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Las Albarradas: el Legado de Apilar Piedra Sobre Piedra

09 septiembre 2022
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2 min. de lectura
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Yucatán cuenta con hermosas particularidades que lo hacen único. Es sólo cuestión de prestar atención cuando salimos de casa y miramos a través de la ventana del auto, del camión, o el transporte de nuestra elección y así apreciar todo el paisaje que se nos presume a la vista.  

 

Uno de nuestros mayores atractivos son los hogares tradicionales que conservan detalles en su construcción o arquitectura. Para los visitantes pueden ser interesantes por su particularidad, pero para nosotros los locales, son una vista que nos transporta a momentos de nuestra infancia, visitando la casa de nuestros padres o abuelos los fines de semana.  

 

Uno de estos detalles son las albarradas yucatecas, que en maya se conocen como “koot”. Éstas tienen sus inicios muchos años atrás; comenzaron siendo construidas para cuidar plantíos de animales merodeadores, pero con el tiempo también se utilizaron para separar propiedades. Por aquellos años, dividir un terreno de otro no era lo más común, ya que las personas muchas veces no sabían dónde iniciaba uno y terminaba el otro. Claro, con la compra y venta de tierras esto tuvo que cambiar, y los albañiles de aquellos años encontraron la mejor solución a esta situación: apilar piedra sobre piedra y separar una propiedad de otra.    Albarradas - Halachó

 

Con la llegada de las albarradas, en los patios de nuestras casas se podía ver una gallina saltarina, un pato o hasta el perro de nuestros vecinos paseando por ahí, ya que la altura de estas era en promedio de un metro. Esto permitía que algunos animalitos pudieran “cruzar la albarrada” como comúnmente se decía, y nosotros podíamos seguir disfrutando de agradables charlas con nuestros vecinos a través de esta sutil división mientras hacíamos los quehaceres o tomábamos el fresco en las tardes.  

 

Quizá te preguntes cómo funciona este mecanismo de piedra sobre piedra. Pues bien, maravillosamente, las albarradas no utilizan ningún tipo de mezcla para su construcción. El arte está en irlas apilando de manera que encajen entre ellas para mantener el equilibrio, y, aunque cada vez son menos las personas que prefieren este tipo de “muro” para sus casas en la ciudad, son muchos los hogares yucatecos que todavía conservan esta peculiar manera de separar sus propiedades, especialmente en el interior del estado.  

 

Para terminar, creo que es importante mencionar que este trabajo no es nada sencillo: el material utilizado para su construcción es la llamada “piedra caliza”, que usualmente se extrae del suelo. El procedimiento más común para hacerlo es ir picando las piedras hasta que obtengan el tamaño deseado e irlas entrelazando hasta que se alcance la altura requerida.   

 

Así que la siguiente vez que salgas de paseo, no olvides apreciar las historias que el camino tiene para contar y los bellos detalles que Yucatán nos regala para admirar.  

 

 Fotografías por Zuriel Rosado para su uso en Yucatán Today.

Arianne Osalde

Autor: Arianne Osalde

Mercadóloga yucateca con más sueños de los que es sano tener. Amando cada lugar de mi bello Yucatán, pero anhelando que llegue cada diciembre para disfrutar al máximo la heladez (y los regalos, claro está).

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