Algunas personas se han dado cuenta de que la vida no será igual después del Covid, mientras que otras suspiran por el regreso a la “normalidad”. Es muy probable que esto que estamos viviendo sea la normalidad que podemos esperar en el futuro cercano. Pero… ¿Qué esperar si planeas visitar Yucatán próximamente?
Desde el momento en que pasas por la aduana en el aeropuerto, notas que sólo tienes una opción de salida y que todo el mundo lleva cubrebocas, ahí es donde te das cuenta de que las cosas han cambiado.
La libertad de movimiento se ha restringido un poco y esto es evidente, sobre todo en los centros urbanos más grandes. Los restaurantes están sujetos a cumplir con las regulaciones de asientos u ocupación limitada. Los bares y cantinas que prosperaban con la fiesta nocturna son – al menos temporalmente – cosa del pasado. El toque de queda, que restringe el tráfico vehicular desde las 11 pm hasta las 5 am y fue instituido en el momento más alto de la pandemia, continúa hasta nuevo aviso. ¡El lado positivo es que todo está más silencioso para aquellos que necesitan su sueño reparador!
Las atracciones también están sujetas a las limitaciones sobre el número de personas que pueden estar en un mismo lugar. Lo cual no es malo, a menos que sea domingo e intentes entrar a Uxmal, donde el número permitido de personas en el interior del sitio arqueológico está limitado a 200 personas a la vez. Esto hace que se formen enormes colas, ya que sigue siendo el único sitio abierto en la Ruta Puuc, los demás están cerrados por el momento.
Incluso en los lugares apartados, nos hemos acostumbrado a que un desconocido nos apunte con una pistola de plástico para comprobar nuestra temperatura corporal mientras nos echa de antibacterial en las palmas extendidas. Al mismo tiempo, intentamos acomodar nuestros pies en diminutas alfombras llenas (o no) de algún tipo de líquido desinfectante.
En cuanto a los cubrebocas, objeto de mucha controversia en países como Estados Unidos, donde los opositores obstinados insisten en que el uso obligatorio de cubrebocas es una violación a sus derechos individuales; verás mucha menos resistencia en Yucatán. Aquí casi todo el mundo las utiliza sin rechistar, incluso cuando parece superfluo, por ejemplo en sitios al aire libre como Uxmal. Aunque la motivación de algunas personas puede ser evitar un regaño de algún policía, en vez de proteger su salud.
Finalmente, hasta que no tengamos algún tipo de identificación o «pasaporte de vacunación» reconocido internacionalmente, así como una prueba estandarizada, seguiremos necesitando que nos metan los incómodos cotones en la nariz antes de tomar un vuelo o un crucero para revisar si estamos libres de Covid. En los últimos meses, estas pruebas – que hay que programar y hacer coincidir con el viaje – están mucho más disponibles y son relativamente fáciles de hacer. Algunos laboratorios de Mérida incluso se desplazan directamente a tu lugar de hospedaje para realizarlas. Usualmente, los resultados se envían electrónicamente a tu dirección de correo electrónico en un par de horas para que los imprimas para tu viaje.
La continua inestabilidad de las medidas decretadas, luego suspendidas y otra vez instauradas, crea un clima de incertidumbre entre los que quieren que las cosas sean como antes. Ahora nos corresponde a todos ser más flexibles, darnos cuenta de que las cosas han cambiado y adaptarnos a una nueva forma de vivir y viajar.
Si tienes previsto viajar a Yucatán o a cualquier otro lugar durante los próximos meses, ten en cuenta las medidas que se están aplicando para la seguridad de la población local.
Editorial por Ralf Hollmann
Yucateco nacido en Alemania y criado en Canadá, con estudios en Hotelería y Turismo por el Instituto Tecnológico de Columbia Británica. Ralf cuenta con experiencia en turismo de ocio, periodismo, investigación, edición, redacción y escritura creativa. También es músico.
Fotografía por Yucatán Today, Olivia Camarena, Ralf Hollmann y SoHo Galleries para su uso en Yucatán Today.
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