Desde Mérida tomamos un colectivo directo a Homún en la calle 67 x 52 y 50, a media cuadra de la terminal de autobuses de segunda. Durante el trayecto de más o menos una hora, Marina, mi amiga y acompañante de viaje, aprovechó para tomarse una siesta para cargar energía. Por mi parte preferí conversar con Don Carlos, mi compañero de asiento y me decía: “a la entrada de Homún va a ver el cementerio del lado izquierdo, ahí bájese, el cenote está del lado derecho a media cuadra, para ir a las grutas regrese a la calle principal y camine hacia el centro dos cuadras, doble a la izquierda y a una cuadra están las grutas de Santa María.»
Conociendo el Cenote Sahuncat
Fue una gran sorpresa ver en medio de un terreno un hoyo en la tierra, y mejor aún, asomarse y descubrir su caverna. ¡Impresionante! A sólo unos metros está la entrada al cenote ($5) cuyos escalones tan inclinados obligaron a colocar una cuerda para ayudar en el descenso, después de esto es muy accesible por sus escaleras y cemento para facilitar la visita.
Aquí conocimos a Marco Antonio, un guía local que nos explicó un poco del cenote y nos habló maravillas de las grutas.
El cenote es muy bello, no deja de impresionar el tamaño y la belleza natural de las formaciones, hay una que parece la “copa del mundo” y una foto ahí no puede faltar. Marco nos explicó que del lado derecho es la zona más baja para nadar y del lado izquierdo es la zona profunda, es una delicia nadar entre columnas naturales y ver a lo lejos la bocanada de luz que ilumina toda la caverna. Después de una hora y media de nadar y “esnorquelear”, nos fuimos a las grutas convencidos de lo que Marco nos platicó.
Las grutas de Santa María Suchul
Caminamos 3 cuadras para llegar a un terreno baldío donde un letrero indica el lugar, primero Marco llama a la vecina que cuida la gruta para pagarle $10 por persona por el mantenimiento (tiene luz artificial en varias de sus galerías), hecho esto dimos unos pasos hacia el árbol que marca el sitio de la entrada y al fondo hay una casa estilo maya (foto obligatoria). Al ir bajando hacia la oscuridad de la cueva nos sorprendimos al saber que aquellas “aves” que nos reciben, no son otra cosa que murciélagos. Gran trabajo me costó convencer a Marina de seguir adelante.
Después de vencer el miedo, bajamos a una primera galería donde Marco nos señaló el lugar donde podíamos dejar nuestras cosas: mochila, zapatos, cartera, electrónicos, etc. Llevaríamos sólo lo indispensable que pueda sumergirse en el agua. Nos explicó que la visita es sólo con guía para controlar la entrada y es la manera de cuidar las pertenencias de los visitantes.
Lo que sigue trataré de describirlo de esta manera: bello, extremo, único, claustrofóbico, refrescante, poderoso, energético. En el trayecto que duró aprox. 2 hrs. encontramos galerías llenas de estalactitas y estalagmitas, formaciones rocosas, “la casita maya” (lugar que nos dijeron servía como un escondite maya), entramos y salimos del agua en todo momento, pasamos un túnel de máximo un metro de altura y unos 30 metros de largo para llegar a una poza donde nos refrescamos, bajamos por grietas y espacios minúsculos para entrar a la siguiente galería, cada vez más sorprendidos de cómo habíamos llegado a estos grandes espacios, y cuando regresamos al punto inicial nos preparamos para tomar un segundo camino mucho más accesible y corto para finalizar en la frescas y claras aguas del cenote ¡Increíble! Recomendado para personas extremas y que les guste la adrenalina.
Recomendaciones:
Lleva una mochila donde guardar tus pertenencias; agua, lámpara sumergible, sandalias sujetas con correa, traje de baño de preferencia largo y oscuro, visor, alguna golosina mata-hambre, indispensable entrar con guía local, ya que conocen perfectamente el lugar y saben incluso «dónde debes pisar», su cuota es voluntaria y verás que vale mucho su trabajo, pero sobretodo, no le temas a ensuciarte, el lodo es sólo tierra con agua. ¡Buen viaje!
Editorial y fotografías por Homero García Salazar
[email protected]
Mas información: Situado a 50 minutos de Mérida, en Homún puedes encontrar más de 15 cenotes: abiertos, cerrados, cavernas y grutas. Hay pequeños hoteles y lugares para acampar. Desde el Centro de Mérida hay colectivos que salen desde la Calle 67 x 50 y 52, que te llevan a la plaza principal de Homún, donde hay guías listos para llevarte a los cenotes. O puedes contactar a Gabriel, para reservar tu experiencia, incluyendo transporte desde Mérida si lo necesitas: Cel. 9993 55 51 51.
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Me gustaria saber si ay algun telefono para reservar.
Guía para estos cenotes: Felipe Espinosa
Email: [email protected]
Facebook: Felipe Espinosa Guia DE Turistas
Sobretodo, llevense antorchas y llevarìa también unas cuerdas. Algunas veces fue extremamente dificil levantar un pié para dar otro paso y seguir adelante. La sensaciòn de resbalar y de perder la aderencia al suelo es algo a lo cual no te puedes acostumbrar tan facilmente.
Pero VALIO LA PENA para la belleza que rellenò nuestros ojos.