El tango “Balada para un loco” viene como anillo al dedo para describir la situación, así que haremos una versión apócrifa: “El Mercado Lucas de Gálvez tiene ese “que se yo” ¿Viste?” Y lo decimos con el pecho hinchado de emoción. Hoy volvimos a ver este espacio de encuentro como lo recordábamos hace meses: intenso, lleno de colores, texturas y aromas, tan sincrético y tan mío como tuyo, como nuestro porque no importa de dónde vengas, siempre te recibe con los brazos abiertos.

 

Y es que después de meses de pandemia por el nuevo coronavirus, el Mercado Municipal Lucas de Gálvez -ubicado en el Centro Histórico de Mérida- ya funciona al 100 por ciento y, unos días antes del Día de Muertos o Janal Pixán, se llenó de calaveritas (ahora protegidas por plásticos), flores, veladoras, masa de pib, hojas de plátano, espelones, especias y sobre todo de la alegría de la gente para recibir, como cada año, a sus queridos difuntos. Todo con sana distancia, cubrebocas y protocolos de higiene y seguridad.

 

Entrar hoy al Lucas de Gálvez nos llena de regocijo y nos hace percatar que el tiempo no pasó en vano. Hoy, mientras deambulábamos como ánimas vivas por los pasillos y recovecos del mercado –que vuelven a oler a sabrosa cochinita pibil y lechón horneado y que ya puedes degustar en el mismo mercado- nos dimos cuenta que será un Janal Pixán distinto. Y Gabriela, vendedora de diversos ingredientes para hacer el delicioso pib o mucbipollo que degustamos para Día de Muertos, nos cuenta porqué:

 

“Este año viviremos un janal Pixán diferente, sin duda. Y no lo digo por la pandemia. Las tormentas tropicales Amanda, Cristóbal, Gamma, Zeta y el Huracán Delta destruyeron las cosechas y hay merma en muchos productos para hacer el pib, como hojas de plátano y espelones. Claro que no faltarán en nuestra mesa como cada año, pero creo que esta vez lo vamos a valorar y disfrutar más…”, cuenta, con sus ojos chinitos de la emoción.

 

 

Como un gran tamal relleno con cerdo, pollo, espelones y condimentos mágicos de esta tierra maravillosa, el pib o mucbipollo se envuelve en hojas de plátano y se cocina lentamente y a base de mucho amor bajo tierra, como lo hacían los antiguos mayas. Este año no habrá Muestra de Altares ni producciones enormes de mucbipollo en la Plaza Grande para que todos degusten.

 

Sin embargo podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que las ánimas estarán felices de venir a visitarnos y de degustar con nosotros este maravilloso pib que, con tanto esfuerzo nos dará la madre tierra. Y habrá abrazos y besos con nuestros queridos difuntos, y no harán falta cubrebocas ni sana distancia.

 

 

 

Editorial por Cecilia García Olivieri
Escritora y reportera
Sumario Yucatán

 

 

 

Fotografias por Cecilia García Olivieri para uso en Yucatán Today

 

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