Aquí en México, una “cascarita” es un partido de fútbol informal y meramente amistoso: no existe árbitro, ni muchos menos tarjetas amarilla o roja; las reglas son las más básicas y todos los jugadores las conocen a la perfección. Yo creo que casi todos han participado en una cascarita; es más, no tienes que ser amante del balompié. Basta con que alguien diga las palabras mágicas: “vamos a echarnos una cascarita” y difícilmente te podrás resistir.
Nuestro lindo Yucatán no se queda atrás. Sus colonias, pueblos y comisarías siempre nos regalan estos momentos. Por ejemplo, en la comisaría de San Pedro Chimay, los niños, jóvenes y adultos se reúnen en la cancha principal casi todos los días en punto de las 9:30 pm. Y bueno, quizá te preguntes ¿por qué tarde? y ¿cómo los papás de los niños dan el permiso? En estas comisarías, todos se conocen. Las canchas (en su mayoría) se ubican en zonas céntricas, mientras que en sus alrededores hay casas que mantienen sus luces encendidas. Pero, ¿por qué los jugadores ponen este horario? Para ellos es la hora ideal, pues ya habrán digerido la cena, terminado la tarea y para que los que trabajen puedan hacer antes sus demás actividades. De esta manera, jugadores y aficionados puedan salir a divertirse. Y déjenme decirles que siempre es un completo éxito, y que muchos equipos se reúnen y se disputan el balón constantemente.
¿Ya te estás animando a ir a jugar con ellos? Yo que tú no lo pensaría más. Estos partidos suelen ser muy amistosos; si llegas con tu equipo, seguro habrá lugar para una cascarita. Es más: no necesitas tener un equipo. Puedes llegar solo, decir “quiero jugar”, y listo: ya eres parte. No te preocupes tampoco por los tenis, que algunos dicen que se juega mejor descalzo. Te prometo que, en estos lugares, no solo te divertirás, también aprenderás de ellos, de su entusiasmo y de nuestra cultura: algunos siempre gritan y a veces te regañan (ups) muy a lo yucateco; algunos incluso lo hacen en maya. Una cosa más: no te sorprendas si sales de ahí con un apodo. Varios jugadores se hacen de uno muy similar a la de los jugadores profesionales de México y del mundo; bueno, eso si tienes suerte, porque igual te pueden poner uno que otro chistoso. Yo he escuchado apodos como “El Chicha”, por el jugador mexicano “Chicharito”, o “Dember” por el jugador francés “Dembélé”.
Lleva toda la energía que puedas, porque aquí no hay medio tiempo: tu partido termina hasta que tu equipo o el contrario metan los 5 goles (o hasta que el dueño del balón se vaya). Al final, no te olvides del “chesco”, el refresco que irás a comprar rápidamente en la tiendita de la esquina, para disfrutarlo mientras platicas de los momentos más divertidos en la cancha.
¿Qué esperas? Es momento de divertirte y conocer Yucatán y su gente. Aquí te van algunos lugares para ir a jugar fútbol en la noche (todos quedan muy cerca de la ciudad de Mérida): Leona Vicario, Tahdzibichén, San Pedro Chimay, Tekik de Regil, Subinkancab.
Por Fernanda Pacheco
Turismóloga yucateca, incursionado al mundo fascinante de los escritores y creación de contenido.
Dispuesta a mostrarle al mundo la pureza de Yucatán.
Fotografía por Fernanda Tuz Pacheco para su uso en Yucatán Today.
Entradas relacionadas
Esta entrada también está disponible en: EN