Genny ChansGenny Chans es ¾ Coreana, y ¼ Yucateca. Sus dos abuelos vinieron a Yucatán en 1905 cuando eran jóvenes; su abuelo paterno sa casó con una mujer Yucateca, pero su abuelo materno, miembro de la nobilidad Coreana, se casó con una mujer Coreana que nació en Yucatán.

Hoy en día Genny es la anfitriona del Museo Conmemorativo de la Inmigración Coreana. Le encanta explicar a los visitantes la historia de sus ancestros, y conoce el nombre de casi cada persona en la galería de fotos que se exhibe en los paredes, al igual que sus historias. Mucha gente no conoce el papel que tuvieron los Coreanos en la historia Yucateca, y este es el lugar para aprenderlo.

Después de la sangrienta Guerra de Castas, que mató a muchísimos mayas, hubo una escasa mano de obra para trabajar las plantaciones de henequén. Pusieron un anuncio en los periódicos de Seúl… prometiendo una vida mejor, con labores agrícolas en haciendas de “lechuga”, con alojamiento y comida gratis. En mayo de 1905, 1014 Coreanos llegaron a Yucatán y fueron llevados a varias haciendas en Mérida y otras partes del estado de Yucatán, donde muy pronto descubrieron que la «lechuga» en realidad era henequén, lleno de espinas; cada persona tenía que cortar 3000 «hojas» por 12 horas diarias, y la mayoría de los hacendados eran muy duros si no es que crueles.

Los Coreanos tuvieron tres problemas grandes a superar: no entendían ni hablaban español; el clima tan diferente de Yucatán, que empeoró porque llegaron en mayo, el mes más caluroso del año; y el rechazo que sufrieron por la gente Yucateca. Este rechazo fue causado por un gran malentendido: los Coreanos no comían mucho, en parte para hacer su trabajo más sencillo: era mucho más difícil cortar el henequén si tenían sobrepeso. Con su español limitado, frecuentemente se les escuchaba decir “yo como chiquito” en lugar del correcto “yo como poquito”. En Yucatán decimos “chiquitos” para referirnos a los niños, así que la gente pensaba que lo que decían era que querían comer niños! Entonces pensaron que eran canibales, e increíblemente, no pudieron aclarar este malentendido sino hasta después de muchos años.

Después de que terminó su “contrato” de cuatro años, muchos Coreanos salieron de Yucatán y se fueron a Cuba, la Ciudad de México, Quintana Roo y Tijuana. Los que se quedaron se casaron con Yucatecos o Coreanos, y una vez liberados de los hacendados, si llegaron a tener la suerte suficiente de recibir sus documentos migratorios del gobierno Mexicano, empezaron a abrir tiendas de verduras, abarrotes, etc. Hoy se han integrado a la sociedad Yucateca, pero han formado varias asociaciones para mantener su patrimonio cultural y recordar su historia. Sólo uno de los inmigrantes de 1905 regresó a Corea.

Genny Chans está muy orgullosa de su patrimonio, y uno de los aspectos más gratificantes de su papel en el museo es ayudar a los coreanos visitantes de otras partes de México a descubrir sus propias raíces yucatecas. Siempre está buscando a algún(a) coreano(a) más joven para continuar con la historia y mantenerla viva para las generaciones futuras.

Museo Conmemorativo de la Inmigración Coreana, Calle 65 No. 397-A x 44 y 46, Centro. Horario: De martes a viernes: 10am a 1pm y de 2pm a 5pm.
Sábados de 10am a 1pm.

Video sobre la inmigración coreana:

Yo Soy Coreana: Historia de la migración e inmigración en México: Video por AJ Kim

 

 

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