Casi todas las tardes, en diversos puntos de Mérida, oirás unos singulares ruidos que te sorprenderán y te harán mirar hacia arriba: dos, cuatro, hasta seis loros volando en parejas, haciendo ruidos (cotorreos) que parecen carcajadas. De un árbol a otro, favoreciendo los que tienen naranjas agrias y otras frutas favoritas, sobrevolando parques, avenidas y colonias. Son un recordatorio de que compartimos nuestro hábitat con muchas otras especies. 

 

La alegría de estos cotorreos puede tomar un giro muy triste cuando éstos son atrapados y vendidos (y por consiguiente, comprados) como mascotas. Los loros, en todas sus variedades, son especies sociales, que necesitan volar, y necesitan volar en parvadas, compuestas por parejas que se establecen a largo plazo. A ti te puede parecer curiosísimo que un loro silbe la Marcha Imperial, o diga su propio nombre, pero los loros (como muchas otras aves) en cautiverio suelen desarrollar problemas físicos y de conducta con graves consecuencias a mediano y largo plazo. 

 

Es por eso que, en 2011, un grupo de personas amantes de las aves decidieron iniciar un proyecto para la protección de los loros yucatecos. Hoy, Proyecto Santa María va mucho más allá, y se ha vuelto una de las únicas organizaciones que se dedica a rehabilitar aves provenientes del tráfico ilegal y cautiverio, para prepararlas para reintegrarse a su hábitat y volver a vivir en libertad. 

 

 

Proyecto Santa María administra actualmente una unidad de manejo ambiental (UMA) cerca de Telchac Puerto. Ésta funciona como un centro de rehabilitación (aunque “santuario” es una buena manera de describirlo) para loros con todo tipo de historias, desde algunos que fueron decomisados hasta otros que vivieron en cautiverio hasta que sus “dueños” se dieron cuenta del daño que les hacían.  Durante nuestra visita escuchamos la historia, por ejemplo, de Patachín y Patachón, dos loros que compartieron jaula por muchos años, y que manejaban el estrés del encierro desplumándose el uno al otro; conocimos también a Isis y Zeus, un par de loros corona azul, en peligro de extinción, que se conocieron aquí mismo y ya formaron una pequeña familia; y la historia de una mujer que manejó a Telchac desde Puebla, en el centro del país, para entregar a su mascota de más de 10 años, pues se dio cuenta de que su loro viviría más tiempo que ella, y quedaría desamparado cuando ella faltara. 

 

2305 Proyecto Santa María loro by Renée MoralesEn total, en las instalaciones de Proyecto Santa María en Telchac Puerto hay más de 100 aves de distintas especies que se encuentran en distintas etapas de avance hacia su liberación. El albergue se mantiene gracias a los donativos de los visitantes y de la generosidad de las personas que se animan a ser padrinos de alguno de sus residentes. 

 

La verdad es que, una vez que veas la diferencia que hay entre los recién llegados y los que ya están próximos a regresar a la naturaleza, no te quedará ninguna duda de la importancia de la labor que aquí se realiza.  Si estarás en el área costera o si eres amante de las aves, no te arrepentirás de hacer una visita a las instalaciones de Proyecto Santa María. La visita te tomará aproximadamente 40 minutos, y puedes agendarla cualquier día de la semana por la mañana; en inglés, los guías (voluntarios) están disponibles los jueves y los domingos. 

 

Te invitamos a visitar el sitio web y redes sociales de Proyecto Santa María y a agendar tu visita al santuario. Y recuerda, las aves están hechas para volar, ¡no fomentes su cautiverio! 

 

Carretera Telchac Pueblo – Telchac Puerto Km 13
https://proyectosantamaria.com/
IG: proyecto_santa_maria
FB: Proyecto Santa María

 

 

Por Alicia Navarrete
Comunicóloga nacida circunstancialmente en la Ciudad de México, pero que dice “uay” desde 1985. La vida me ha dejado ver el mundo, lo que a su vez me ha permitido descubrir cuánto amo el lugar en el que vivo. 

 

Fotografía por Renée Morales, Alicia Navarrete y Sunny Snow para su uso en Yucatán Today.

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