“La música puede cambiar el mundo, porque puede cambiar a las personas”. – Bono (cantante)

Entrar a un salón de clases y ver a más de 60 niños tomando apuntes, participando, y sobre todo, brindando toda su atención al maestro es más que un logro, y Alexis Arango, director musical de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil “Renacer” Asociación Civil, lo consigue todos los días.

Los rostros lo dicen todo, muestran entusiasmo, esperanza, alegría y el descubrimiento de ser capaces de aprender a tocar un instrumento y pertenecer a tan temprana edad a una orquesta sinfónica. Ellos cambian y sus familias también. Algunos inician siendo tímidos, reservados, pero en la medida en la que van conociendo sobre música, historia del arte, conviviendo con sus compañeros y demostrando ante el público que pueden tocar las piezas musicales que practican todos los días, emerge una personalidad más segura.

“Mi hija solía ser muy tímida, hablaba bajito, se vestía de un solo color… negro, pero desde que está aquí le ha cambiado la mirada, su manera de desenvolverse. Me gusta además que todos se apoyan, son realmente una familia”, comenta doña Paty, madre de una alumna.

Este cambio también alcanza a los padres. Confían en que sus hijos están en un lugar en el que están aprendiendo sobre música, pero también lecciones de autoestima que los fortalecen y empoderan. El futuro está ahí, en esa semilla que día a día da frutos.

Más de 86 niños y niñas integran esta agrupación. Todos vienen de familias de San José Tecoh, San Antonio Xluch y el sur profundo de Mérida, con edades desde los 6 hasta los 16 años; toman clases de lunes a viernes de 3 pm a 7 pm en un salón del Centro Comunitario Alborada. “Cuando vienen todos nos dispersamos por los jardines para poder practicar”, comenta Winnie Magaña Soler, maestra violinista y principal impulsora de la asociación.

Más de 40 violines, además de violas, chelos, contrabajos, flautas, clarines, trompetas y trombones, así como percusiones dan vida a un amplio repertorio que ya cuenta con más de 100 piezas musicales aprendidas en casi 8 meses de arduo trabajo.

Las clases son multinivel, ya que en cualquier momento se pueden incorporar más alumnos, hay estudiantes de nivel básico, intermedio y avanzado. Para que todos participen se enseñan diferentes arreglos de las piezas y se fomenta que desarrollen “solos” en los que vayan demostrando su talento y adquieran más experiencia y seguridad.

Canciones yucatecas, de películas infantiles de Disney, clásicas, de navidad, entre otros temas se interpretan de acuerdo a la temporada del año en los diferentes lugares a los que son invitados a participar, ya sea en escuelas, en la casa hogar “Ángeles” y recientemente por invitación al Mérida Fest. Siempre lo hacen con profesionalismo y disciplina, principalmente ataviados con el traje regional que les recuerdan sus raíces y orgullo por esta tierra yucateca.

Los padres de los alumnos reciben en comodato los instrumentos, proporcionados por la Secretaría de Cultura y Artes de Yucatán. Esto permite que los niños puedan seguir practicando en sus casas y adquieran la responsabilidad de cuidarlos, algo que asumen con alegría como una pequeña que se aferra al estuche de su violín, incluso de mayor tamaño que ella misma.

Cuando tocan lo hacen con entusiasmo y compromiso y lo pude constatar al escucharlos en una de sus presentaciones. Hay alegría, disciplina, trabajo en equipo y talento puliéndose paso a paso. Un verdadero “renacer”.

“Renacer” inició en 2015 como un proyecto apoyado en su momento con recursos federales, lo que permitía contar con 10 maestros de planta. Al ya no recibir estos recursos y gracias a los buenos resultados, tanto padres como algunos maestros decidieron conformarse como Asociación Civil. Desde mayo de 2017 continúan realizando esta labor educativa y cultural gracias a la donación en tiempo de clases de tres maestros, y gracias al empuje de su consejo que no pierde la esperanza de continuar recaudando donaciones de instrumentos, mobiliario y apoyos económicos para poder pagar a los maestros.

Actualmente cuentan con una campaña de donación de instrumentos, ya sea nuevos o usados. Son bienvenidos los violines, pianos, flautas, entre otros. También están preparando un concierto a beneficio que servirá para recaudar fondos para un pago simbólico a los maestros que han apoyado esta causa. Falta un espacio más grande, apoyos monetarios para maestros, de transporte cuando hay conciertos, mobiliario (actualmente las sillas y atriles también fueron proporcionadas por la Sedeculta) y mucho más. “El proyecto es ambicioso, queremos que llegue a los municipios marginados en Yucatán, no solo en Mérida… que los niños y niñas en condiciones vulnerables puedan acceder a la música e decidirse por una carrera en ese ámbito”, comenta Alexis.

El futuro, y la esperanza, están en esos rostros.

Facebook: Orquesta Sinfonica Infantil y Juvenil «Renacer» A.C.

www.osijur.org

Por Violeta H. Cantarell

 

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