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Las grutas de Tekax: Descubre el inframundo maya

04 septiembre 2023

4 min. de lectura

Si eres claustrofóbico o padeces de cleitrofobia (investígalo) quizás quieras saltarte este artículo. Tal y como comenta mi amada esposa, cuando regreso de otra aventura bajo la tierra cubierto en lodo, o de un paseo por el monte con una que otra garrapata pegada: “¿A ESO le llamas diversión?” Bueno, sí.

Tiene un elemento retador, llamémosle divertido, eso de arrastrarte por los pisos enlodados de una gruta, contorsionarte dentro de grietas imposiblemente angostas y caminar encorvado por un mundo subterráneo. Ensuciarte y sentir como se ejercitan músculos que, normalmente, ni siquiera sabrías que tienes para después tener de recompensa una impresionante vista de cataratas de calcio y piedra, verdaderos artefactos mayas guardados entre los orificios y arañas de patas larguísimas.

Habiendo dicho esto, no es algo que busque hacer todos los fines de semana. Aquí un resumen de lo que te espera. Hay literalmente cientos de grutas en las colinas que rodean Tekax; de hecho las pequeñas montañas en verde parecen queso suizo, llenos de hoyos, con formaciones de piedra y depósitos de cristales que inspiran.

Las grutas de Tekax

Hay dos experiencias de grutas que actualmente son las más promocionadas en Tekax: Los Chocantes y Las Sartenejas. La primera, además de las usuales exploraciones en grutas también tiene una tirolesa de 150 metros, una experiencia que podría considerarse el polo opuesto de estar en una caverna oscura. La segunda incluye una bajada en rappel de 25 metros hacia las entrañas de una de las cavernas.

Una tercera opción, que es menos ardua y no requiere que se te amarre en un arnés o que se te suspenda con una soga, es un tour más pequeño que puedes hacer en el Parque Kaalmankal.

Cómo llegar a Tekax

Todas estas atracciones están en la misma carretera saliendo desde Tekax, al subir por las colinas. Hay letreros demarcados para cada una de ellas. Puedes manejar a la entrada por tu cuenta o solicitar que te lleven desde Tekax. El turismo aún está empezando por aquí así que no esperes encontrar un área de recepción, ni un comité de bienvenida. Lo mejor es organizar tu visita por adelantado para que haya alguien para recibirte.

Qué llevar a las grutas de Tekax

Tu experiencia de grutas involucrará un poco de senderismo en terreno desnivelado, así que procura usar zapatos cómodos que te ofrezcan buen apoyo. Estarás subiendo para llegar a algunas cimas y bajando para llegar a algunos fondos. Te recomiendo usar pantalones y manga larga para evitar rasguños, raspones e insectos en potencia.

Para las grutas, las personas que administran estos espacios saben primeros auxilios y conocen la necesidad de mantener a los visitantes a salvo; se te entregará un casco con lámpara. Mantente con tu guía en todo momento y escucha sus instrucciones. Hay algunos puntos sin señalar en los que no querrás caerte y las piedras pueden estar sumamente resbaladizas cuando están mojadas. Si tu guía te dice que te agarres de una cuerda, ¡agárrate de la cuerda!

Después de bajar por la escalera, escalones o piedras con la ayuda ocasional de una cuerda, eventualmente te encontrarás en una cámara subterránea, con formaciones de todo tipo de piedra a tu alrededor. Tu casco tendrá una lámpara así que aprovecha para mirar arriba, abajo y a tu alrededor y asombrarte de lo que verás.

Verás pedazos de vasijas, cerámicas que reconocerás de inmediato como pedazos de tazones, platos y urnas. Algunos de estos inclusive están pintados. Por favor, déjalos en su lugar, para que el próximo grupo y los que le siguen puedan disfrutarlos también. Saborea la evidencia, de que los mayas se encontraron en ese mismo lugar, quizás llevando a cabo una ceremonia o celebrando un evento importante.

Disfruta la oscuridad de las grutas de Tekax

En algún momento, te darán un instante para sentarte, apagar tus lámparas y sentir la oscuridad más pura y negra. Mueve tu mano en frente de ti para ver si logras percibir algo. Escucha el sonido de tu respiración. El pesado silencio es como una cobija negra que te cubre. Escucha al guía mientras te cuenta sobre los “aluxes”, aquellos seres míticos que viven en los montes, cenotes y grutas de Yucatán, siempre cometiendo una travesura tras otra.

Después, la salida. Cuando salgas a la luz del sol, pestañeando y cubierto en tierra roja, puede que te sientas como si estás volviendo a nacer después de pasar algún tiempo en el vientre de la mismísima Madre Tierra. Una experiencia única.