Todo este año he buscado aventuras con sana distancia para mi familia y vengo para informar que es totalmente posible tener un increíble fin de semana con distanciamiento social en Chichén Itzá. Tanto los niños como los adultos lo adorarán. No habíamos estado en esta maravilla del mundo moderno desde 2016, así que pensé que ya era hora de regresar.

 

Llevé a mi familia al fabuloso Mayaland Hotel and Bungalows, justo en el límite del enorme complejo de Chichén Itzá. El hotel está rodeado de selva, es espacioso y aireado, ideal para una escapada en pandemia. Incluso cuando se camina por los pasillos parece que se está en el exterior por la gran cantidad de ventanas abiertas que dejan entrar la deliciosa brisa de la selva.

 

Desde el momento que llegas, el personal es amigable y muy atento. Además de estar bien informados, están encantados de responder a cualquier pregunta. Todos hablan inglés, de hecho, ¡nos costó convencerlos de que nos hablaran en español! 

 

Aunque el hotel no puede garantizar un check-in temprano, hacen todo lo posible para adaptarse a los que llegan antes. Llegamos al mediodía y nuestra habitación estuvo disponible inmediatamente y, por cierto, era realmente estupenda. Nos tocó una habitación en una esquina con vista al Observatorio El Caracol y a un magnífico árbol de 300 años, lo que hizo que esta escritora sea una persona muy feliz.

 

 

A los niños les encantará explorar los terrenos, son una mezcla de caminos, jardines cuidados y zonas de selva. Hay dos piscinas en el hotel y tengo que admitir que fui perfectamente feliz dejando a mis hijos jugar en el agua. Mientras tanto, yo descansé después de nuestro arduo viaje desde Mérida.

 

Explorando Chichén Itzá

 

Lamentablemente, la entrada privada del hotel a Chichén Itzá no está abierta en este momento, ni se da acceso preferente a los huéspedes a primera hora. Al final, esto realmente no importó. Aunque el restaurante de Mayaland abre a las 7 am para el desayuno, nosotros ya estábamos sentados y servidos a esa hora para asegurarnos de llegar al sitio arqueológico justo para la apertura (a las 8 am).

 

Llegamos a Chichén Itzá a las 8:15 am y no fuimos los primeros en llegar, pero no hay comparación alguna con la multitud que vimos a nuestra salida al mediodía. Por supuesto, El Castillo (la pirámide principal y lo primero que se ve al entrar) es el mayor atractivo. Recomiendo tomar las debidas fotos y apreciar el edificio lo antes posible, para luego explorar los lugares más tranquilos. Echa un vistazo al impresionante Juego de Pelota que hay a la izquierda antes de dirigirte al Cenote Sagrado (no se puede nadar), al Templo de los Guerreros, al Grupo de las Columnas y, por supuesto, al Observatorio El Caracol.

 

 

Aunque al principio te horrorice la cantidad de puestos de souvenirs, no te desanimes. Los vendedores son increíblemente simpáticos y amables: no les importa en absoluto que los niños se la pasen – lo que se siente como horas – haciendo preguntas y deseando todos los artículos que venden. De hecho, se reirán contigo cuando tengas que arrastrar a tu hijo mientras le recuerdas que se ha quedado sin dinero para recuerdos. Y sí, la experiencia habla.  

 

Lejos del área principal todo es mucho más tranquilo. Hay cientos de oportunidades para sentarse y absorber los alrededores. Cierra los ojos por un momento, escucha el canto de los pájaros, respira profundo y huele las maravillosas flores que impregnan el aire. Recuerda que quizá los pobladores de Chichén Itzá experimentaron así su hogar, cuando se detenían y tomaban un respiro. ¡Qué privilegio tan grande!

 

Abre los ojos ahora, tus hijos probablemente están haciendo algo ridículo. 

 

Consejo: Si eres ciudadano mexicano o residente en Yucatán, asegúrate de llevar tu identificación, ya que los precios varían. La entrada es gratuita los domingos para quien tenga una tarjeta que demuestre su residencia mexicana.

 

Mayaland Hotel and Bungalows
www.mayaland.com
FB: Mayaland Resorts
IG: @mayalandresorts

 

 

Editorial por Cassie Pearse
Escritora y bloggera independiente de origen británico. Cuenta con estudios por la Universidad de Oxford y SOAS, Universidad de Londres. Actualmente explora Yucatán en compañía de su esposo e hijos.

 

 

 

Fotografía por Cassie Pearse para su uso en Yucatán Today.

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