros en la Hacienda, y rápidamente se dio cuenta que Alejandro tenía talento para más que pintar letras. Era capaz de recrear minuciosamente los patrones en las paredes de la hacienda, inclusive tomando varias semanas para terminar un cuarto. Es mucho más que solo pintar delicadas flores y ornamentos una y otra vez; los cuartos, puertas y techos en un edificio así de antiguo no están en las mejores condiciones y requieren de un ojo artístico para que los patrones fluyan a la perfección.
La última ronda de restauraciones empezó en el 2014 después de una boda en la hacienda y continuará durante la siguiente década. Sin final en la mira, la propiedad seguirá necesitando constante mantenimiento y pintura. Como dice don Miguel, cuando pienses haber terminado, es hora de regresar al inicio y comenzar de nuevo. Eso es sin duda, amor al arte.
Carretera Mérida – Uxmal, Km 220
Cel. 9999 00 11 93
Horario: Lun. – sáb. 8 am – 6 pm, dom. 9 am – 3 pm
www.yaxcopoil.com
Editorial por Ralf Hollmann
Fotografía por Laura Pasos y Juan Manuel Mier y Terán para su uso en Yucatán Today
Entradas relacionadas
Esta entrada también está disponible en: EN