El Centro Histórico de Mérida, conocido por los meridanos como «El Centro» y por los muchos expats que compran y restauran casas allí simplemente como «Centro», está abierto una vez más. Observarás que hay muchas personas con cubrebocas que hacen cola en la ferretería Fernández, o afuera de los bancos y las tiendas de ropa, mismas que ahora sólo permiten un número limitado de clientes a la vez gracias a la actual pandemia.

 

La bienvenida es la misma en cada lugar: un cartel obligatorio impreso o garabateado que indica el uso imprescindible de cubrebocas y desinfectante. Normalmente, este cartel se coloca cerca de una mesita que sostiene un frasco de gel, atendida por un empleado que apunta un termómetro a la cabeza o el cuello de cada cliente, mientras estos tratan de meter sus pies en el tapete desinfectante (ya seco).

 

Brillan por su ausencia las escenas de ciudadanos furiosos que se niegan a usar cubrebocas y que discuten con los empleados sobre sus derechos, como se puede observar en los noticieros de nuestros vecinos al norte.

 

Primeras Impresiones

Hay dos aspectos muy visibles – y que notarás de inmediato – que difieren de tu última visita a Mérida. Lo primero, como verás al pasear por el corazón del Centro Histórico de Mérida, es la cantidad de gente que se encuentra alrededor de los carteles que anuncian las paradas de camión. Como parte de los esfuerzos de las autoridades estatales y municipales para hacer cumplir los protocolos de distanciamiento social por COVID-19, las paradas de autobús regulares – todas ellas normalmente concentradas en un área pequeña – se han extendido a más zonas para asegurar que la gente mantenga una distancia segura entre sí. Claramente han habido muchas quejas al respecto, no sólo por parte de los que ahora tienen que caminar una distancia considerable para cambiar de autobús, sino también de los comerciantes que han visto una decaída en sus ventas debido a una menor afluencia en sus tiendas.

 

La otra cosa que notarás es que ahora hay macetas en algunas de las calles en el mero corazón de Mérida. Estas convierten los dos carriles en uno solo para el tráfico vehicular y amplían las aceras que siempre han sido demasiado estrechas para la población de Mérida que constantemente va en aumento. La idea es evitar que la gente se amontone y, como beneficio adicional, reducir la cantidad de vehículos en esas calles. Si tienes que conducir por ahí, recuerda que irás muy lento durante varias cuadras, ¡así que ve con calma! Utiliza tu espera en el tráfico para contar a los peatones que están usando incorrectamente sus mascarillas. Te sorprenderás al saber que hay muy pocos.

 

Las tiendas en general están casi todas abiertas, con algunas excepciones, como los pequeños bares y cantinas que no pudieron disfrazarse de restaurantes y por lo tanto no consiguieron el permiso necesario para volver a abrir. De igual forma, algunos restaurantes han tenido que cerrar. El más notable de ellos es Pancho’s, una venerable institución – por décadas sobre la Calle 59 – que ha cerrado sus puertas para siempre. 

 

Por el momento, se han cancelado la mayoría de los eventos que se celebran habitualmente en la ciudad. Esto incluye Mérida en Domingo en la plaza principal, la Noche Mexicana en el Remate de Paseo de Montejo, y para la gran decepción de todos, las festividades de Hanal Pixán del pasado noviembre. Sin embargo, hace poco se retomaron dos de los video mappings de la ciudad: Piedras Sagradas y Diálogos del Conquistador, ambos se pueden ver los sábados por la noche.

 

En y Alrededor de la Plaza Grande

La plaza principal – o Plaza Grande – está abierta una vez más y ya puedes caminar a través y alrededor de, aunque aún no puedes sentarte o permanecer ahí. Esto después de estar cerrada a los peatones y coches durante lo que pareció una eternidad. Los vehículos se han visto obligados a desviarse una cuadra para pasar por las Calles 60, 61, 62 y 63, que enmarcan la plaza.

 

Cerca de allí, el Pasaje de la Revolución, que está situado justo entre el Ateneo y la Catedral, contiene una exposición de arte que puedes observar desde el exterior. Aún no puedes entrar ni caminar por este espacio, para disgusto – sospecho – de los que tienen una tienda allí.

 

Los Barrios

Verás que la actividad comercial continúa en algunos de los barrios, como La Mejorada, Santa Ana y Santiago. Incluso podrás probar una Marquesita en algunos de los parques de estas zonas.

 

Cerca de La Ermita, recientemente anunciaron un proyecto de arte que incluye algunos murales de graffiti y arte urbano que hará aún más interesante tu paseo. Esta zona te será particularmente fascinante si eres de los que les gusta la fotografía y disfruta capturar imágenes de casas coloniales en varios estados de deterioro y restauración, arte callejero colorido y/o iglesias antiguas

 

Si te gustan los cementerios, puedes pasar unas horas caminando por el cementerio de Mérida; dirígete por la Calle 66, al sur de la plaza principal. Ahí se encuentran un gran número de ángeles y mausoleos fotogénicos, así como la tumba de uno de los gobernadores más famosos de Yucatán: Felipe Carrillo Puerto. Este personaje fue un carismático defensor de los mayas y el interés romántico de Alma Reed, la reportera americana cuyos restos están enterrados muy cerca de los de su amado.

 

Sentirás un poco diferente el Centro de Mérida, un poco más apagado y tal vez menos entusiasta de lo que suele ser, pero no pienses que porque no puedes ver la cara completa de nadie, que no están sonriendo detrás de esos cubrebocas. Los meridanos son, en su mayoría, una colección optimista y contenta de personas y nos alegrará ver que has venido a visitar y pasar tiempo en nuestra ciudad.

 

Editorial por Ralf Hollmann
Autor de Modern Yucatan Dictionary
Fundador de Mayan Xic
Director de Lawson’s Original Yucatán Excursions

 

 

Fotografías por Yucatán Today para su uso en Yucatán Today.

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