ralf-hollmannDespués de 21 años en Yucatán, puede ser que el dueño de Mayan Xic no sea conformista… pero le encanta vivir en Yucatán por sus perfecciones, y a pesar de sus imperfecciones. Se siente relajado y aceptado aquí… después de vivir en Dusseldorf, Alemania su ciudad natal (temperaturas promedio entre 1º y 22º C) y Powell River, BC, Canadá (más o menos lo mismo), no es sorpresa que a Ralf Hollmann también le encante nuestro clima.

Ralf conoció a su esposa Maru, una yucateca, cuando los dos estaban cantando y bailando en un tour de “Up With People” en 1980 (¿quiere saber qué es Up With People / Viva La Gente? Visite: www.vivalagente.com.mx ó www.upwithpeople.org). Maru es famosa por su popular tienda de galletas en la Gran Plaza, Kukis by Maru, que abrió en 1994. Ralf trabajó con Maru durante 10 años, pero sabía que tenía que dejarla hacer lo suyo.

Mientras la pareja crecía a sus dos hijas bilingües, Ralf aprendió español… y yucateco. Entonces, un día decidió poner la palabra yucateca “¡UAY!” en unas playeras y empezó a venderlas en Kukis, pero muy pronto fue claro que la comida y la ropa no se mezclan muy bien. Mayan Xic abrió sus puertas en la Gran Plaza en 2005. Su plan de negocio fue sencillo: vender playeras (y otras cosas) a la gente que adora el léxico yucateco… con servicio personalizado y excelente. “Está basado en la premisa de promover el idioma único de Yucatán, una combinación de español antiguo, ya no usado en otros lugares, palabras y gramática Maya, y el híbridos de los tres elementos,” explica Ralf. (“Xic”, pronunciado como la palabra frances “chic” que denota moda, ¡es una palabra Maya que significa axila!) Algunas de las playeras con diseños originales contienen palabras y frases locales; otras tocan temas actuales de política o deportes. Pero todas son diseñadas para generar sonrisas y hacer que la gente se sienta bien.

Cuando Yucatan Today preguntó a Ralf qué sería su consejo para la gente que viene a Yucatán, dijo: “Busque lo que hace a Yucatán único, mágico y especial. Algunas de estas cosas son las que involucran a los sentidos: El aroma de un fuego humeante debajo de un comal donde están preparando tortillas a mano; el sabor refrescante de una china (naranja dulce) pelada hasta la piel blanca y comodamente cortada a la mitad y servida por una niña en un tope por la carretera; la cacofonía polifónica de un grupo de x’kaues despertándote mientras celebran otro amanecer; un pescado entero, fresco, frito, en la playa que comes con los dedos mientras tus pies se entierran en la arena; el aroma de la tierra mojada después de un aguacero; el sonido de un silencio melancólico en el terreno de una hacienda ornamentada y caída. Mantén tu mente abierta, tus sentidos agudizados, para buscar y capturar esos momentos cada vez más raros para no perderlos – distraído por mosquitos o un camión ruidoso – cuando ocurren.

Excelente consejo.

 

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