Explorar con los niños no tiene que tratarse solamente sobre discutir acerca del acceso a la televisión, ensuciarse y detener los pleitos entre hermanos. Hay veces que puedes hacer todo esto pero seguir viviendo una vida de lujos. ¿Verdad que no suena para nada mal?
Primero el Lujo
Hace poco, fui a experimentar este “lujo en la crianza de niños” cuando fuimos a pasar un fin de semana en el Hotel Hacienda Ticum, a tan sólo una hora de Mérida y ubicado cerca del sitio arqueológico de Aké. El Hotel Hacienda Ticum es casualmente elegante… ¿O es elegantemente casual? Ya no estoy segura, quizás sea ambas cosas. Lo que sí, es que disfrutamos muchísimo explorar un sitio arqueológico maya para luego poder regresar a una elegante hacienda.
Perdimos a los niños prácticamente al llegar a la hacienda, estaban demasiado emocionados con el amplio jardín, los columpios que avistaron a lo lejos y las tres piscinas como para esperar a sus aburridos padres. Y bueno, esto marcó la pauta para nuestra estancia: los niños podían jugar y correr sin molestar a nadie y nosotros podíamos… tomar muchas margaritas. Todos felices, eso sí.
Después a explorar Aké
Obviamente, no todo el fin de semana fue así, pero bien lo pudo haber sido. Si eso es lo que te gusta puedes pedir masajes, asolearte en la piscina y realmente relajarte mientras los niños juegan; o puedes manejar 15 minutos al relativamente desierto sitio arqueológico de Aké ubicado en el pueblo con el mismo nombre. Esto fue lo que nosotros hicimos, obviamente, por que no se nos da eso de estar quietos.
Puede que este sitio maya te parezca pequeño, pero en su apogeo tuvo gran importancia geográfica ya que estaba situada entre Mérida e Izamal (de hecho, había un sac bé que iba desde Izamal hasta Aké). Puedes pasar una hora aquí fácilmente en lo que subes escalones monumentales, exploras el sitio y observas las aves de presa. Haz que los niños cuenten los escalones, después ponlos a contar las columnas ¿Qué encontrarán? Mientras estás en la cima de los edificios, ve si puedes encontrar dónde se encuentran edificaciones sin excavar.
Si estás de visita entre semana, no olvides preguntar por un tour en la fábrica de henequén que está a lado de Aké para admirar la vieja maquinaria inglesa en la sección abandonada. Nos divertimos muchísimo explorando estas secciones en desuso y siguiendo las rieles del “truck” hasta donde terminan. Los niños pequeños se sentirán como exploradores aquí, solamente no olvides traer el agua y las botanas ¡Si no, serán exploradores muy deshidratados!
Cuando termines, es hora de regresar a la hacienda para relajarse en la piscina… ¡Sí es que existe tal cosa como tiempo de “relax” en una piscina con niños!
Editorial por Cassie Pearse
Fotografía de Cassie Pearse
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