1. Admira el sol alineándose con la arquitectura ancestral maya durante el equinoccio de primavera en Chichén Itzá (sucede entre las 3:00 pm y 5:00 pm) o en Dzibilchaltún (deberás está ahí antes de las 5:00 am). Te encontrarás con mucha gente, pero te aseguro que valdrá la pena.
2. Vive la interpretación en vivo de la crucifixión, una de las tradiciones católicas que siguen vivas en Yucatán. Visita el pueblo de Acancéh entre 10:00 am y 3:00 pm el Viernes Santo. En esta población la procesión de la pasión de Cristo va desde el palacio municipal hasta la antigua pirámide.
3. Practica “kitesurfing” en El Cuyo, la última playa de Yucatán. Pasea en kayak por los manglares y observa a los flamingos en un tour en lancha por la ría.
4. Consiéntete con una experiencia de compras “de primera” en Casa T’hó, donde podrás encontrar productos hechos en México en casi una docena de diferentes boutiques alojadas en este mágico lugar.
5. Conoce el restaurante El Príncipe Tutul Xiu en Maní y prueba el Poc-chuc, una receta tradicional yucateca de puerco marinado con cítricos recién exprimidos y cocinado lentamente al carbón.
6 . Conviértete en un aventurero con un tour a las grutas de Calcehtok. Deslizate por pasadizos mientras avanzas “pecho-tierra” hasta lo más profundo del inframundo maya, donde encontrarás vestigios ancestrales de la cultura y bóvedas de cuarzo en medio de una oscuridad absoluta.
7. Alquila una casa en la playa de San Crisanto, Telchac Puerto o Chabihau para disfrutar los mágicos días de Semana Santa, tiempo en que la costa yucateca se llena de vida.
8. Si eres un amante de la vida nocturna, visita Chicxulub Puerto durante esta temporada y conoce algunos de los mejores bares y clubs de Yucatán en su sede de la playa donde vivirás una noche de baile y diversión.
9. El menú en El Convento, dentro del hotel La Misión de Fray Diego, ofrece platillos españoles fusionados con recetas mayas. Pide una mesa en la terraza para disfrutar de la intimidad de un paraíso tropical.
10. Bolea tus zapatos con el jovial amigo José en la Plaza Grande de Mérida. Relájate en los sombreados y exuberantes jardines acompañado de una interesante plática con José, mientras deja tu calzado de cuero como nuevo.
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