“Cada pieza es una historia”, me dice Maruja, fundadora de Maruja Barbachano Galería en la Calle 60, mientras me muestra un imponente bordado colgado en la pared detrás de su escritorio. Cada prenda tiene algo diferente que comunicar, algo que contar a través de su iconografía, ya sea sobre la procedencia de sus creadores o el tipo de entorno en el que viven.
Maruja me cuenta cómo su infancia, repleta de aventuras por todo el país con su abuela Carmen y rodeada de muchísimo cariño por la cultura maya, la ha encaminado a convertir este proyecto en una carta de amor y gratitud a este mundo mágico.
Paseo por la galería, amplia, con techos altos y una energía que me invita a explorar y tomar mi tiempo. En mi camino miro una blusa azul vivo con un corte que enmarca la cintura, una de las creaciones más populares, ya que transmite perfectamente la unión entre la cultura maya y el diseño contemporáneo.
La galería combina prendas del mundo maya con lino, algodón, lana y seda, produciendo vestimenta única confeccionada a la medida de cada cliente. En su mayoría hay piezas para mujeres, sin embargo, también ofrecen diseños para niña y hombre. Maruja me cuenta como estas prendas fueron ideadas para la persona moderna, original y con un enorme cariño y admiración por lo que se realiza en telares de México.
Mientras observo un vestido decorado con plumas de gallina, parte de la colección privada de la galería, aprendo que los más espectaculares tejidos han sido creados para los santos. Según la cultura maya, las deidades reencarnan y viven entre nosotros. Al vestir a un santo, se espera que la deidad regrese a la tierra y tenga con qué vestirse. “Hoy a través de la iconografía, arquitectura, vasijas y telares podemos comenzar a poner las piezas en lo que es la historia de los pueblos precolombinos”, me explica Maruja apreciando una de las creaciones.
La galería trabaja con cooperativas indígenas y artesanos para buscar una manera de representar al pueblo maya de forma respetuosa, de impulsar su arte y hacérselo llegar al público. El arte indígena maya tiene muchas historias por contar, y al recorrer los pasillos de Maruja Barbachano Galería, esa voz se escucha fuerte y clara.
Editorial por Greta Garrett
Fotografía por Maruja Barbachano Galería
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