¿A dónde vas? En los días coloniales, las calles de Mérida confundieron a muchos de sus habitantes. Si invitaste un amigo a tu cantina en la Calle 65 con 60, es posible que nunca llegaran. La única manera de dirigir una persona a un destino fue con puntos de referencia, como la Plaza Grande, una iglesia, o un parque.
Por eso, los dueños de las tiendas y cantinas convirtieron sus establecimientos a puntos de referencia. Usando nombres memorables de gente, lugares, eventos, o animales, hicieron estatuas, efigies, o murales representándolos en sus edificios. Dueños de empresas construyeron en esquinas porque eran más fáciles encontrar. Eventualmente la gente de Mérida estaba navegando con estos puntos de referencia en las esquinas.
Sobre los años, la importancia de los puntos de referencia duró más tiempo que los establecimientos que los crearon. Se pintó encima de los murales, y se cayeron las estatuas. Los símbolos para navegar en Mérida estaban en peligro de ser perdidos. El gobierno de la ciudad creó las distintas señales rojas y blancas que existen en muchas esquinas de hoy. Mientras caminas por la ciudad, puedes descubrir más de 100 placas en las esquinas. Cada una tiene una historia única.
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