<span id="hs_cos_wrapper_name" class="hs_cos_wrapper hs_cos_wrapper_meta_field hs_cos_wrapper_type_text" style="" data-hs-cos-general-type="meta_field" data-hs-cos-type="text" >Sacbé, Camino de Aventura Milenaria</span>

Sacbé, Camino de Aventura Milenaria

14 julio 2015
/
3 min. de lectura
Compartir
Sacbe

Los mayas nos dejaron un legado cultural que hoy seguimos admirando y explorando. Prueba de ello son los “caminos blancos” que aún podemos encontrar en algunas zonas arqueológicas como Chichén Itzá, Cobá y Dzibilchaltún. Sin duda son un atractivo para recorrer y conocer una auténtica muestra de la maravillosa ingeniería maya, así como del esplendor comercial y místico que los rodeaba.

 

“Sacbé” (o “sacbeob”  en plural) viene de las palabras mayas “sac” (blanco) y “bé” (camino). Es un camino recto que puede tener entre 4 y 20 mts. de ancho y hasta 300 kms. de largo; suele ser elevado, aproximadamente de un metro sobre el nivel del suelo, y pavimentado con “sascab” (polvo de piedra caliza que se encuentra en la península) o cal. Las piedras más grandes se colocaban a un lado del camino y las más pequeñas en medio para posteriormente aplanarse, de forma muy similar a como se construyen las carreteras hoy día.

 

Se construyeron principalmente como vías de comunicación para conectar plazas y templos dentro de las principales ciudades mayas; otra de sus funciones era mantener un vínculo social, religioso, político y económico  entre las grandes ciudades y las comunidades que dependían de éstas, conectándolas entre sí.  En algunos casos funcionaron también como vías hidráulicas.

 

Los mayas, al igual que nosotros ahora lo hacemos en automóvil por las carreteras, solían viajar de una ciudad a otra pero ¡a pie!, ya sea por motivos comerciales o de intercambio. Dadas las altas temperaturas del clima peninsular, solían hacerlo por las noches y se cree que los “sacbeob” eran blancos para reflejar la luz de luna y así mantener iluminado su viaje. Se cree también que tenían un significado religioso, ya que se realizaba un ritual antes de cruzar uno .

 

Hoy día, podemos caminar y conocer un “sacbé” dentro de una ciudad maya, como el que conecta al Castillo de Chichén Itzá con el Cenote Sagrado.  Otro está en Dzibilchaltún que conecta el Templo de las Siete Muñecas con la plaza principal. Si vamos por la Ruta Puuc, en Labná ubicamos el que une el lado sur de las edificaciones con el palacio.

 

Un ejemplo de los que unen ciudades se encuentra entre Uxmal y Kabah con 18 kms. de largo y se caracteriza por tener arcos en cada extremo, simbolizando el inicio y final del camino. Otros más unen Izamal con Aké y con Kantunil; y el de Cobá con Ixil  y con Yaxuná. Éste ultimo era el “sacbé” más largo conocido, pero se han hecho descubrimientos de un posible “sacbé” que uniría T'Hó (hoy Mérida) con Izamal y hasta la costa del Caribe cerca de Puerto Morelos con una distancia de 300 km. ¡Asombroso!

 

Visitar un “sacbé” durante tu visita a la península es poder apreciar una prueba viva de la extraordinaria cultura maya. Recorrer un camino de más de mil años te impregna de esa gran sabiduría y visión de ingeniería que hasta hoy nos asombra.

 

Con información de Arqueología Maya (arquelogía-maya.org)

 

Mapas

Península de Yucatán

Ruta Puuc

Ruta de los Conventos

 

Violeta H. Cantarell

Autor: Violeta H. Cantarell

Nacida en Mérida, Violeta es una comunicóloga dedicada a escribir y crear contenidos en temas de turismo, moda y emprendimiento. Recientemente incursionó como traductora inglés-español. Fotografías por Yucatán Today para su uso en Yucatán Today.

¡Recibe en tu correo los últimos artículos y mucho más de lo mejor de Yucatán!

Temas principales que te pueden interesar
Tabla de contenido


Artículos relacionados