¡Ya es diciembre! Y de pronto, casi sin darnos cuenta, pasó un año más. Las ideas que encontrarás aquí son una mirada a reflexionar sobre los cambios que acompañan siempre el transcurrir de nuestras vidas. Cambios sutiles o monumentales: aspectos como mudarse a Yucatán, o iniciar un nuevo trabajo, aprender algo distinto, entrar o salir de una relación, por ejemplo, son acciones que “nos mueven el tapete”, pero también son oportunidades para crecer. Implican estar en movimiento y, a su vez, son oportunidades para cultivarnos de una manera que puede alinearse con lo que más valoramos.
Para reflexionar sobre los cambios, quisiera preguntarte ¿cómo transitas por ellos? ¿Qué se vuelve un aliado para lograrlo? ¿Tiendes a resistirte o empiezas a buscar nuevas posibilidades? ¿Permites que otros te ayuden a atravesar por ellos? No te asustes si las respuestas no están del todo claras por ahora; estas preguntas pueden ser una pequeña guía para cuestionar sobre tus decisiones hacia algo que estará siempre presente en tu vida. Bien dice un refrán que lo único constante es el cambio. ¿Suena contradictorio? Revisemos juntos: el camino de los ajustes a los nuevos cambios puede venir acompañado de emociones como el miedo o enojo, aunque también pueden estar relacionados con la esperanza o la alegría. Quizá no eliges conscientemente qué sentir; sin embargo, algo que está a tu alcance aún dentro de todo lo novedoso que un cambio representa es elegir cómo atravesar por él y de quiénes acompañarte. Esto brinda seguridad; al menos, hasta que sea tiempo de hacer un nuevo ajuste.
Un poco antes te mencioné el movimiento como una puerta que abre posibilidades. Una muy conocida fórmula de sentirse bien tiene que ver con cuidar la mente y cuidar el cuerpo; esto atiende nuestra parte personal. Hoy quiero invitarte a pensar en tu bienestar desde tus relaciones con otros; es decir, gran parte de lo que somos o conocemos ha sido gracias a través de todas las redes a las cuales estamos vinculados; familia, educación, cultura, lenguaje; todas ellas en movimiento y evolucionando con nosotros. Las relaciones con los demás nos dan la posibilidad de mirar desde otro lugar, y eso es, sin duda, una ventana a las posibilidades.
En ocasiones el cambio puede sentirse como una gran tarea; ten presente que no estás solo, aunque a veces hayas pensado que sí. Para esto, quiero presentarte cinco ideas para transitar por los cambios:
- Habla de lo que es importante en el momento que lo sientas así. No hay conversaciones absurdas cuando están llenas de intención.
- Pon atención a lo que tu cuerpo siente. Éstas son las conversaciones que estás teniendo contigo mismo.
- Escucha activamente. Es tan importante hacerlo hacia ti mismo como hacia los demás.
- Permítete formar parte. Una red de relaciones se enriquece con lo que nadie más que tú puede aportar a ella.
- Deja de juzgarte. Hacer algo nuevo implica abrazar naturalmente la idea del ensayo y error.
Ten presente que, si estos ajustes en la vida se han vuelto abrumadores, quizá sea el momento de pensar en la compañía de un profesional para guiarte; es una posibilidad siempre abierta, especialmente cuando las emociones juegan un papel importante. Una red sostiene; no lo olvides. Quizá a veces te sostiene a ti, y quizá otras veces tú lo harás hacia otros. Tejer relaciones ayuda a transformarse y dar la bienvenida a los nuevos cambios en tu vida, una que se sienta construida con tu libertad de elegir.
Por Pamela R. Peraza Suárez
Psicoterapeuta Internacional Certificada. Admiradora de la naturaleza y sus procesos, aficionada de la cocina experimental, curiosa de las culturas del mundo, bilingüe y conversadora apasionada.
Fotografías por Mike Díaz y La Fundación Mezcalería para su uso en Yucatán Today.
Entradas relacionadas
Esta entrada también está disponible en: EN