Si durante tu visita a Yucatán recorres caminos y carreteras, es muy probable que divises a mujeres caminando o viajando en triciclos a un costado de la carretera cerca de los pueblos. Ellas son las mujeres leñadoras.

La leña es un elemento esencial en la vida de los pueblos peninsulares. Con ella se hierve el agua para beber, se calienta para bañarse, se hierven los frijoles, se preparan las tortillas y el resto de la comida. La leña es necesaria para hacer la cal, quemando la piedra en un horno hecho de tierra, la cual se utiliza para construir. Y no se diga de las ceremonias rituales que no podrían llevarse a cabo sin leña, o de las deliciosas panaderías.

Al amanecer, las mujeres salen al campo. A veces solas, a veces en grupos. Si es necesario, se llevan a los hijos a cuidarse entre ellos mismos mientras ellas leñan y también les van enseñando. En ocasiones caminan a lugares cercanos a casa y en otras se tienen que alejar e irse en triciclo, dependiendo del tipo de leña necesario. En la milpa pueden encontrar pedazos de troncos que quedan al preparar el terreno.

Las leñadoras salen con suficiente tiempo para regresar a casa y preparar el nixtamal (maíz para tortillas) y la comida para el almuerzo. También es común verlas por las tardes – dos horas antes de que anochezca – consiguiendo la leña necesaria para el día siguiente.

La leña es esencial en las épocas frías. Con ella se calienta la casa, dejando un pedazo debajo de la hamaca que no prenda fuego, sino que se haga carbón y se mantenga caliente a lo largo de la noche.

Hay tipos de maderas que producen más calor que otras y ellas saben cuál buscar. Algunos sirven para carbón y otras para prender fuego. La madera del jabín (Piscidia piscipula) puede mantenerse apagada, como carbón, y prenderse con soplidos o ventilando el tronco al aire. Esa cualidad la convierte en una leña muy deseable. El sak káatzim (Mimosa bahamensis) puede prender fuego y producir mucho calor con tan sólo prenderle una leña seca, aunque la madera esté verde.

Las mujeres salen a leñar con hacha cuando buscan madera gruesa y con machete si traerán a casa leña más delgada. Los rollos de leña que les verás cargando, atado a su cabeza, se llaman “tercios”. Gracias a las leñadoras por su ardua labor, por preparar el alimento, mantener las casas calientitas durante esta época fría y húmeda, y por ser el sustento de las familias y los pueblos mayas yucatecos.

Editorial por Andrea Medina
Fotografía por Alejandro Medina para uso en Yucatán Today

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