“Llevo a mis niños a nuestra granja en donde se ensucian las manos. Es su desintoxicación digital.” – Prabhu Deva
La agricultura. ¿Qué tan seguido te detienes para pensar en la comida que consumes, producto del trabajo agrícola? Si eres como yo, y no creciste ni cerca de una granja, es un concepto completamente foráneo; y sin embargo una gran parte de mi dieta proviene de una granja: ya sea local, de otra parte de México o incluso de otro país.
Hay una cosa de la que estoy segura: el trabajo de los campesinos no es fácil, es arduo y los riesgos son enormes: el clima, las plagas y otros factores impredecibles pueden definir la cosecha de todo el año. Los mayas dependían de la agricultura al igual que las demás civilizaciones antiguas lo hacían, y lo seguimos haciendo nosotros hoy en día. La versión yucateca de una granja, donde se siembra y cosechan los alimentos, es conocida como “la milpa”.
Este mes, en la página 9, Andrea Medina nos presenta la milpa yucateca, con la perspectiva única de alguien que creció en el corazón de la península, sin aparatos electrónicos, en un entorno de naturaleza y comunidades indígenas. Nos cuenta sobre el sembrado, la irrigación con agua de lluvia y las bondades del sol yucateco. El maíz, los frijoles, la calabaza y el chile son cultivos de la región que crecen en la milpa. La perspectiva de Andrea es singular: sus intereses incluyen la sanación, la agricultura y la educación. Es bióloga con un doctorado en estudios mesoamericanos, enfocado en cultura maya.
La cultura de la milpa es parte de esta historia; por ejemplo, aprenderás sobre un factor esencial para que se de la cosecha. También descubrirás sobre cómo los mayas mantienen vivas sus tradiciones milperas hoy en día.
Espero que disfrutes todos los artículos que tenemos para ti en esta edición de agosto y que apagues tu celular para disfrutar la milpa yucateca.
Por Juanita Stein
Directora Editorial
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