Yucatán, al igual que gran parte de México, ha recibido a personas de diferentes países, dando fruto a un rico mestizaje en el que se mantienen costumbres, se adaptan nuevas tradiciones y se genera un intercambio cultural y generacional. Un ejemplo es la inmigración coreana a tierras yucatecas.
Imagínate el puerto de Progreso en 1905, cuando el carguero “Ilford” arribó un 15 de mayo con 1,033 coreanos a bordo. Algunos eran miembros del servicio del rey; también mujeres y 200 huérfanos. Llegaron primero al puerto de Salina Cruz en Oaxaca, provenientes del otro lado del mundo desde Chemulpo, Corea.
Bajo la promesa de contar con un trabajo seguro y bien pagado en las haciendas de “lechuga” y la posibilidad de viajar luego a Estados Unidos, familias enteras se enlistaron. Ellos huían de la invasión japonesa y aquí la Guerra de Castas había mermado la mano de obra en pleno auge del “oro verde” (henequén).
Se distribuyeron en 25 haciendas y pronto se percataron del engaño; nada era como les habían prometido. No había nada de lechuga; el henequén lastimó sus manos; les pagaban con monedas válidas solo en las haciendas; dormían hasta dos o tres familias en una sola casa en el suelo, porque aún no conocían el uso de las hamacas. Comían maíz y chile habanero, muy diferente a su dieta de pescado y arroz.
Muchos infortunios y años de trabajos forzados pasaron. Sin embargo, prevaleció la unidad y solidaridad entre ellos, superando las adversidades y aprendiendo hablar maya antes que español, ejerciendo oficios de herrería, carpintería, comercio y pesca. Gran parte de los coreanos se quedaron en el país y fundaron nuevas familias, ya sea con mayas o en otros lugares como Tijuana y Quintana Roo. Algunos viajaron en busca de más aventuras a Cuba y otros finalmente llegaron a Estados Unidos.
Los que radicaban en Yucatán adquirieron una propiedad en Mérida (Calle 65 #397 por 44, Centro) que hoy alberga el Museo Conmemorativo de la Inmigración Coreana. De la mano de su anfitriona, Genny Chans, coreana de tercera generación, puedes conocer a través de documentos, fotografías y diversos objetos, las historias de una cultura que luchó contra las adversidades. Te contagia el orgullo por sus raíces.
Placas con los nombres de los migrantes originales, fotografías de las haciendas y muchas historias de valentía y esfuerzo puedes conocer en este lugar. Abierto de martes a viernes de 10 am – 1 pm y 2 pm – 5 pm y sábados y domingos de 10 am – 1 pm. Ven a conocer una legendaria cultura que se ha fusionado en Yucatán.
Cada último domingo del mes, de 11 am – 1 pm, puedes asistir al evento «Cuéntame un cuento Jalmuni” (Abuelita), así como una degustación de guisos coreanos, gratuito para toda la familia.
Editorial por Violeta H. Cantarell
Yo Soy Coreana: Historia de la migración e inmigración en México: Video por AJ Kim
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Hola….
Mi nombre es Josefina Tan
Soy descendiente coreana, segunda generación.
Mi abuelo se puso el nombre de José Tan, en realidad no sabemos cual era su verdadero nombre, lo único que sabemos y eso en él acta de nacimiento de mi papá es que era del puerto de Chinampo y sus padres se llamaban Yngan Tan y Cho puim, me gustaría saber más sobre ellos.
¡Gracias por compartirnos tu testimonio Josefina, te recomendamos visitar el museo de la inmigración Coreana para que te puedan ayudar a encontrar más información sobre tu abuelo!
Excelente lugar, mi abuelo nació allí y fue llevado a Cuba con 13 años por sus padres, él coreano, ella mexicana. Como me gustaria encontrar fé del lugar donde el nació y creció, su nombre era Raul Maximiliano Kim Gonzalez.
Hola Raúl, ¡que increíble historia! Te sugerimos ponerte en contacto con Genny Chans quien es la directora del Museo Conmemorativo de la Inmigración Coreana, su email es [email protected]. ¡Saludos!
Interesante Información. La próxima vez que vaya a Mérida, iré a conocerlo.
Yo siempre creí que era de descendencia china. Asta que hace unos años un coreano con mi mismo apellido me sacó del error me gustaría saber más sobre mi decencia
Excelente información, se les reconoce el esfuerzo de mantenernos informados de la belleza e historia de Yucatán
¡Muchas gracias Jorge por tus comentarios!