thrush

Turdus grayi, Xkook (Maya)

Mis amigos dormilones me preguntan qué ave es la que los acuchilla con una melodía matutina en la primavera y el verano.

Mérida tiene una gran variedad de cantantes y matracas. Las palomas de alas blancas claman por sus parejas de enero a agosto. Los Cenzontles Tropicales se oyen a menudo con sus llamados territoriales. Los pequeños saltarines macho se integran a la copa de los árboles en búsqueda de fémina compañía, con quien coquetean mediante un estruendoso gorjeo. Al amanecer y al atardecer los zanates (también conocidos como  “cau” o “pich”) salen de los parques de la ciudad y de las plazas en una cacofonía estridente. Tanto los pericos de frente roja y loros de frente blanca graznan sus llamadas de contacto en vuelo. Pero en mi colonia del Centro, el líder de la banda es el tordo color arcilla o mirlo pardo. Antes del amanecer y hasta el anochecer, este tordo canta una variedad de llamados y canciones. Uno de ellos me recuerda al «maullido» de un gato.

El mirlo pardo se parece al petirrojo pero descolorido con plumaje soso, beige pálido a marrón, garganta rayada y ojos de color marrón rojizo. Por lo menos el pico amarillento añade color a su palidez. No es tan pequeño, pues alcanza la longitud de un control remoto de televisión.

Los lugareños y los visitantes no parecen ver esta ave. Tal vez no se dan cuenta porque este pequeñín anda solo o con su pareja en las sombras, buscando lombrices, babosas, insectos y frutas. Sin embargo, toda una parvada puede alimentarse en un árbol frutal.

Esta especie opaca de color ha alcanzado un gran honor al ser considerada el ave nacional de Costa Rica, un país rebosante de aves coloridas. Su canto relaciona con el inicio de la temporada de lluvias ahí, y muchas personas las ven cerca de sus casas. En Yucatán, sus canciones se escuchan desde abril hasta octubre, especialmente después de una lluvia. De hecho, las oigo cantar en mi patio trasero mientras escribo esta nota a mediodía.

Común en los céspedes y jardines, este pájaro marrón vive en bosques abiertos y claros tales como pastizales con algunos árboles, parques y las casas de las ciudades, y en las arboledas frutales. Extendida en toda la Península de Yucatán, abarca desde el este de México hasta el norte de Colombia. Además, de vez en cuando visita y se reproduce en el Valle Río Grande en Texas.

Aunque las referencias indican que el mirlo pardo defenderá su nido, esta especie no se considera particularmente territorial. Otra fuente declaró que una hembra voló a través de varias hectáreas para disuadir a un reconocido ornitólogo de acercarse a su nido. En Mérida, vi a esta especie defender un área de más de 30 metros de distancia de su nido contra otras quince especies en un árbol, incluyendo un halcón gris más otros tordos pardos.

Tómese el tiempo para disfrutar de todas las aves, incluso aquellas cuyo plumaje resulta sencillo.

Link de sonido: http://macaulaylibrary.org/audio/165821

Las maravillas de la naturaleza inspiran a Cherie Pittillo, una fotógrafa de la vida silvestre, zoóloga y autora. Siga su amigable y emplumada jornada mientras ella descubre las aves de la Península de Yucatán.

Editorial y fotografía por Cherie Pittillo para uso en Yucatán Today

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